Este martes 26 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Anticoncepción. Con esta fecha, se trata de concienciar a la población sobre el uso de métodos anticonceptivos. Una labor necesaria pues, como afirma el doctor José Cruz Quílez Conde, presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), “la población no está bien informada sobre contracepción”.
En este sentido, cabe destacar algunos datos de la última encuesta de la SEC sobre el año 2022: casi un 25% de las mujeres en edad fértil reconoce que mantiene relaciones sexuales sin método anticonceptivo con bastante frecuencia. Eso sí, algo más de la mitad (el 50,4%), declara que nunca mantiene relaciones sin protección. En este sentido, “el preservativo es el método que más se utiliza en España, pero las cifras de ITS son preocupantes y están aumentando una barbaridad”, afirma el presidente de la SEC.
¿La razón? El preservativo se usa, pero no de forma correcta: el 67,6% de las mujeres que utilizan el preservativo como método principal, lo hace de forma correcta, es decir, desde el principio de la relación. Por el contrario, el 29,1% lo utiliza después de que la relación se haya iniciado. “Influye que ahora tenemos mejores métodos de detección de las ITS, pero también se ha producido un aumento de las prácticas desprotegidas”. El doctor achaca también estos datos a uno de los mayores problemas dentro de la anticoncepción: la falta de información.
Casi un 25% de las mujeres en edad fértil reconoce que mantiene relaciones sexuales sin método anticonceptivo
De hecho, “el preservativo se usa mucho porque es el único método cuya utilización no requiere una consulta. En realidad la gente no se informa desde la Sanidad de otros métodos más efectivos”. Al respecto de esta falta de información, el presidente habla de una “cierta hormonofobia, basada en opiniones poco doctas”, es decir, de falta de información al respecto de los métodos hormonales, que hace que en España el uso de este tipo de anticonceptivos sea muy bajo en comparación con la UE.
Dentro de la falta de información, la educación sexual, o más bien la ausencia de la misma, cobra un gran papel. “No existe un desarrollo en cuanto a educación sexual, ahora mismo es muy deficiente y no está integrada en el currículo”. La causa de que esto ocurra “son cuestiones políticas”, lamenta el experto. Así, como ya se ha mencionado, el preservativo (35,7%) es el método anticonceptivo principal, seguido de la píldora, utilizada por el 17% de las mujeres, y la vasectomía de la pareja (4,7%). Además, el 27,6% de las mujeres afirma haber utilizado el doble método.
Además de que la ciudadanía no tiene información ni una buena educación sexual, a todo ello se une el difícil acceso a algunos métodos. “La mayor parte de las comunidades autónomas no han invertido en anticoncepción, y dependiendo de dónde vivas tienes un acceso distinto a los métodos”. Este sería uno de los principales “hándicaps” de la anticoncepción. Esto provoca que el acceso no sea rápido, que las coberturas no sean amplias y que haya mucha disparidad y desigualdad en el territorio. El presidente pone como ejemplo los métodos de larga duración.
Dado que el estado financia las interrupciones voluntarias del embarazo, sería más sostenible optar por la prevención
Lo cierto es que, teniendo en cuenta la sostenibilidad del sistema, apostar por este tipo de anticonceptivos sería lo más lógico. Dado que el estado financia las interrupciones voluntarias del embarazo, sería más sostenible optar por la prevención. Además, no sólo sería más viable en cuestiones económicas, sino también en cuestiones personales, “para las mujeres que pasan por una interrupción, nunca es un proceso gratuito ni baladí, por mucho que esté financiado”. El experto hace alusión a las estadísticas de interrupción en España, donde podemos ver incluso un gran porcentaje de personas que repiten aborto, más de un 30%.
“Ya que estas mujeres se han acercado al sistema para llevar a cabo el aborto, podríamos controlarlas después de la primera interrupción y ofrecerles un método LAC para reducir el impacto de repetición”. De hecho, en las comunidades que sí se tiene una mejor financiación para la anticoncepción, “está clarísimo” el impacto positivo con respecto a los índices de abortos. Además, según el informe de la SEC, el 31,4% de las mujeres en edad fértil declara haber tenido que recurrir en alguna ocasión a la toma de la píldora del día después.
En definitiva, y mirando hacia el futuro, debe mejorar el acceso a los métodos anticonceptivos. Además, debemos homogeneizar este acceso “por el bien de la equidad” y hacerlo en el corto plazo. Igualmente, debemos mejorar la educación sexual centrándola en la anticoncepción con un desarrollo curricular integrado (con psicólogos, docentes, médicos…). “Todo esto debería depender de un trabajo nacional, no de las comunidades, que luego se exportase de manera homogénea a los territorios”, concluye el experto.