Hay que remontarse a 2010 para encontrar una campaña de Sanidad en la que informaba de los distintos métodos anticonceptivos con un enfoque de prevenir embarazos no deseados
En los últimos años, encontramos dos campañas del Ministerio de Sanidad centradas en este método, pero no tan enfocadas en el concepto de la anticoncepción sino como forma de concienciar sobre la prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
A principios de septiembre de este año, con motivo del Día Mundial de la Salud Sexual, salió la campaña ‘Sal como quieras, pero no salgas sin condones’, dirigida a la población más joven. Igualmente, en 2019, se puso en marcha la campaña #SiemprePreservativo, para el mismo sector de la población tras notificar un repunte de las ITS. Por su parte, el Ministerio de Igualdad no ha elegido esta temática para sus distintas campañas institucionales.
Únicamente aparecen acciones sobre otros métodos anticonceptivos en las comunidades autónomas. Por ejemplo, la Comunidad Valenciana, Navarra o Andalucía informaron a su población de la píldora del día después o de la anticoncepción de urgencia. De otros como la vasectomía, el dispositivo intrauterino (DIU) o el anillo vaginal, nada. Hay que remontarse a 2010 para encontrar una campaña de Sanidad en la que informaba de ellos cono forma de prevenir embarazos no deseados.
DESIGUALDAD INTERTERRITORIAL
Con motivo de la celebración del Día Mundial, la Sociedad Española de Contracepción (SEC) ha impulsado un manifiesto con el que denuncian la “desigualdad interregional” que existe en España en cuanto a prevención, atención y tratamiento de la salud sexual y reproductiva, así como de la anticoncepción y de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
La Sociedad Española de Contracepción (SEC) reclama más "información, educación, accesibilidad y financiación" de los métodos anticonceptivos
Desde esta organización lamentan que “ni se cumple la Ley de Salud Sexual y Reproductiva de 2010 ni se trata por igual a la mujer, tanto en accesibilidad como en atención, educación y financiación de métodos”. Por ello, reclaman su “inmediata ejecución” en lo que respecta a “la educación para los jóvenes, en la información para la población general, en la accesibilidad o la financiación de los métodos, sobre todo los anticonceptivos reversibles de larga duración (LARC)”.
¿DÓNDE QUIERE ACTUAR IGUALDAD?
Para tratar de frenar parte de estas inequidades, el Ministerio de Igualdad ha presentado la reforma de la ley del aborto, que modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Entre sus medidas, se plantean mejoras relacionadas con el ámbito de la anticoncepción.
En su reforma de la Ley de 2010, el Ministerio de Igualdad plantea la distribución gratuita de estos métodos, la investigación de la anticoncepción masculina y fomentar la corresponsabilidad
Por ejemplo, se dedica un artículo exclusivo a la garantía de acceso a la anticoncepción, en el que se emplaza a las administraciones públicas a facilitar “prácticas clínicas efectivas de planificación de la reproducción, mediante el uso de métodos anticonceptivos, regulares y de urgencia, definitivos y reversibles, con especial atención a aquellos que presenten beneficio clínico incremental frente a las alternativas disponibles, que demuestren seguridad”.
De igual modo, apuntan a garantizar la disponibilidad de anticonceptivosmasculinos, “siempre que su eficacia y seguridad sea avalada por la evidencia científica rigurosa y de calidad”. Desde Igualdad apuestan por una “distribucióngratuita” de anticonceptivos de barrera en los servicios de asistencia integral especializada y accesible, en centros de servicios sociales y en los centros de privación de libertad. Y los de urgencia, que puedan distribuirse en centros sanitarios y farmacias.
Por otro lado, se insta a los poderes públicos a actuar desde la educación y la salud para “fomentar la corresponsabilidad en la anticoncepción” mediante políticas públicas destinadas a “la consideración de la anticoncepción como un asunto de salud pública y no como una responsabilidad exclusiva de las mujeres”. Finalmente, el Gobierno quiere actuar frente a la “anticoncepción forzosa”.