Al frente del Colegio de Farmacéuticos de Cantabria se encuentra Rita de la Plaza que es presidenta por segunda legislatura consecutiva. Esta farmacéutica recogió en el testigo a otra mujer y, aunque también estudió el grado en Nutrición, ya que considera que "puede arreglar muchas patologías", reconoce que "no le da la vida" para todo. Con ella ha hablado Consalud sobre la situación de la mujer en Farmacia.
¿Cómo ha evolucionado el papel de la mujer en Farmacia?
Más que evolucionado, yo creo que Farmacia es femenino. Es una profesión más de 800 años de historia, pero creo que actualmente y desde hace años somos más del 70% de mujeres farmacéuticas tituladas. Lo que sí que es verdad que en la organización farmacéutica siguen destacando más los hombresen puestos de poder.
¿Y te has encontrado con algún tipo de dificultades como mujer en tu trayectoria, tanto en la trayectoria como farmacéutica, como de cara a ser presidenta?
No, la verdad es que no, mi madre también es farmacéutica y la verdad aquí en el norte es un matriarcado. Tengo muchas más primas y hermanas, muchas más mujeres que han trabajado siempre, y muchas como sanitarias. No he encontrado ninguna traba, al contrario, yo creo que trabajar con mujeres es bueno y nunca he tenido ninguna traba. También no tenemos diferencias salariales, porque es todo por convenio.
Estoy orgullosa de ser farmacéutica, no pensé que me iba a dedicar a la oficina de farmacia y hace ocho años me saqué el grado de Nutrición, porque me gusta y porque creo que se pueden arreglar muchas patologías desde el mostrador de una farmacia con la nutrición. Lo que pasa es que ahora es que llevo cuatro años de presidenta y no me da la vida para tanta cosa.
"No he encontrado ninguna traba y, además, no tenemos diferencias salariales porque es todo por convenio"
¿Cómo es dirigir una organización colegial, en este caso la de Farmacia, en la que la mayor parte de los presidentes son hombres?
La verdad es que mi predecesora también fue mujer, estuve en su equipo durante ocho años, yo como tesorera. Somos el 70% de mujeres pero quizás habría que ver por qué no quieren llegar a estos puestos de poder, yo creo que muchas veces somos nosotras mismas las que lo rechazamos. Creo que es muy importante, yo he elegido ser presidenta y estoy descubriendo muchas cosas.
Ten en cuenta que la mayoría de las farmacéuticas de Cantabria, sobre todo en la farmacia rural son mujeres que están solas, que invierten su vida, sobre todo su vida familiar, estando en un pueblo, aisladas y es un enorme trabajo y esfuerzo lo que conlleva.
¿Cuáles cree que son los retos a los que se siguen enfrentando las farmacéuticas? ¿Cuáles son los retos que les quedan por delante?
Como mujeres, lo que siempre se reivindica, esta corresponsabilidad en todas las labores, no solo en cuidados de la casa, sino en cuidados de las personas. Muchas veces veo que incluso nos hacemos nosotras responsables, las que acuden a una farmacia también es mayoritariamente las mujeres. Nos hace falta un reconocimiento, pero que también que todo el mundo asuma la responsabilidad con la medicación.
Nosotras somos responsables y las expertas en los tratamientos, pero muchas veces damos muchísimas charlas y vemos que las que se preocupan de estas cosas son las mujeres. Tenemos un rol muy de cuidadoras y hay que intentar que cada uno se responsabilice de su trabajo. Hay que fomentar un poco ese autocuidado, no solo a las mujeres sino a todos.
"Las que acuden a la farmacia son mayoritariamente mujeres, nosotras nos hacemos responsables"
¿Cree que cada vez las personas se responsabilizan cada una de sus medicamentos sin necesidad de que dentro del núcleo familiar sea la mujer la que lleve eso, o que al final se acaba repitiendo un poco el ciclo?
Se acaba repitiendo, yo creo que los hombres delegan y nosotras nos sentimos responsables. Aquí habría que hablar mucho, porque somos nosotras las que tomamos el mando de muchas veces. Pero eso se ve en todas las profesiones sanitarias, en Medicina ya son también un 56% de mujeres, y no te digo en Enfermería, que son un 84%. Yo creo que hay que cambiar los roles y creo que sí que puede estar cambiando entre la gente joven. Hay que empezar desde la educación, educando en igualdad.
¿Qué consejo le daría a una nueva farmacéutica o para animar a las mujeres farmacéuticas a coger cargos de poder?
Yo creo que la mujer que estudia Farmacia es por vocación. Yo nunca tenía la certeza de dedicarme a la farmacia comunitaria, pero sí que me movía mucho la vocación de servicio, de ayudar a los demás y también la curiosidad. Las personas de ciencias tenemos mucha curiosidad, curiosidad por saber y esa inquietud por conocer de dónde vienen las cosas o cómo se pueden dar soluciones a los problemas.
"Hay que animar a las mujeres a coger puestos de responsabilidad"
Yo animaría a todas que, si tienen una ilusión, estudien, que la carrera es muy bonita. Farmacia es una profesión que actualmente no tiene paro, hay muchísimas salidas. Hay que recordar que en todos los hospitales hay farmacéuticos, los hay tambián en distribución y en la industria farmacéutica. Este sector ha tenido mucha importancia en los últimso años a raíz de las vacunas, porque son medicamentos, y contra el Covid se ha trabajado de una manera fuera de serie.
Hay que animar a las mujeres a coger esos puestos de poder. Eso sí, siempre con la ayuda, con corresponsabilidad y dando las facilidades.