Olga Insua,directora general de Angelini Pharma ha analizado en una entrevista concedida a Consalud.es el papel actual de la mujer en el sector farmacéutico, apuntando que a pesar de que el mundo está cambiando y las barreras cada vez son más pequeñas, un 69 % de las profesionales de la industria están por debajo de sus compañeros en términos de remuneración, especialmente en puestos de dirección.
¿Existe todavía un techo de cristal en los altos cargos directivos de la industria farmacéutica?
A pesar del progreso que hemos experimentado en los últimos años, la industria farmacéutica todavía tiene camino por delante en materia de igualdad, y los techos de cristal siguen existiendo. Así lo confirma el último informe de diversidad de género de Red Mujeres Farma, que asegura que la brecha salarial y la conciliación familiar siguen siendo las principales preocupaciones de las mujeres del sector en este sentido. Un 69 % de las profesionales de la industria están por debajo de sus compañeros en términos de remuneración, especialmente en puestos de dirección. Asimismo, solo el 20 % de los CEO son mujeres, a pesar de ser una industria compuesta en un 53 % por el género femenino.
Un 69 % de las profesionales de la industria están por debajo de sus compañeros en términos de remuneración, especialmente en puestos de dirección
A pesar de todo, el sector farmacéutico tiene camino recorrido en materia de igualdad y, entre las mejores prácticas, se encuentra el impulso de la diversidad en compañías como la nuestra, Angelini Pharma, donde entendemos que la igualdad es fundamental para conseguir un entorno empoderado e inclusivo y, de esta forma, alcanzar unidos nuestros objetivos.
El papel de la mujer cada vez es más evidente en la industria farmacéutica ¿Cómo lo sienten desde su compañía?
Angelini Pharma España es una compañía complemente comprometida con la diversidad, que fomenta un entorno inclusivo y rechaza cualquier forma de discriminación, ya sea por sexo, género, edad o cualquier otro aspecto. De hecho, nuestra plantilla se encuentra muy equilibrada en cuanto a hombres y mujeres y, más concretamente, en nuestra dirección las mujeres ocupamos el 70 % de los puestos de responsabilidad. Personalmente, después de 25 años en la industria, veo una forma de trabajar más empática y colaborativa, en la que se atienden las necesidades y opiniones de las personas en cuanto a decisiones de negocio importantes. Lo mismo he percibido en cuanto a los proyectos, que ponen en el centro a pacientes y profesionales con un enfoque más equilibrado entre el negocio y la prestación de servicios para atender necesidades no cubiertas. Es un win-win para todos en el que la mujer ha tenido una gran presencia.
Al encontrarse en un puesto que en muchos casos ocupan hombres ¿Cuál ha sido su experiencia?
En general, mi experiencia ha sido muy positiva. He podido desarrollarme profesionalmente con mentores y mentoras gracias a los que he ido formando mi visión del mundo, mis valores y mi filosofía de liderazgo. Me han mostrado que es posible el equilibrio entre el negocio y las personas y, cuando este falla, ambos puntos se ven perjudicados. A pesar de ello, he experimentado situaciones desafiantes por el simple hecho de ser mujer y madre, y he tenido que aprender cómo gestionarlas cuidando mi salud mental y mis emociones. A lo largo de mi carrera profesional, he tenido que demostrar mi valía por encima de muchos de mis compañeros para llegar a tener una oportunidad, sobre todo en puestos de liderazgo, en los que muchas veces se me ha puesto en duda por cuestiones tan simples como ser una persona sonriente. Un hombre sonriente es humano, mientras que una mujer sonriente es débil, según lo veían ellos. Por suerte, cada vez estamos más cerca de conseguir que estas situaciones dejen de producirse, pero todavía nos encontramos en el camino.
¿Qué le dirías a una adolescente que plantea como imposible llegar a dirigir una empresa?
Sin duda, le diría que nada es imposible. En mi caso, ha sido imprescindible contar con personas que me han ido aconsejando a lo largo de toda mi carrera profesional, que me han ayudado a descubrir mis fortalezas y a superar mis debilidades. Asimismo, es importante encontrar compañeros o amigos que busquen objetivos similares a los tuyos, en una competición saludable en la que compartir experiencias y consejos.
Por otro lado, es un hecho que el mundo está cambiando y las barreras cada vez son más pequeñas, y esto debemos agradecérselo a todas las mujeres que han estado antes que nosotras, ya que, por suerte, hemos vivido una realidad mucho mejor que la suya. Asimismo, todos estos avances terminan favoreciendo también a los hombres, que empiezan a tener su propia conciliación, incremento de la baja de paternidad, etc. En definitiva, la diversidad nos beneficia a todos.