Este miércoles ha tenido lugar la I Jornada de Cronicidad de Castilla-La Mancha, dedicada a abordar la estrategia de la región en este ámbito y las políticas impulsadas desde la Consejería de Sanidad para dar respuesta a la asistencia a los pacientes crónicos. Un evento organizado por el Grupo Mediforum y el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), con la colaboración de Boehringer Ingelheim y el apoyo de la plataforma de Cronicidad: Horizonte 2025, el Gobierno autonómico y ConSalud.es.
De esta manera, en el marco autonómico del Plan de Salud Horizonte 2025, que articula una visión global y un abordaje integral y longitudinal del paciente con enfermedad crónica en cada una de las fases de la historia natural de su enfermedad, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha destacado que la cronicidad “es un tema de actualidad y con un recorrido de futuro ineludible. Hay que trabajar en el presente, pero se trata de un asunto de mucho calado también en los próximos años. Una realidad que ha llevado a que se encuentre en la hoja de ruta de todas las CC.AA.”.
La cronicidad es “un conjunto de situaciones que van a determinar el modelo sanitario del futuro. Están estrechamente ligado con el envejecimiento, los factores sociodemográficos y el aumento de la esperanza de vida
El responsable sanitario ha destacado que su departamento “ha dado un paso en firme por poner las enfermedades crónicas de relieve”. Igualmente, asegura, la cronicidad es “un conjunto de situaciones que van a determinar el modelo sanitario del futuro. Está estrechamente ligado con el envejecimiento, los factores sociodemográficos y el aumento de la esperanza de vida”. De todo ello se desprende que “cada vez vamos a tener más enfermedades crónicas”, augura Fernández Sanz.
En el caso concreto de Castilla-La Mancha, ha desvelado el consejero, los datos muestran que “alrededor del 25 por ciento de los pacientes crónicos presentan un perfil multipatológico, con más de una de estas enfermedades”. Una circunstancia que “compromete el sistema, que, aunque es muy bueno, está basado en la enfermedad más que en la prevención”. En esta línea, el 80 por ciento de los casos que se atienden en Atención Primaria se relacionan con estas patologías y “consumen el 65 por ciento de los recursos sanitarios del sistema”, advierte.
"Le dedicamos muchos recursos a la sanidad y, en este momento, la cronicidad ocupa todos nuestros desvelos, especialmente en AP”
De esta manera, el aumento de la esperanza de vida llevará a que para el año 2100 el 32 por ciento de los españoles superen los 65 años, en la misma línea que en el resto de Europa. “Los datos resultan alarmantes en términos de envejecimiento, lo que llevará a que las enfermedades se cronifiquen. Una circunstancia fruto de haberse reducido mucho la mortalidad y haber mejorado el ámbito de la prevención y la asistencia a los pacientes. Le dedicamos muchos recursos a la sanidad y, en este momento, la cronicidad ocupa todos nuestros desvelos, especialmente en AP”, ha remarcado Fernández Sanz.
Esta nueva realidad conllevará una modificación del actual modelo, no solo sanitario, sino también social y laboral. “Nuestro modelo no puede seguir mirando solo a la enfermedad, también debe enfocarse en la persona sana; hay que conseguir llegar bien a las edades adultas”. Igualmente, con vistas al futuro, “hay que sopesar determinantes como la sostenibilidad del sistema y los factores medioambientales relacionados con la salud”, aclara el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha.
"El paradigma ha cambiado, hay que concienciarse en salud desde la más tierna infancia. La cronicidad abre la puerta a un cambio de paradigma en la manera de abordar un nuevo modelo sanitario de los años venideros”
Por otra parte, la cronicidad se convierte en un espacio más del campo sociosanitario y se relaciona con realidades como la soledad no deseada o la dependencia. Una circunstancia que supondrá un reto a la hora de asegurar la atención continuada, el seguimiento y el abordaje multidisciplinar de estos pacientes. “Hay que poner el foco en la sostenibilidad y la gestión de los recursos en los sistemas sanitarios. El paradigma ha cambiado, hay que concienciarse en salud desde la más tierna infancia. La cronicidad abre la puerta a un cambio de paradigma en la manera de abordar un nuevo modelo sanitario de los años venideros”, ha concluido el responsable sanitario autonómico.
Las enfermedades crónicas se caracterizan por singularidades como su amplia variedad, la aparición gradual y continua, la fácil presencia de varias en la misma persona, su efecto limitante en los pacientes o la necesidad de cuidados continuados. Igualmente, al asociarse al envejecimiento, la prevención puede ayudar a retrasar su aparición. En la actualidad, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o respiratorias, la diabetes y aquellas que afectan al sistema musculoesquelético son las más prevalentes y las que más reducen la esperanza de vida y la calidad de esta.
“Creemos indispensable contribuir a la sostenibilidad de la sanidad como elemento clave para abordar la cronicidad"
En la misma línea, Juan Mayol, Public & Government Affairs Manager de Boehringer Ingelheim España, ha querido remarcar también “el progresivo envejecimiento y el cambio de hábitos en la sociedad” como factores que acrecientan la cronicidad. Una incidencia que, aboga, “debe ser respondida a través de una atención integral. Estas patologías no se deben contemplar de manera individualizada, sino multidisciplinar”. “Creemos indispensable contribuir a la sostenibilidad de la sanidad como elemento clave para abordar la cronicidad. Igualmente, velaremos en colaboración con los responsables políticos para facilitar la llegada de tratamientos”, ha destacado Mayol.
Por su parte, Juan Blanco, presidente del Grupo Mediforum, ha incidido en que “el abordaje de la cronicidad es uno de los mayores retos de los servicios sanitarios de nuestro país y un problema sanitario de primer nivel que obligaba a la celebración de esta jornada”. Más si cabe, partiendo del hecho de que los españoles cada vez vivimos más años y, precisamente, “los mayores de 65 años suponen el 89,5 por ciento de las personas con enfermedades crónicas”, concluía.