Este miércoles Toledo fue la sede de la I Jornada de Cronicidad de Castilla-La Mancha. Un evento organizado por el Grupo Mediforum y el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), con la colaboración de Boehringer Ingelheim y el apoyo de la plataforma de Cronicidad: Horizonte 2025, el Gobierno autonómico y ConSalud.es. El encuentro ha estado centrado en la actualización en el abordaje de las patologías crónicas en relación con el ámbito cardiaco, renal y metabólico, reuniendo a diferentes expertos en el campo y responsables sanitarios de Castilla-La Mancha.
En concreto, la jornada arrancó con el discurso inaugural por parte del consejero de Sanidad autonómico, Jesús Fernández Sanz, en el que repasaba la estrategia de su región y las prioridades que supone, en el presente y futuro, el abordaje de la cronicidad. Entre las conclusiones que destacó el responsable sanitario regional se encuentra el hecho de que hay que “poner el foco en la prevención y la salud para llegar bien a las edades adultas”, dado que en el 2100 el 32% de los españoles superarán los 65 años.
Quiso poner el foco en que “el reto de la cronicidad se relaciona con la necesidad de un cambio de paradigma que lleve a dejar de pensar en enfermedad y hacerlo en la salud”
Posteriormente, se desarrollaron dos mesas de debate. La primera de las cuales fue presidida por Luis Rodríguez Padial, presidente de la SEC, que se focalizó en la incidencia de las patologías cardio-renal-metabólicas en el ámbito de la cronicidad, y que en muchos casos resultan coincidentes y generan pacientes pluripatológicos. En el caso de la segunda mesa, presidida por el director del Sescam, Alberto Jara, las intervenciones se enmarcaron bajo el título ‘Plan de Abordaje Integral de la Cronicidad y la Prevención de la Fragilidad en CLM. Gestión del paciente crónico: ¿hacia dónde queremos ir los próximos 10 años?’.
De esta manera, a modo de clausura de este evento, María Teresa Marín, directora general de Humanización y Atención Sociosanitaria del Sescam, quiso poner el foco en que “el reto de la cronicidad se relaciona con la necesidad de un cambio de paradigma que lleve a dejar de pensar en enfermedad y hacerlo en la salud”. Por otra parte, recogiendo las líneas apuntadas durante la jornada, se refirió al elemento clave de “agilizar los diagnósticos, para evitar que las patologías se terminen cronificando en los pacientes o, al menos, tarden más en hacerlo”.
“Hay que hablar de la obesidad como enfermedad, para poder abordar este problema relacionado con otras enfermedades crónicas de manera oportuna"
Otra de las conclusiones que la responsable sanitaria de Humanización en Castilla-La Mancha puso de relieve es que “aún queda un largo camino por delante” a la hora de dar respuesta al desafío de la cronicidad. “Igualmente, querría destacar algunos puntos escuchados a lo largo de esta interesante jornada como la necesidad de trabajar desde la prevención como una herramienta clave: diagnosticar temprano para curar temprano”, trasladó a todos los presentes.
En el caso concreto de la obesidad, Marín remarcó que hay que dejar atrás la estigmatización de las personas obesas. “Hay que hablar de la obesidad como enfermedad, para poder abordar este problema relacionado con otras enfermedades crónicas de manera oportuna. Se trata de una patología crónica, compleja y multidisciplinar, que implica empezar a cuestionarse el importante arsenal terapéutico que ofrecen los fármacos contra la obesidad y ver en que pacientes puede aplicarlos el sistema público de salud”.
“Las innovaciones digitales permiten desplegar herramientas de gran beneficio para la sanidad y mejorar la accesibilidad de los pacientes”
De la misma manera, directora general de Humanización y Atención Sociosanitaria del Sescam no ha pasado por alto la importancia de la salud digital. “Las innovaciones digitales permiten desplegar herramientas de gran beneficio para la sanidad y mejorar la accesibilidad de los pacientes”. Unas herramientas “poderosas” para dar respuesta al reto de proporcionar atención a una población cada vez más envejecida y con patologías cronificadas, que –considera- “cambian de manera muy rápida” y obligan a adaptarse.
Finalmente, María Teresa Marín, ha querido terminar la jornada destacando el Plan de Cronicidad y Prevención de la Fragilidad de Castilla-La Mancha como “un paso más” para “afrontar y priorizar” estas problemáticas y “mejorar la capacidad resolutiva de la AP”. Aunque, aclara, queda pendiente “trabajar en la formación” para fomentar mejores hábitos de vida o “apostar por las terapias farmacológicas, revisando el policonsumo para ajustar su riesgo en los pacientes”.