En el MIR 2021, la última de las 186 plazas de Medicina Intensiva se agotó en el número de orden 5.837. Este año, la cartera que dirige Carolina Darias ha convocado seis vacantes más, 192 en total. Al recoger tantas plazas, puede decirse que no es ni de las primeras en agotarse como Dermatología, Cardiología o Cirugía Plástica, pero tampoco de las especialidades “olvidadas” del MIR.
La Dra. Sonia Pajares, vocal MIR de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICyUC), confiesa entre risas a ConSalud.es que escogió Medicina Intensiva “de rebote”, aunque ahora está convencida de que no podría haber elegido una especialidad mejor.
Y es que como ella, muchos opositores desconocen en qué consiste la especialidad, lo cual se traduce en que buena parte de los MIR no la consideren a la hora de la elección de plaza. Esta residente de Medicina Intensiva en el Hospital Universitario del Henares asegura que no tenía ni idea de la UCI – unidad de cuidados intensivos – antes de comenzar la residencia.
“Hay muchísima variedad y te puede venir cualquier patología, lo mismo una hemorragia digestiva que una disección aórtica o algo neurológico… No te puedes aburrir”
“Es cierto que en cada asignatura de la carrera vemos cosas que se dan en la UCI, pero nada en concreto y además en muchas universidades no se rota en la UCI. No tenía ninguna orientación de saber si me gustaba o no, pero cuando empecé en la UCI me encantó”. Tanto es así que comenta que todos los que trabajan con ella, le dicen que está hecha para ella.
“Estoy super feliz con la especialidad porque me da todo lo que quería. La parte clínica, de estar con el paciente y la familia, de investigar qué le pasa al paciente, y también la parte práctica, de hacer mano y cosas técnicas”, explica la médico. En definitiva, si se conociese la especialidad, está segura de que muchos más opositores se decantarían por Medicina Intensiva.
Respecto al día a día, los intensivistas se dedican a llevar el caso de un paciente crítico, los pacientes “más vulnerables y a los que más puedes ayudar”. Además, la especialidad no se centra solo en un órgano como puede ocurrir con Cardiología o Aparato Digestivo, sino que “tienes que saber de todo”. “Hay muchísima variedad y te puede venir cualquier patología, lo mismo una hemorragia digestiva que una disección aórtica o algo neurológico… No te puedes aburrir”, comenta la MIR.
Las guardias, en general, son “durillas, cansadas y se duerme poco”, por lo que “la calidad de vida no es de las mejores, pero si te gusta, merece la pena”
Medicina Intensiva es una especialidad dinámica en la que el médico tiene que estar preparado para actuar rápidamente y en situaciones de estrés, pero sin perder la calma. Esto se traduce en que las guardias, en general, son “durillas, cansadas y se duerme poco”, por lo que “la calidad de vida no es de las mejores, pero si te gusta, merece la pena”.
Asimismo, esta MIR reconoce que la situación provocada por la Covid-19 ha “quemado” un poco a los intensivistas debido a la sobrecarga. “Ahora no es el mejor momento para que todo el mundo esté encantado, pero en general todos los residentes diríamos que es una especialidad muy bonita porque te da todo. Y los adjuntos que tengo que llevan años, si les preguntas, te dirían que volverían a elegir Medicina Intensiva”.
Para esta médico, un buen intensivista debe tener energía y ganas de hacer cosas y afrontar situaciones nuevas. Tienen que gustarle las técnicas, la actividad y que todo pueda cambiar rápido. Por eso, a los futuros MIR que se estén planteando elegir Intensiva, les diría “que van a tener momentos duros y que tendrán que aprender todo sobre la UCI, habrá mucha incertidumbre y a veces miedo, pero van a aprender muchísimo”.
“Es una especialidad intensa, como su nombre dice”, bromea la Dra. Pajares, “pero también es emocionante y divertida y si te gusta, Medicina Intensiva es preciosa”.