En el MIR de 2021, la última de las 51 plazas de Cirugía Plástica y Reparadora se agotó en el número de orden 836. El patrón se repite año tras año y Cirugía Plástica suele ser la gran ganadora en el reparto de plazas, siendo la mayoría de veces la primera especialidad en colgar el cartel de ‘plazas agotadas’.
Sin duda, es una especialidad que interesa a los MIR, entre otras cosas porque ahora, los estudiantes de Medicina la conocen. “Ha habido un cambio en los últimos años, porque ahora los alumnos estudian la especialidad en las facultades de Medicina. Los estudiantes ven lo que es la Cirugía Plástica y Reparadora y tienen ganas de hacerla, porque es una especialidad quirúrgica bastante ambiciosa y puntera que requiere unas habilidades técnicas que hacen que sea un reto para los médicos”, explica a ConSalud.es el Dr. Francisco Leyva Rodríguez, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Asimismo, se trata de una especialidad con salidas profesionales en la sanidad privada, lo cual también la hace muy atractiva teniendo en cuenta la situación que vive el Sistema Nacional de Salud. Estos son los motivos por los que Cirugía Plástica es la especialidad estrella del MIR: “Más conocimiento de los estudiantes y el componente privado”.
La Cirugía Plástica y Reparadora "es la chapa y pintura del cuerpo. Nos encargamos de la piel y su contenido"
Aunque en el imaginario colectivo puede estar arraigada la idea de que los cirujanos plásticos se dedican a realizar aumentos de pecho y operaciones estéticas, lo cierto es que su trabajo va mucho más allá. “Básicamente, el cirujano plástico se encarga de reconstruir el aparato musculoesquelético”, informa el Dr. Leyva, que añade que estos profesionales colaboran con áreas como la Otorrinolaringología, Cirugía Maxilofacial, Cirugía General, Traumatología, Neurocirugía, Ginecología… “Nuestra actividad consiste en ser acompañantes reconstructores de lo que los demás quitan”.
UNA ESPECIALIDAD CON POCA RUTINA
La actividad diaria es muy variada y cada día diferente. Sin ir más lejos, el Dr. Leyva explica que ayer mismo, mientras en un quirófano se operaba una pseudoartrosis de húmero, reconstruyendo el brazo con un colgajo del peroné, simultáneamente en otro quirófano, se hacía una reconstrucción mamaria inmediata tras una mastectomía por cáncer de mama. Los cirujanos plásticos también se encargan, por poner otro ejemplo, de reconstruir la lengua tras la extirpación por parte de un otorrinolaringólogo de un cáncer de lengua o de reconstruir la lesión que queda tras resecar un tumor orbitario. Las operaciones de reasignación de sexo, quemados, cirugía de mano y reimplantes, son otras de las intervenciones incluidas en la cartera de servicios de la especialidad. “No es una especialidad aburrida y poca rutina hay”, insiste el cirujano.
En resumidas cuentas, la Cirugía Plástica y Reparadora “es la chapa y pintura del cuerpo, para entendernos”, apunta el Dr. Leyva. “Nos encargamos de la piel y su contenido, por lo que es una especialidad de técnica más que de órganos. Y al ser tan variada, cuando los alumnos ven lo que hacemos, a cualquiera que le guste la cirugía, le entra rápidamente la especialidad”.
Por otro lado, la especialidad goza de una buena calidad de vida, porque en materia de guardias, en muchos hospitales son localizadas, aunque dependiendo del centro pueden ser también de presencia. Además, el hecho de que haya tan pocas plazas se traduce en que falten especialistas, por lo que el paro es prácticamente cero: “Nosotros ponemos una oferta de trabajo y no se cubre”, en parte también porque “muchos médicos prefieren irse a la privada”.
“Es una especialidad difícil de conseguir y si tu mentalidad es quirúrgica, no hay especialidad más bonita que la Cirugía Plástica y eso lo sabe cualquiera”
Asimismo, es una especialidad en la que “la inquietud es siempre ir a la frontera de la cirugía”, siendo la Plástica, “la Cirugía General del siglo XXI”. La cirugía robótica, así como la cirugía en 3D, la realidad aumentada, las células madre y la preparación de las cirugías son esta “última frontera” en la que se mueven, a día de hoy, los cirujanos plásticos y que prevé ser una realidad cotidiana en los próximos diez años.
Todo ello convierte a Cirugía Plástica y Reparadora en una especialidad con muy pocas renuncias. Tanto es así que en toda su vida profesional, el Dr. Leyva solo ha conocido una renuncia. “Es una especialidad difícil de conseguir y si tu mentalidad es quirúrgica, no hay especialidad más bonita que la Cirugía Plástica y eso lo sabe cualquiera”, asegura el cirujano.
También se constituye como una especialidad gratificante y agradecida por el paciente, aunque presenta “una contrapartida”, y es que “nuestro trabajo lo juzga cualquiera”. “Mientras que lo que no se ve no se puede juzgar, porque no puedes juzgar el trabajo de un traumatólogo si no haces una radiografía, el nuestro es evidente y todo el mundo puede verlo. Pero en general, la gente es agradecida con la asistencia sanitaria que recibe y con la Cirugía Plástica, también”.
Preguntado por consejos para los R0 que estén pensando en elegir Cirugía Plástica y Reparadora, el Dr. Leyva lo tiene claro: “Si le gusta la Cirugía Plástica, los retos y la formación continua, de calidad y puntera, a la última vanguardia de la cirugía y quiere una especialidad con salidas profesionales tanto en la pública como en la privada, la Cirugía Plástica es la indicada”. “Todas las especialidades quirúrgicas son novedosas y punteras, pero la nuestra es diferente: nosotros no tenemos dos casos iguales”, concluye el cirujano plástico.