"Nuestro mayor desafío era convencer a los inversores de que el envejecimiento se ha convertido en un lugar para negociar. Ahora nuestro trabajo es conseguir nuevos inversores"
Y es que, tras un programa de becas, esta emprendedora tuvo la oportunidad de fundar Longevity Fund, que seis años más tarde se encuentra intensificando sus actividades.
La compañía ya ha invertido en cinco empresas distintas hasta el momento, entre las que se encuentran Unitity, Precision BioSciences, Baxalta, Metacrine o Navitor.
En este caso, la recaudación está destinada a otras ocho empresas para actuar como un puente hacia otros inversores como fuente de capital.
"Anteriormente, nuestro mayor desafío era conseguir que otros inversores se unieran y convencerles de que el envejecimiento se ha convertido en un lugar para negociar. Ahora nuestro trabajo es ayudar a las compañías a conseguir nuevos inversores", ha asegurado Deming.