Los miembros del jurado descubrieron que estos implantes contaban con un defecto de fábrica y que las compañías no advirtieron a los consumidores sobre los riesgos
Según una información de la agencia Reuters, los miembros del jurado descubrieron que estos implantes contaban con un defecto de fábrica y que las compañías no advirtieron a los consumidores sobre los riesgos.Los afectados experimentaron la muerte de tejido, erosión ósea y otras lesiones atribuidas a los defectos de diseño.
No obstante, ambas compañías siguen negando cualquier irregularidad derivada del desarrollo y de la comercializaciónde los dispositivos.
“Este veredicto no proporciona ninguna guía sobre los méritos del litigio general de Pinnacle porque las decisiones del tribunal impidieron una deliberación justa del jurado”, ha denunciado John Beisner, abogado defensor de Johnson & Johnson.
Ya en el año 2013, DePuy dejo de vender los implantes de metal después de que la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) fortaleciera las regulaciones sobre este tipo de dispositivos.
De hecho, ese mismo año la compañía también tuvo que pagar 2.500 millones de dólares (2.345 millones de euros) ante las más de 7.000 demandas a sus implantes de cadera.
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