Un mes después de que ConSalud.es publicara en exclusiva la compra de Contse por parte de Carburos Metálicos, para volver al mercado de las Terapias Respiratorias Domiciliarias (TRD), todo indica que la estrategia que seguirá no parece muy ortodoxa a juzgar por las maniobras que está llevando a cabo en este mercado.
Lo primero que llama la atención es que Carburos Metálicosinvierta una cantidad importante en la compra de una empresa como Contse, que (segun consta en el registro mercantil) factura algo más de cinco millones de euros al año y que en la actualidad solo presta servicio de TRD a unos 6.000 pacientes en la provincia de Huelva . Pero en realidad no compra el negocio de Contse, compra la posibilidad de entrar en el mercado de las TRD , aunque sea por la puerta de atrás. Esto explicaría el gran interés de Carburos Médica y su director general, Javier Godoy, en que prospere el polémico concurso de oxigenoterapia de Murcia que todavía está por resolver. Acciona y Ferrovial, dos de las aspirantes sin experiencia en el sector, no tienen ningún tipo de autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) como laboratorios autorizados para la fabricación de medicamentos, ni son titulares de autorización de comercialización y han sido descartadas de otros concursos por no acreditar solvencia técnica. Esto posicionaría en una situación de privilegio a Contse para llevarse el concurso de Murcia, aunque presente bastantes carencias técnicas y su principal argumento sea una bajada considerable de precios.
Esta puede ser la principal estrategia de la nueva etapa de Carburos Médica en su lucha por entrar en el mercado de TRD, una agresiva política de precios bajos, con el fin de ir eliminando las empresas competidoras y apoderarse finalmente del mercado en los concursos de pequeño volumen, donde la limitada solvencia técnica de Contse le permitiría acudir. De esta forma iría ganando pequeños concursos y acumulando “puntos” para poder dar el salto a plazas más importantes como Madrid, Valencia, etc.
Aunque la nueva ley de contratación( vigente desde Marzo de este año), persigue la calidad del servicio ofertado, en algunas licitaciones lanzadas con la ley anterior, en los criterios de adjudicación prima fundamentalmente la oferta económica sobre la oferta técnica, hasta tal punto que se da la paradoja que una empresa que obtiene cero puntos en el criterio técnico pero tiene la máxima puntuación en el económico, porque su oferta es la más barata de todas, puede ganar el concurso, aunque su oferta vaya en detrimento de las especificaciones técnicas, y por tanto en detrimento de la calidad del servicio a los pacientes.
Esto puede pasar en los próximos días en el concurso de TDR de Castilla La Mancha (SERCAM) que está pendiente de su resolución después de que se excluyera a Acciona y Ferrovial. Contse puja por el lote nº3 de Cuenca, junto conOxigen SaludyOximesa, por un importe total de 5.588.605,80 € y el nº 4 de Guadalajara, junto con Oxigen Salud, Oximesa, Gasmedi y Linde, por un importe total de 7.258.583,20 €. En este caso es más que probable que Contse haya optado por una oferta económica muy agresiva para obtener la máxima puntuación en este apartado (60 puntos como máximo) independientemente de la puntuación de la parte técnica (40 puntos como máximo).
Aunque en los criterios de adjudicación se tiene en cuenta que, en el caso de que una empresa presente una propuesta económica a la baja “anormal o desproporcionada”, no se la excluye automáticamente, sino que se debe dar audiencia al licitador para que justifique la valoración de la oferta y precise las condiciones de la misma; la política de los servicios de Salud suele ser rechazar las ofertas de dudosa viabilidad al primar la seguridad de los pacientes sobre el ahorro presupuestario.
Es más, la ley indica que la oferta debe ser viable “per se” independientemente de la solvencia económica de la empresa que la presente, lo cual garantiza que para la prestación de servicios a pacientes prima la calidad y coherencia de la oferta (relación calidad- precio) y se evitan practicas agresivas comerciales que puedan afectar negativamente a un colectivo tan importante como el de los pacientes crónicos y frágiles con el consecuente impacto en la calidad de la terapia recibida y por tanto en la percepción de la calidad del correspondiente servicio de salud.
Afortunadamente, la actual política de transparencia y el creciente poder de las redes sociales y el empoderamiento de los ciudadanos, ayudan a evitar prácticas que hasta muy recientemente eran habituales y que tanto daño han hecho a la reputación de profesionales y administración pública.