La última reunión de este miércoles entre la Consejería de Sanidad de Madrid y Amyts resultó un nuevo ejemplo de la falta de interés del sindicato médico por desencallar la actual situación de huelga en la que se han embarcado desde el pasado mes de noviembre. Con un parón navideño que se brindaron, pues es sano descansar. El encuentro de ayer constituye el noveno celebrado entre ambas partes desde el comienzo de la convocatoria de paros. Una cifra más que considerable teniendo en cuenta las llevadas a cabo en otras CC.AA. por los responsables sanitarios y sus respectivos sindicatos médicos. En estas otras regiones los acuerdos se han saldado con mayor celeridad, llegando incluso a desconvocarse las huelgas de facultativos sin ni siquiera comenzar. ¡Madrid es diferente! Siempre lo ha sido.
Decía Isabel Díaz Ayuso que “Madrid es la pieza a batir” y no es nada baladí, pues si esto se tratase de ajedrez, desde la Consejería de Sanidad han puesto sobre el tablero la respuesta a todas las demandas que Amyts sustentó inicialmente para justificar la huelga. Sanidad movió ficha con una limitación de agenda para los facultativos de 34 pacientes por jornada en consultas de 10 minutos para médicos de familia y 24 pacientes por pediatra en consultas de 15 minutos. Agendas que los médicos de Atención Primaria de regiones que han paralizado sus huelgas o ni se han planteado hacerlas desearían. Una medida que no es teoría y que la propia Consejería madrileña ya está aplicando en el marco de un proyecto piloto en hospitales públicos que pretende extender progresivamente.
Si la agenda no es el problema, hablemos del dinero. El departamento de Enrique Ruiz Escudero trasladó a Amyts y a su secretaria general, Ángela Hernández Puente, un complemento retributivo por exceso de agenda a cada facultativo de hasta 200€ diarios. Así es, hagan cuentas porque lo pagan ustedes. Pero esta retribución añadida tiene una pega que al comité de huelga no termina de satisfacerle, para percibirla habría que trabajarlo. Por su parte, prefieren una subida lineal en el salario de todos los facultativos de 479€ a tocateja. Y quién no, ¿verdad? Esta última reclamación de Amyts ha venido a ser como sacar una nueva ficha roja al tablero de ajedrez y con la partida empezada. No ha lugar, diría Kaspárov.
La cabecilla de una huelga tan política como políticamente incorrecta. Díganme ustedes el sentido de una huelga que aburre hasta a los convocados, con seguimientos que rondan el 2%
Y en estas que vamos para la décima reunión. A las cuales Escudero ha declinado asistir a la vista del sainete montado por el sindicato de la señora Hernández. La cabecilla de una huelga tan política como políticamente incorrecta. Díganme ustedes el sentido de una huelga que aburre hasta a los convocados, con seguimientos que rondan el 2%. Si yo montase una fiesta a la que invito a cien de mis amigos y vienen dos, empezaría a plantearme que algo no está bien conmigo. Tal vez, Ángela Hernández debería plantearse lo mismo. Aunque siendo justo lleva razón en una de sus reclamaciones, para llegar a un acuerdo que finalice la huelga se hace necesario cambiar los interlocutores. Estaría bien que empezase por ella misma. Alguien que representa la voz de un sindicato para alcanzar acuerdos y va por la décima reunión hace patente o bien la incompetencia o la falta de voluntad de alcanzarlos.
Se acercan las elecciones en Madrid, señoras y caballeros, y a medida que se aproximan comienzan los nervios y los comportamientos insanos. Hasta donde yo conozco, los facultativos se dedican a curar a las personas y trabajar por el bien público, y me consta que lo hacen con gran esfuerzo. Mención aparte de la extraordinaria labor que llevaron a cabo durante la pandemia de Covid-19, donde sustentaron a todo un país a costa de su cuerpo y su mente. Es justo recompensarlos porque son esenciales. Desde la Consejería es lo que se pretende y en esa línea van encaminadas sus propuestas. La Comunidad de Madrid ha sido paciente y comprensiva, manteniendo su mano tendida al diálogo constructivo. Al otro lado sólo ha encontrado un puño en alto y una voz escuchada en un audio: “Aguantemos hasta mayo”.
La Sanidad es un bien demasiado preciado para verse envuelto en política y la imagen ofrecida por la actual secretaria general de Amyts dista mucho de la de una representante digna de la calidad, pureza ideológica y competencia de los facultativos madrileños
Este jueves tenemos nuevo capítulo, el décimo. Les puedo avanzar el final; “Madrid no ofrece nada nuevo”, dirán. Y llevarán razón, ya no se puede ofrecer más. Ahora es cuestión de que tome la voz cantante en la mesa de negociación algún representante de Amyts con ánimo de alcanzar acuerdos que verdaderamente ayuden y mejoren las condiciones laborales de los médicos. Alguien, no como la señora Hernández, que tenga algo mejor que hacer hasta mayo que esperar a las elecciones. La Sanidad es un bien demasiado preciado para verse envuelto en política y la imagen ofrecida por la actual secretaria general de Amyts dista mucho de la de una representante digna de la calidad, pureza ideológica y competencia de los facultativos madrileños.
De este modo, predigo una nueva jornada sin acuerdo. No lo habrá si Ángela Hernández está allí. Ojalá me equivoque y se ponga fin a esta huelga tan política como insana, que desde luego casi ningún médico está recetando. Una huelga que ya aburre a facultativos y ciudadanos a partes iguales. ¡Por favor, Ángela! Todos tenemos mejores cosas que hacer hasta mayo.