Una parte importante del sector de la sanidad privada madrileña todavía no acaba de entender como es posible que la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid (ACHPM) haya aceptado incorporarse a la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE). Una incorporación que es meramente simbólica, ya que ACHPM no aportará ninguna cuota de afiliación a ASPE, y su presidente, Isidro Díaz de Bustamante, ha rechazado todos los cargos que le han ofrecido, incluso el de vicepresidente de ASPE.
A pesar de la insistente oposición a integrarse en ASPE, por parte del presidente de ACHPM, la presión de algunos miembros de la junta directiva ha “obligado” finalmente al presidente a aceptar su incorporación en la Alianza de la Sanidad Privada Española. Este acuerdo, que entre otras cosas se pactó no publicitarlo a través de nota de prensa, el mismo presidente de ASPE, Carlos Rus, tardó muy poco en incumplir lo pactado y enviar un comunicado de prensa para intentar lavar su imagen junto a la del presidente de la ACHPM.
Esta decisión trae consigo un riesgo nada desdeñable. La sanidad privada madrileña gozaba de una reputación intachable por parte de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, reconociendo siempre como interlocutor válido de la sanidad privada a su presidente, Isidro Díaz de Bustamante y rechazando en todo momento a Carlos Rus, presidente de ASPE. Esta situación ha cambiado en apenas 24 horas (según ha podido saber ConSalud.es de fuentes de la propia Consejería) tras conocer la noticia de la incorporación de ACHPM en ASPE debido a la falta de credibilidad y confianza de los responsables de la Sanidad Madrileña en el presidente de ASPE. Esto puede traer consecuencias importantes en las futuras negociaciones con la Comunidad de Madrid.
Es sabido, por toda la sanidad privada española, que Carlos Rus no ha conseguido cerrar ningún acuerdo con las Comunidades Autónomas para compensar a la sanidad privada por su aportación en la pandemia
Es sabido por parte de todo el sector de la sanidad privada española, que las negociaciones y acuerdos alcanzados por la sanidad privada madrileña y la Comunidad de Madrid ha supuesto un éxito sin precedentes para el sector, desarrollando un modelo que se está exportando a otras comunidades. Este acuerdo ha sido posible por la excelente gestión de Isidro Díaz de Bustamante; profesional muy reconocido y admirado por los responsables de la sanidad madrileña, justo lo contrario que el concepto que tienen de Carlos Rus, que en ningún caso le han considerado interlocutor válido en la consejería de sanidad.
También es sabido, por toda la sanidad privada española, que Carlos Rus no ha conseguido cerrar ningún acuerdo con las Comunidades Autónomas para compensar a la sanidad privada por su aportación en la pandemia, especialmente durante la primera ola que fue la que más recursos sanitarios públicos y privados consumió.
Entonces, ¿por qué la junta directiva de la ACHPM se ha empeñado en incorporarse en ASPE? Es difícil de entender si tenemos en cuenta todo lo anterior, pero puede que tenga su explicación a medio plazo.
Apostar por Carlos Rus, se ha demostrado que es apostar por el perdedor. Todos los logros que ha conseguido como presidente de ASPE se limitan a la firma de numerosos acuerdos con empresas que, en muchos casos, tienen poco o nada que ver con el sector salud y cuyo beneficio para los asociados de ASPE es prácticamente nulo; como es el caso de alguna empresa funeraria, empresa de restauración o de viviendas turísticas entre otras. Además, Rus ha conseguido lo que tanto ansiaba desde hace tiempo, que era presidir la comisión de sanidad de la CEOE, y con ello, dedica menos tiempo a la gestión de ASPE, por lo que es más que probable que con la decisión de incorporar a la ACHPM a ASPE, se esté preparando el relevo de Carlos Rus por otra persona que haya demostrado con creces sus cualidades como gestor, buen negociador y que sea aceptado y reconocido por sus interlocutores.