La clínica Dator de Madrid, especializada en practicar abortos, está siendo investigada por la Policía Nacional por su supuesta relación y prestar servicios a una mafia nigeriana.
Según ha informado el diario ‘El Mundo’, las investigaciones, que llevan en curso desde principios de este año, se centran en el papel de la clínica en dos abortos, uno de ellos a una mejor de edad, realizados a dos mujeres que eran obligadas a prostituirse.
Las dos mujeres se quedaron embarazadas de algunos de los clientes. Entonces, con apenas una semana de diferencia, las llevaron a la clínica donde no repararon en que las dos mujeres abortaran con la misma documentación. Tampoco se debieron de dar cuenta en la clínica de que sólo pasó un día desde que acudieron al centro con intención de abortar hasta que les dieron cita. Un día, no los tres de reflexión preceptivos.
La mafia llevó a las mujeres allí porque si su embarazo continuaba no podían seguir ejerciendo la prostitución
Asimismo, no repararon en que una de ellas, embarazada ya de 18 semanas, no aportó ningún informe médico sobre posibles daños psicológicos o malformaciones del feto, como indica la Ley que debe hacerse a partir de la semana 14 de embarazo, sino que cada una pagó 450 euros por abortar, que fueron abonados por los proxenetas que las controlaban.
Por supuesto, la mafia no preguntó a las mujeres si querían abortar o no. Simplemente las llevaron allí porque si su embarazo continuaba no podían seguir ejerciendo la prostitución.
El Juzgado de Instrucción número 40 de Madrid es el encargado de dirigir la investigación junto a la Fiscalía de Madrid. Por ahora, el caso aún sigue en fase de instrucción, por lo que desde el juzgado y la Fiscalía han preferido no pronunciarse acerca del caso.