Kite, una compañía de Gilead, ha recibido la aprobación para implementar una variación de la autorización de comercialización Yescarta (axicabtagene ciloleucel) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para la fabricación de extremo a extremo. Con esta aprobación, las instalaciones de fabricación europeas de Kite, diseñadas y dedicadas a la fabricación de terapias celulares individualizadas, ahora están en pleno funcionamiento.
"Kite se centra principalmente en las necesidades de los pacientes que viven con cáncer y estamos orgullosos de ahora fabricar terapia celular directamente en Europa", ha señalado Christi Shaw, directora ejecutiva de Kite. "Esta instalación beneficiará tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud, permitiendo que Yescarta llegue a los centros de tratamiento europeos más rápidamente y reduzca el tiempo que lleva llegar a los pacientes en casi una semana", ha añadido.
Kite tiene casi 90 centros de tratamiento calificados en 16 países de Europa e Israel. La nueva instalación europea se encuentra junto a uno de los aeropuertos más grandes de Europa, el aeropuerto de Amsterdam Schiphol. Esta ubicación central, con sus enlaces de transporte a la región, reducirá el tiempo de entrega desde y hacia los centros de tratamiento. La instalación tiene la capacidad de producir terapia para hasta 4.000 pacientes por año.
La instalación tiene la capacidad de producir terapia para hasta 4.000 pacientes por año
"Con la tecnología y los procesos mejorados en nuestras nuevas instalaciones, nos complace liderar el próximo capítulo en la fabricación y entrega de la terapia CAR T", ha subrayado, por su parte, Charles Calderaro, jefe global de Operaciones Técnicas de Kite. "Nuestra nueva instalación de fabricación europea está dedicada a la ingeniería celular de vanguardia, lo que permite a los pacientes recibir su tratamiento potencialmente más rápido", ha subrayado Calderaro.
En esta misma línea, Marie José Kersten, médico de Centros Médicos de la Universidad de Amsterdam, ha apuntado que "el pronóstico para los pacientes con linfoma refractario de células B grandes es pobre, con una supervivencia media de aproximadamente seis meses con el estándar de atención previo".
"El acceso oportuno a la terapia celular es crítico, y la comunidad clínica da la bienvenida a la capacidad de fabricar terapias con células TCAR en Europa", ha concluido Kersten.