Métodos anticonceptivos, garantes de la salud y derechos de las mujeres a nivel global

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos para 2030 contemplan la necesidad de garantizar los servicios de salud sexual y reproductiva.

Preservativo (Foto. Rawpixel)
Preservativo (Foto. Rawpixel)
Ángel Luis Jiménez
26 septiembre 2022 | 00:00 h
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 214 millones de mujeres en edad reproductiva (datos relativos a 2017) en países en desarrollo quieren evitar el embarazo, pero no están utilizando ningún método anticonceptivo moderno. Entre los principales obstáculos que encuentran destacan el acceso limitado a la anticoncepción, una selección limitada de métodos, temor a los posibles efectos secundarios, oposición cultural y/o religiosa, mala calidad de los servicios disponibles y barreras basadas en el género.

La información y los servicios de anticoncepción se erigen como piezas fundamentales para garantizar tanto la salud como los derechos de todas las personas. La OMS indica que la prevención de los embarazos no deseados contribuye a reducir la mala salud materna y el número de fallecimientos relacionados con el embarazo.

Los esfuerzos de concienciación social son primordiales a la hora de retrasar los embarazos en niñas que corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud como consecuencia de una maternidad temprana. Señalan además que la prevención de los embarazos en las mujeres mayores también es una cuestión importante puesto que también se enfrentan a numerosos riesgos.

En este sentido los servicios de planificación familiar permiten que las personas alcancen el número deseado de hijos, si deciden tenerlos en caso de embarazo y les otorgan la información necesaria para determinar el espaciamiento de los embarazos, garantizando así tanto la salud de la madre como del futuro hijo.

GRANDES DISPARIDADES ENTRE PAÍSES

Ante esta fotografía la prevención, la información y los métodos anticonceptivos se posicionan como claves a la hora de reducir los embarazos no deseados y los abortos inseguros.

A finales del pasado mes de marzo el Instituto Guttmacher, la OMS y el Programa de Reproducción Humana (HRP, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas, publicaron las primeras estimaciones basadas en modelos de tasas de embarazos no deseados y abortos en 150 países. Una de las conclusiones más preocupantes que se desprende de este documento son las grandes disparidades en el acceso a la atención de la salud sexual y reproductiva.

Los resultados, publicados en BMJ Global Health, analizaron las referidas tasas entre los años 2015 y 2019, con el objetivo de proporcionar información ajustada a la realidad sobre el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva en países con distintos niveles de ingresos.

“Estas variaciones hablan de la necesidad de inversión, incluso en las regiones con tasas bajas de embarazos no deseados para empoderar a las mujeres y niñas de todos los países para elegir en qué circunstancias quieren tener hijos”

Profundizando en los datos vemos que las tasas de embarazos no deseados y abortos varían ampliamente no solo entre países, sino también dentro de una misma región o área geográfica. Las mayores variaciones se observaron en América Latina y el África subsahariana donde las tasas de embarazos no deseados oscilaron entre 41 y 107 por cada 1.000 mujeres y entre 49 y 145 por cada 1.000 mujeres, respectivamente.

Estas disparidades no se manifiestan únicamente en función del nivel de ingresos de cada nación. En el caso de Europa, por ejemplo, la mayoría de los países que reportaron tasas de embarazos no deseados por encima del promedio regional están clasificados como “países de altos ingresos”, mientras que los dos países con las tasas más bajas identificadas se encuentran dentro del grupo de “países con ingresos medios”. Los autores del estudio recalcan ante estas evidencias que son un reflejo de las barreras que existen en el acceso y utilización de la atención médica sexual y reproductiva en los entornos tanto de mayores como de menores recursos

“Estas variaciones hablan de la necesidad de inversión, incluso en las regiones con tasas bajas de embarazos no deseados para empoderar a las mujeres y niñas de todos los países para elegir en qué circunstancias quieren tener hijos”, exponía en la presentación del informe Jonathan Bearak, científico investigador senior del Instituto Guttmacher y autor principal del artículo. “La proporción de embarazos no deseados que termina en aborto, hasta el 68%, incluso entre países que lo han prohibido completamente, ilustra la fuerza del deseo de millones de mujeres y adolescentes de evitar la maternidad no planificada”.

GARANTIZAR SERVICIOS DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos para 2030 contemplan la necesidad de garantizar los servicios de salud sexual y reproductiva: “Para 2030, garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales”.

“Para 2030, garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales”

La OMS trabaja de forma continua en la promoción de la anticoncepción mediante la elaboración de directrices basadas en pruebas sobre la seguridad y prestación de servicios de métodos anticonceptivos, así como sobre la garantía de los derechos humanos en los programas de anticoncepción.

En este sentido es importante señalar que existen múltiples métodos anticonceptivos cuya tasa de efectividad depende del su correcto uso. Los proveedores de atención médica desempeñan un importante papel a la hora de asesorar a cada persona a encontrar y utilizar un método anticonceptivo efectivo y aceptable. Entre estos encontramos los métodos anticonceptivos hormonales, dispositivos intrauterinos, anticonceptivos de emergencia (previenen el embarazo después de mantener relaciones sexuales sin protección o en las que esta ha fallado) y los preservativos.

En el caso de los preservativos, además de evitar los embarazos no deseados, son un elemento indispensable en todos los enfoques y políticas orientados a la prevención del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. De acuerdo con las estimaciones recogidas por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la OMS y ONUSIDA, el correcto uso del preservativo evitó más de 50 millones de nuevas infecciones por VIH desde que se inició la epidemia hasta el año 2015.

Garantizar el acceso de todas las personas a los métodos anticonceptivos que mejor se ajusten a sus necesidades y principios, es un claro avance en la promoción de varios derechos humanos como el derecho a la vida y a la libertad, la libertad de opinión y expresión o el derecho a la educación. El uso de anticonceptivos brinda importantes beneficios para la salud como los que se han expuesto a lo largo de estas líneas y, además, ofrece una serie de beneficios no relacionados con la salud que abarcan mayores oportunidades de educación y empoderamiento de las mujeres, así como un crecimiento demográfico y desarrollo económico sostenibles para los países.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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