Entre el 10 y el 15% de todas las prescripciones de antibióticos son realizadas por dentistas. El uso responsable de estos medicamentos es fundamental para frenar la resistencia antibacteriana, que ya provoca el fallecimiento de 35.000 personas cada año, según los datos de la Comisión Europea.
La odontología genética puede jugar un papel fundamental en la reducción de la prescripción de antibióticos y la efectividad de los mismos. Por eso cada vez son más los dentistas que abogan por la realización de pruebas de laboratorio para apoyar sus prescripciones.
La Doctora en Biología Molecular y gerente de Hyssogenix Odontología Genética, María Mena, en declaraciones a Dentalia, afirma que en las pruebas de laboratorio realizan “una técnica cuantitativa por la cual sabemos qué bacteria está presente y en qué cantidad, algo que es fundamental ya que dependiendo de las bacterias y las cantidades, se recomienda si es necesario el antibiótico o no; y en caso de ser necesario se puede recomendar el más adecuado”.
“Con estos análisis conseguimos evitar resistencias futuras y que la enfermedad periodontal siga avanzando en el paciente”
“Con estos análisis conseguimos reducir el uso de antibióticos en odontología y en caso de ser necesarios, evitar resistencias futuras” algo importante ya que actualmente los dentistas detectan que, según la experta, “en muchos de los tratamientos habituales las bacterias son resistentes, con lo cual la enfermedad periodontal sigue avanzando en el paciente”.
Este laboratorio de odontología genética también realiza test de predisposición genética que analiza la “predisposición que posee un paciente a padecer la enfermedad periodontal. En estos análisis miramos cuatro marcadores que están relacionados con inflamación y damos un riesgo de periodontitis crónica o aguda”, afirma Mena.
Estas pruebas ayudan a los profesionales a prevenir enfermedades periodontales. “En primer lugar, intentamos concienciar al paciente del alto riesgo de sufrir periodontitis, de la importancia de la higiene bucodental y de no aplazar las revisiones periódicas con el odontólogo, por ese mayor riesgo. Y por otro lado, hacemos que el odontólogo tenga especial cuidado con ciertos pacientes, con mayor riesgo genético, en los que la aparición de ciertas señales de gingivitis o periodontitis puede llevarle a asignar o ajustar el tratamiento y las revisiones para evitar que aparezca o avance la enfermedad”, resalta Mena.
Los test de predisposición genética pueden establecer el riesgo que tiene un paciente de sufrir periodontitis crónica o aguda
La realización de los test en las clínicas dentales se lleva a cabo a petición del odontólogo y es el mismo profesional quien toma una muestra de la zona subgingival o de las zonas más afectadas, que se manda al laboratorio donde de forma anonimizada se analiza y se envía un informe al dentista con los resultados del paciente.
Actualmente, afirma la responsable de Hyssogenix, se trabaja en proyectos de I+D “estudiando el microbioma en la enfermedad periodontal para observar, no sólo las bacterias que son patógenas, sino también las bacterias beneficiosas que pueden faltar a un paciente para analizar cómo los tratamientos con ciertos probióticos pueden hacer que se reduzca el uso de antibióticos". Es decir, añade la experta, si alguien tiene una disbiosis en la boca, "no solo habría que valorar el tratamiento con antibióticos, sino incorporar ciertos probióticos mejorando primero la salud bucal del propio paciente y evitando el avance de la enfermedad, y fomentando el uso de tratamientos menos dañinos también para el entorno bucal”.
En un futuro el estudio del microbioma oral también podría abordar otras patologías. Mena indica que actualmente ya trabajan “analizando otras enfermedades, como por ejemplo la hipomineralización molar-incisiva (MIH) en niños, para ver cómo el conjunto de bacterias de la boca está relacionado con el desarrollo de esa enfermedad en la edad pediátrica”.
“Muchas veces descubrimos que aunque al paciente se le había tratado previamente con antibiótico no era el adecuado”
La medicina genómica o personalizada va encaminada a adecuar los tratamientos a lo que necesita el paciente y estos test de predisposición genética permiten establecer una rutina de revisiones odontológicas adaptadas a cada paciente según el riesgo de desarrollar patologías bucodentales.
La odontología genética está cada vez más inmersa en las consultas dentales por los beneficios en los resultados que obtienen los dentistas con estas herramientas. “En muchos casos que analizamos descubrimos que aunque al paciente se le ha tratado previamente con antibiótico no era el adecuado porque aún era resistente y cuando aplican lo aconsejado tras el test genético, observan que, tras varios meses en tratamiento con el antibiótico adecuado, la enfermedad se controla”.
Los buenos resultados de estas pruebas hacen que cada vez se realicen más, en muchas ocasiones de forma preventiva. “Los profesionales que hacen estas pruebas cada vez nos envían más muestras y en estadios más iniciales ya que si detectan la enfermedad periodontal de forma temprana en muchos casos no es necesario el uso de antibióticos”, concluye.