Uno de cada diez menores de 12 años son portadores de ortodoncia, según la Encuesta de Salud Oral en España 2020. Esta cifra se eleva hasta el 12,6% en el caso de los adolescentes de 15 años. Vigilar nuestra salud oral y mantener pautas correctas de higiene bucodental podrían evitar el uso de ortodoncia en algunos casos detectando problemas de forma precoz que ayuden a tratar de forma temprana algunas patologías evitando consecuencias que puedan perjudicar nuestra salud dental. La odontóloga Elara Fleitas, fundadora de Clínica Dental Ortodoncia Dra. Fleitas, en declaraciones a Dentalia, aporta 5 consejos para evitar la ortodoncia en menores.
El primero de los consejos es vigilar la erupción dental durante la infancia. “Los primeros dientes en aparecer son los incisivos centrales entre los 8 y los 12 meses”, apunta la odontóloga. Después aparecen los incisivos laterales y tras el primer año de vida los caninos y los primeros molares. Los segundos molares pueden erupcionar a partir de los 23 meses. “Al final de este proceso el niño tendrá 20 dientes, 10 en la parte inferior y 10 en la parte superior”, explica la Dra. Fleitas.
“No debemos perder los dientes de leche antes de tiempo”, apunta la doctora. Una correcta higiene dental y vigilancia por parte de un profesional es vital para mantener una buena salud bucodental. Los dientes permanentes erupcionan a partir de los 6 u 8 años “comenzando por los incisivos y primeros molares, incisivos laterales, caninos, premolares y segundos y terceros molares.
“Las caries y empastes alteran la forma y espacio de los dientes y debemos evitarlas”
La segunda de las recomendaciones de la odontóloga es mantener una correcta higiene dental. “Las caries y empastes alteran la forma y espacio de los dientes y debemos evitarlas”, afirma la odontóloga. Desde el nacimiento y durante los primeros meses de vida los padres deben ocuparse de la higiene dental “limpiando su boca con un paño o gasa suave y húmeda o un dedal de silicona después de cada comida para eliminar la placa y los restos de leche”, explica la doctora quien afirma que no debemos usar pasta dental.
Desde la erupción del primer diente hasta los dos años la limpieza puede hacerse con un cepillo de dientes de cerdas suaves “sólo con agua y cuando se tengan ya un par de dientes, empezaremos a usar una cantidad de pasta que contenga flúor, equivalente a un grano de arroz”, apunta. A partir de los dos años la cantidad puede ser ya la similar a un guisante. “Es importante dar ejemplo y que los niños vean en los adultos que deben cepillarse los dientes al menos dos veces al día”, indica la Dra. Fleitas. “A partir de los 6 años los niños ya pueden usar pasta dental para adultos y se puede considerar el uso de un colutorio con flúor”, añade.
Los expertos recomiendan limitar o dejar de usar el chupete a partir de los 2 años para prevenir problemas dentales
El tercero de los consejos de la odontóloga para evitar que los niños necesiten ortodoncia es evitar y controlar los hábitos infantiles. En ocasiones “estos producen malformaciones en la posición y el crecimiento de los dientes y huesos”, señala la doctora. Uno de los hábitos más comunes es el uso de chupete que tiene “sus pros y sus contras”, apunta. Entre las ventajas está la satisfacción del reflejo de succión, la ayuda para conciliar el sueño y la reducción del síndrome de muerte súbita del lactante. Entre los inconvenientes de su uso enumera la interferencia con la lactancia materna, los posibles problemas dentales y la dependencia psicológica que puede generar. “Los expertos recomiendan limitar o dejar de usar el chupete a partir de los 2 años para prevenir problemas dentales. Yo suelo recomendar limitar su uso a la noche a partir de los 18 meses y evitar su uso por completo desde los tres años”, indica la Dra. Fleitas.
Otro de los hábitos entre los niños es chuparse el dedo. “Aunque es algo común, y puede ser una fuente de consuelo, tiene desventajas y aumenta el riesgo potencial de mordida abierta”, apunta la doctora. Esto puede producir problemas al masticar y morder, alteraciones en el habla o deformidad en el paladar y mordida cruzada, que es un crecimiento anormal de la mandíbula. “Para reducir el riesgo de alteración en la forma y crecimiento maxilomandibular, debemos retirar el uso de chupetes, biberones y el hábito de succión digital, no más tarde de los 3 años. A partir de los 18 meses su uso debería ser solo nocturno”, advierte la odontóloga.
Para reducir el riesgo de alteración en la forma y crecimiento maxilomandibular, debemos retirar el uso de chupetes y biberones antes de los 3 años
El cuarto consejo que aporta la doctora es identificar a tiempo una respiración oral en los niños. Esta puede producirse por varias causas como “una congestión nasal crónica, ya que las alergias, resfriados o sinusitis pueden obstruir las vías nasales y dificultar la respiración del niño por la nariz”. La experta también alerta de que algunos hábitos como la succión del pulgar, además de alterar la forma de la boca del niño, “puede fomentar la respiración oral”. Además apunta que se debe prestar atención a “problemas estructurales en la nariz o en la boca que puedan tener algunos niños que dificultan la respiración nasal, como un tabique desviado o una mandíbula inferior pequeña”. Además de problemas dentales, “la respiración oral puede ser causa de problemas de sueño, del habla y alteraciones del crecimiento facial”, añade.
Una de las consecuencias en niños que respira por la boca de forma crónica es el desarrollo de Fascies Adenoidea que “puede tener como consecuencias una mandíbula inferiorretrasada, ojeras bajo los ojos, cara más larga y estrecha o una boca más abierta y labios secos y agrietados”. En estos casos el tratamiento pasa por identificar la causa subyacente y tratarla, bien con terapia de reeducación respiratoria, ortodoncia o terapia del habla.
La deglución atípica puede provocar complicaciones dentales y cambios en el crecimiento facial
Y el quinto consejo que puede ayudar a evitar la ortodoncia en niños es la identificación temprana de la deglución atípica. “Es un patrón en el que la lengua empuja hacia delante y, a veces, contra o entre los dientes a la hora de tragar y que se prolonga más allá de los cuatro años”, explica la doctora. Las consecuencias de este problema son complicaciones dentales, cambios en el crecimiento facial, problemas para masticar o tragar bien así como desarrollar la respiración bucal.
Los datos del Libro Blanco de la Salud Bucodental en España 2020, muestran que el 58% de la población infantil ha recibido algún tipo de tratamiento dental. Los tratamientos más frecuentes fueron las obturaciones (40%) y los de ortodoncia (10%), tratamientos que en cierta medida podrían evitarse siguiendo las recomendaciones para vigilar y mantener una buena salud oral de los expertos.