Los casos de bruxismo en España se han multiplicado por cuatro desde el inicio de la pandemia. El porcentaje de personas que sufren este trastorno ha pasado de un 6% a un 23%, según el 'Libro Blanco 2023' que analiza las repercusiones del impacto del coronavirus en la salud bucodental de los españoles.
Para combatir esta patología, desde la Sociedad Española de Disfunción Craneomendibular y Dolor Orofacial (SEDCYDO) se están estudiando las aplicaciones terapéuticas de las infiltraciones de toxina botulínica y ácido hialurónico en Odontología, concretamente, en el manejo de las afecciones de la articulación temporomandibular (ATM). Recientemente en una reunión con el Consejo de Dentistas, representantes de SEDCYDO exploraron las posibilidades sobre las aplicaciones terapéuticas de las infiltraciones con ambas sustancias en tratamientos odontológicos.
SEDCYDO trabaja en el estudio de las aplicaciones terapéuticas de infiltraciones de toxina botulínica y ácido hialurónico en Odontología
En declaraciones a Dentalia, representantes de SEDCYDO apuntan que “no existe ningún tratamiento específico para eliminar o ‘curar’ el bruxismo. Deberíamos hablar de manejo del bruxismo y no de tratamiento”. El bruxismo es una actividad muscular que tiene su origen en el sistema nervioso central, en grupos de neuronas situadas en el tronco del encéfalo. “Daremos información a los pacientes sobre los supuestos desencadenantes de esta actividad con el objetivo de prevenir sus consecuencias en las estructuras orofaciales e indicar el tratamiento de estas consecuencias cuando sea necesario por desgaste dental o dolor muscular”, indican desde la sociedad.
“De entre las opciones de manejo, las farmacológicas, como el clonazepam o la toxina botulínica, reducen la actividad sólo a corto plazo”, afirman desde SEDCYDO. “En otro grupo estarían las estrategias de modificación de conducta: higiene de sueño, relajación, terapia cognitivo-conductual y uso de dispositivos de feed-back; y finalmente, la indicación de la férula oclusal rígida protegerá del desgaste dental y podrá reducir la actividad muscular inicialmente, pero de forma transitoria, también podrá ayudar a disminuir el dolor muscular y articular si es el caso”, añaden.
Las propiedades biocompatibles y regenerativas hacen destacar el uso de ácido hialurónico en el campo de la odontología
El ácido hialurónico (AH) destaca en odontología por sus propiedades biocompatibles y regenerativas. Su aplicación abarca diversas disciplinas, como cirugía oral al mejorar los tejidos blandos y cicatrización; en los trastornos temporomandibulares por la reducción de inflamación, la mejora de lubricación articular y la estimulación de regeneración tisular; la terapia periodontal por la reducción de bolsas periodontales y regeneración tisular; la implantología por el aumento de densidad ósea; la endodoncia por la minimización de malestar postoperatorio y utilización como irrigante; la ortodoncia por la reducción de dolor y promoción de movilidad dentaria; así como la estética facial por su acción de relleno dérmico para restaurar volumen. Desde SEDCYDO resaltan “la necesidad de investigación para optimizar formulaciones y explorar nuevas aplicaciones futuras en odontología”.
“La demanda de procedimientos terapéuticos y estéticos que involucran el ácido hialurónico ha ido en aumento debido a su versatilidad y beneficios en diversas áreas de la odontología”, afirman desde SEDCYDO. La popularidad de estos tratamientos puede atribuirse a la creciente conciencia pública sobre las opciones disponibles para mejorar la apariencia y la salud oral, así como a los avances en la investigación y la tecnología odontológica. “Sin embargo, para obtener datos específicos y actualizados sobre la prevalencia exacta en el número de profesionales que aplican estos tratamientos, sería necesario realizar estudios de mercado o encuestas odontológicas que no existen por el momento”, puntualizan.
USO DE LA TOXINA BOTULÍNICA EN ODONTOLOGÍA
“Existe buena evidencia científica para respaldar el uso de inyecciones de toxina botulínica tipo A (BTX-A) para el tratamiento de la hipertrofia del masetero, una posible consecuencia estética del bruxismo en algunos pacientes”, explican expertos de SEDCYDO. Apuntan que estudios recientes han demostrado que el tratamiento con inyecciones de BTX puede ser eficaz en casos de dolor neuropático, como la neuralgia posherpética, la neuropatía diabética o la neuralgia del trigémino.
La BTX-A es una proteína que produce un bloqueo en la unión de la acetilcolina con las placas terminales del músculo (placa motora). “Inyectado por vía intramuscular en dosis terapéuticas, produce relajación muscular, y su efecto es temporal”, explican desde SEDCYDO.
Desde la Sociedad indican que la investigación disponible no es concluyente y no muestra suficiente evidencia de que el bruxismo pueda tratarse con inyecciones de BTX-A. “Sin embargo, se han mostrado resultados prometedores en estudios individuales y se necesita más investigación en esta área mediante estudios prospectivos bien diseñados, en muestras de pacientes más amplias y en períodos de tiempo más largos”, añaden.
“Se han mostrado resultados prometedores en estudios individuales pero se necesita más investigación”
Los representantes de la Sociedad Española de Disfunción Craneomendibular y Dolor Orofacial consultados por Dentalia, recuerdan que “por el momento, su indicación en Odontología en cuanto al manejo del bruxismo es considerada ‘fuera de ficha técnica’, precisamente porque están pendientes de confirmarse los efectos sobre el hueso a largo plazo, el impacto según género y edad, la dosis-dependencia y la frecuencia del ciclo de tratamiento, así como los efectos de las diferentes marcas de BTX-A disponibles”.
Al considerar la prescripción de BTX-A, se debe prestar atención a los efectos secundarios o adversos comunes informados por la FDA, como astenia, blefaroptosis, disfagia, miastenia, dolor de cuello, alteraciones visuales, xerostomía e hiposalivación.
“No existen por el momento unas guías de práctica clínica en cuanto a la aplicación de BTX-A para el tratamiento del bruxismo, ya que no se dispone de suficiente evidencia científica para establecer tanto la eficacia como la seguridad de la BTX-A en el tratamiento del bruxismo”, concluyen desde SEDCYDO.