La mayoría de las personas que se somete a un tratamiento de ortodoncia es por motivos estéticos, además de querer mejorar la función y salud de la boca.
Por norma general, el mejor momento para someterse a este tratamiento es durante la etapa de crecimiento, pero cada vez son más los pacientes que se ponen ortodoncia a partir de los 40 años.
Puede resultarte extraño, pero a partir de esta edad es cuando empiezan a hacerse visibles los cambios y problemas que originan el envejecimiento propio de los tejidos y las estructuras bucodentales.
Según el doctor Juan Carlos Pérez Varela, “un tratamiento ortodóncico en manos de un buen especialista puede lograr un cierto efecto anti-edad corrigiendo algunos de los efectos del paso del tiempo: levantar la punta de la nariz, ganar soporte malar, darle mayor proyección al labio y aumentar levemente el grado de exposición de la encía”.
Si lo que buscas es un cambio de apariencia en el rostro, es imposible conseguirlo únicamente con ortodoncia, ya que en un paciente adulto no se puede adelantar el maxilar. Por ello, habría que recurrir a la combinación de ortodoncia y cirugía ortognatica que logra corregir muchos de los efectos de la edad en la cara.
CIRUGÍA ORTOGNÁTICA
El doctor Pérez Varela, de MAEX Santiago explica que “hay una serie de pacientes adultos que por cuestiones genéticas, si queremos mejorar el alineamiento y la oclusión, necesitamos hacer cirugía ortognática, ya que vamos a conseguir recolocar los huesos en una posición adecuada, mejorar la oclusión, la estética facial e incluso mejora aún más la estética de la sonrisa”.
En conclusión, el objetivo de los tratamientos combinados de ortodoncia y cirugía ortognática es lograr una perfecta función masticatoria, con dientes bien alineados y nivelados y una armonía facial con una cara bien proporcionada desde el punto de vista estético.