La cámara hiperbárica, también conocida como cámara de oxígeno hiperbárico, es un dispositivo médico que utiliza una atmósfera controlada de oxígeno puro a una presión superior a la atmosférica. Es decir, el paciente experimenta un entorno en el que la presión es mayor que la atmosférica habitual a nivel del mar. En el ámbito de la odontología la terapia con cámara hiperbárica ha demostrado ser una herramienta valiosa para acelerar la recuperación y mejorar los resultados de varios procedimientos.
Según explica a Dentalia la Dra. Cristina Moreno, odontóloga y directora del Centro Odontológico MC2, “este aumento en la presión y la concentración de oxígeno permite que el cuerpo absorba más oxígeno en la sangre y los tejidos, lo que a su vez promueve una serie de procesos beneficiosos para la salud”. La experta afirma que “la terapia hiperbárica se ha utilizado durante décadas en una variedad de campos médicos, incluida la odontología”. Después de algunas cirugías orales, como extracciones de muelas del juicio o implantes dentales, “la cámara hiperbárica puede acelerar significativamente el proceso de cicatrización, reduciendo el riesgo de infecciones y complicaciones”, afirma la Dra. Moreno.
El uso de la terapia hiperbárica es muy eficaz en procesos de cicatrización después de algunas cirugías orales
El uso de la cámara hiperbárica “puede ayudar en casos de infecciones graves en la boca, como la osteomielitis maxilar”, en cuyo tratamiento, “la cámara hiperbárica puede ser parte de un enfoque terapéutico integral para combatir la infección y promover la curación”, añade la facultativa.
La terapia hiperbárica también ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de una serie de patologías como las úlceras diabéticas ya que ayuda a mejorar la cicatrización de llagas, puede aliviar los efectos secundarios de la radioterapia, como quemaduras en la piel y daño tisular, así como favorecer la recuperación de lesiones traumáticas, como fracturas y lesiones por aplastamiento ya que aumenta el suministro de oxígeno a los tejidos afectados.
UN TRATAMIENTO EFICAZ TRAS RADIOTERAPIA DE CABEZA Y CUELLO
La radioterapia es parte del procedimiento utilizado para el tratamiento de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello. A pesar de tener efectos adversos en los tejidos residuales normales, sin embargo en el objetivo de eliminar este tipo de tumores el paciente y el oncólogo aceptan cierto daño colateral como complicación. Cada uno de los especialistas juegan papeles importantes en la determinación del éxito del tratamiento y el odontólogo es uno de ellos ofreciendo posibilidades y opciones tanto en la condición funcional como estética del paciente.
La osteorradionecrosis es una complicación grave de la irradiación que produce una disminución en el número y calibre de los vasos sanguíneos que irrigan a los huesos maxilares, por lo tanto existe una reducción en la capacidad de reparación y la posibilidad de una infección. La oxigenación mediante la cámara hiperbárica es una de las opciones para ayudar a conseguir el éxito del tratamiento en pacientes que presenten osteorradionecrosis.
“Para pacientes que han recibido radioterapia en la cabeza o el cuello la osteoradionecrosis de los huesos maxilares es una preocupación común. La terapia hiperbárica puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea en esta zona, lo que facilita la cicatrización y previene la necrosis ósea”, explica la odontóloga.
La cámara hiperbárica permite ofrecer una odontología mucho más efectiva en cuento a los procedimientos odontológicos
La terapia hiperbárica con oxígeno se utilizó primero para el tratamiento de enfermedad de descompresión y accidentes de buceo. Ahora ha demostrado ser eficaz para muchas condiciones médicas y quirúrgicas. Esta terapia no es invasiva ni dolorosa, y generalmente se usa para mejorar el proceso natural de cicatrización del cuerpo.
“La cámara hiperbárica mejora los tratamientos al acelerar la recuperación, reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Su capacidad para promover la cicatrización, combatir las infecciones y aliviar los efectos secundarios de la radioterapia la convierten en una herramienta esencial en la medicina moderna”, afirma la Dra. Moreno.
Esta tecnología permite, según la doctora, ejercer una “odontología más amable con el paciente y mucho más efectiva en la forma en que abordamos diversas patologías y procedimientos odontológicos”.
“Su capacidad para aumentar la presión y la concentración de oxígeno en el cuerpo abre nuevas puertas para el tratamiento y la curación de una amplia gama de afecciones, brindando esperanza y mejorando la calidad de vida de los pacientes”, explica Moreno.