Las novedades tecnológicas unidas a la inteligencia artificial han revolucionado la forma de trabajar de los odontólogos facilitando intervenciones, aumentando la seguridad de los tratamientos y aportando múltiples beneficios a los pacientes.
Uno de estos avances viene de la mano del sistema de neuronavegación de cirugía guiada dinámica para implantología usado desde hace años por el Dr. Antonio Bowen, odontólogo especilista en cirugía oral e implantología y director del Master de Implantología de la Universidad Isabel I. En declaraciones a Dentalia explica que “en implantología tenemos dos técnicas de trabajo: la técnica a mano alzada libre, la tradicional; o la guiada por ordenador. Esta técnica guiada por ordenador puede ser mediante una guía estática que se realiza con una plantilla con la cual ponemos los implantes donde se programa. O bien la que llamamos la cirugía guiada dinámica, en la que tenemos una asistente que nos indica cómo tenemos que trabajar”.
Este sistema permite al odontólogo identificar en todo momento el punto exacto en el que está trabajando
El neuronavegador es una herramienta de cirugía que actúa como una especie de GPS, utilizado desde hace años en medicina y que ya se ha adaptado al ámbito de la odontología y la cirugía oral. Esta herramienta permite al odontólogo tener la mayor precisión acerca de dónde tiene que actuar pudiendo correlacionar lo que está viendo directamente con las imágenes tomadas por una resonancia magnética.
“Esta tecnología trabaja con un sistema de fotogrametría combinado con cámara de vídeo que funcionan con un algoritmo especial desarrollado en base a un sistema de inteligencia artificial, de tal manera que identifica en todo momento el punto exacto en el que vas a trabajar”, explica el Dr. Bowen.
Esta tecnología permite una precisión muy elevada durante las intervenciones ya que “el sistema te guía exactamente a la zona en la que tienes que poner un implante, quitar un tumor, quitar un quiste, quitar un diente, hacer una endodoncia, cortar un trozo de hueso, poner un tornillo de fijación”, apunta el doctor.
“Aunque el paciente se mueva, el sistema de identifica dónde estás trabajando, por lo que la precisión es absoluta”, apunta el doctor
Este sistema permite, entre otras aplicaciones, realizar tratamientos quirúrgicos: implantología, extracción de dientes, extirpación de quistes; facilita los tratamientos endodónticos, en los casos en los que es complicado localizar el conducto donde está el nervio por estar calcificado por ejemplo; así como para realizar injertos de hueso.
Según explica el director de la Clínica Bowen, “este software se basa en un sistema de interpretación de radiografías. Antes de trabajar debemos hacer una tomografía computarizada de haz cónico (CBTC), que además emplean siete veces menos radiación de la convencional a una alta resolución, tanto a nivel de tejidos duros como blandos. Con estos datos planificamos qué intervención queremos hacer y directamente el software nos indica punto exacto al que tenemos que ir”.
Este sistema aporta una mayor tranquilidad al profesional dental ya que “durante la cirugía, el odontólogo tiene como una especie de diana que te indica que estás llegando al punto donde tenemos que actuar. Además este sistema permite hacer un seguimiento, independientemente de que el paciente mueva la cabeza o no, y te localiza en cada momento dónde estás trabajando por lo que la precisión es absoluta”.
“Gracias a este sistema conseguimos post-operatorios más cómodos y menos molestos para el paciente”, apunta el Dr. Bowen
Este nuevo modelo de cirugía es muy aceptado y apreciado por los pacientes, según el Dr. Bowen, ya que le aporta múltiples beneficios como menos dolor, menos inflamación, ausencia de sangrado, además de una recuperación más rápida. “La recuperación de un paciente habitualmente, con cirugía abierta, es de prácticamente entre siete y diez días, con este sistema las recuperaciones pueden ser de 24 horas”, destaca el doctor.
En el caso de intervenciones de implantología, el Dr. Bowen señala que aproximadamente el 75% de las cirugías se hacen ahora sin puntos y con una precisión casi absoluta, respecto a cómo se trabajaba antiguamente. “Con este sistema conseguimos intervenciones muy rápidas, muy poco invasivas, y con unos post-operatorios más cómodos y menos molestos para el paciente”, concluye el Dr. Bowen.