La digitalización y la inteligencia artificial (IA) están marcando un antes y un después en el ámbito odontológico, desde el diagnóstico precoz hasta la prevención. “Los avances tecnológicos en odontología han transformado drásticamente nuestra práctica diaria, permitiéndonos ofrecer diagnósticos más precisos, tratamientos personalizados y una experiencia optimizada para el paciente”, explica en declaraciones a Dentalia, Pablo Ramírez, especialista en ortodoncia de la Clínica Ramírez de Las Palmas.
Entre las herramientas más destacadas que están cambiando la práctica odontológica el experto destaca el escáner intraoral. “Este dispositivo nos permite obtener una reproducción digital detallada de la cavidad oral sin necesidad de métodos invasivos como las impresiones tradicionales. Con imágenes tridimensionales y a color de alta precisión, logramos un análisis detallado y fiable que facilita la planificación de tratamientos y asegura que cada procedimiento sea lo menos invasivo posible”, explica Ramírez.
Además, la digitalización ha permitido la evolución de la monitorización de pacientes, optimizando el control a largo plazo. “Hoy en día contamos con herramientas que nos permiten seguir la evolución de los casos a lo largo del tiempo, comparando escaneos y detectando cambios mínimos antes de que se conviertan en problemas más serios”, añade. Este enfoque no solo mejora la salud bucal del paciente, sino que también refuerza la prevención mediante intervenciones tempranas.
“Contamos con herramientas que nos permiten detectar cambios mínimos antes de que se conviertan en problemas más serios”
Los métodos diagnósticos avanzados no solo mejoran el tratamiento, sino que también pueden evitar la aparición de enfermedades orales. Ramírez destaca que los sistemas de inteligencia artificial (IA) son capaces de identificar patrones en radiografías y escaneos que revelan predisposición a problemas como enfermedades periodontales, caries o desgaste dental. “Esta precisión en el análisis visual permite intervenir antes de que los síntomas se desarrollen y reduzcan la necesidad de tratamientos invasivos”, subraya Ramirez.
“Con esta información, podemos implementar medidas preventivas específicas, como limpiezas más frecuentes, tratamientos para reforzar el esmalte o protectores bucales para pacientes con bruxismo, antes de que los síntomas se manifiesten”, detalla el especialista.
Además, la tecnología ha transformado la comunicación con los pacientes, haciéndola más visual y comprensible. “Ver imágenes de alta resolución y modelos tridimensionales de su propia boca ayuda al paciente a entender mejor su salud bucal. Incluso, la IA resalta zonas de riesgo en las radiografías con colores, lo que hace los problemas visibles y fáciles de comprender”, explica. Esta visualización aumenta la conciencia sobre el cuidado preventivo y fomenta una mayor adherencia a las recomendaciones clínicas.
“La odontología se encamina hacia una práctica más efectiva, accesible y centrada en el bienestar integral del paciente”
A pesar de sus múltiples beneficios, la integración de estas tecnologías plantea retos importantes en el ámbito clínico. Según Ramírez, “uno de los principales desafíos es el proceso de adaptación al cambio, tanto en los protocolos de trabajo como en la mentalidad del equipo. Esto requiere una actualización continua de conocimientos y habilidades por parte del odontólogo”.
Sin embargo, los beneficios a largo plazo son indiscutibles. Y en el futuro, Ramírez visualiza una odontología aún más avanzada: “Los sistemas de IA probablemente serán capaces de analizar no solo radiografías y escaneos intraorales, sino también grandes volúmenes de datos de cada paciente, combinando su historial clínico, factores genéticos y patrones de salud bucal para generar diagnósticos más completos y personalizados”, detalla el experto. “Esta capacidad predictiva permitirá no solo detectar patologías en etapas más tempranas, sino también anticipar y prevenir problemas antes de que surjan”, añade.
Según el especialista, “la integración de métodos diagnósticos avanzados en odontología abre un futuro prometedor tanto para el clínico como para el paciente”, permitiendo diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados que mejoran los resultados a largo plazo. “La inteligencia artificial y la monitorización digital fortalecen la prevención y el seguimiento, promoviendo una salud bucal óptima. Con estos avances, la odontología se encamina hacia una práctica más efectiva, accesible y centrada en el bienestar integral del paciente”, concluye.