El electromiógrafo en Odontología permite mejores diagnósticos y tratamientos más personalizados

Este dispositivo permite a los profesionales medir la actividad eléctrica de los músculos para un mejor resultado en rehabilitaciones o en el tratamiento del bruxismo

Dentista usando un electromiógrafo en un paciente (Foto cedida a Consalud por Clínica Dental Sebydent)
Dentista usando un electromiógrafo en un paciente (Foto cedida a Consalud por Clínica Dental Sebydent)
Diego Domingo
13 mayo 2024 | 12:00 h

La tecnología ofrece cada día a los dentistas nuevas herramientas para mejorar diagnósticos y tratamientos de los pacientes. Entre las últimas novedades destaca el electromiógrafo, un dispositivo utilizado para realizar rehabilitaciones o para el tratamiento del bruxismo que permite a los profesionales medir la actividad eléctrica de los músculos. Además los datos recopilados con un electromiógrafo pueden ser útiles para la investigación en el campo de la odontología y mejorar el entendimiento de los trastornos orales así como desarrollar nuevas estrategias de tratamiento.

En declaraciones a Dentalia, la odontóloga de la Clínica Dental Sebydent, Flavia Sessa, experta en periodoncia y cirugía, explica cómo funciona el dispositivo: “Consta de cuatro pegatinas que se colocan en la cara del paciente, concretamente en los músculos implicados en la masticación y se le hace al paciente morder con fuerza con las muelas, masticar, y en unos segundos el electromiógrafo realiza un diagnóstico de cómo se encuentra muscularmente el paciente”. 

“Nos da muchísima información para cualquier rehabilitación que hagamos a un paciente ya sea un empaste, una corona o las férulas de descarga”

A través de este dispositivo, la experta revela que se puede determinar si el paciente está contracturado, si los músculos trabajan por igual en el mismo lado, cómo trabajan en la demanda contralateral o hacia donde hay un mayor desplazamiento de carga, por ejemplo. “Esto nos da muchísima información, muy útil en cualquier rehabilitación que vayamos a hacer en el paciente ya sea un empaste, una corona o las férulas de descarga que se realizan para los pacientes con bruxismo”, afirma la doctora.  

“El bruxismo requiere una terapia conjunta entre un buen fisioterapeuta y un dentista”, indica la experta que recuerda que durante su tratamiento “es muy importante colocar al paciente una férula de descarga que tiene que llevar durante la noche, realizada a medida de la boca del paciente en un laboratorio y para cuyo diseño, aparte de la forma mecánica que veníamos usando ahora, podemos también aprovechar esta tecnología”, afirma la Dra. Sessa. “El electromiógrafo permite hacer al paciente un diagnóstico previo al diseño para ver lo desequilibrado muscularmente que está y cuánto debemos corregir”, enfatiza.

“Al medir la actividad muscular antes y después del tratamiento, se puede determinar si ha habido mejoras y ajustar el plan de tratamiento en consecuencia”

El electromiógrafo aporta entre sus beneficios un diagnóstico más preciso al permitir evaluar la actividad muscular de la boca, lo que ayuda en el diagnóstico preciso de trastornos neuromusculares, como el bruxismo o trastornos temporomandibulares (TMJ).  Recuerda que normalmente el ajuste se realizaba de manera manual pero este dispositivo te aporta información para poder aumentar la seguridad porque “se puede repetir la prueba con la férula confeccionada para comprobar la efectividad del tratamiento y estar seguros de que llevaremos los músculos a una posición 100% de relajación”, destaca la Dra. Sessa. 

Ese análisis del tratamiento que permite el dispositivo ayuda a los odontólogos a evaluar la efectividad de los tratamientos prescritos para trastornos de la mandíbula y la boca. “Al medir la actividad muscular antes y después del tratamiento, se puede determinar si ha habido mejoras y ajustar el plan de tratamiento en consecuencia”, afirma la experta.

Hasta el momento, la Dra. Sessa relata: “Cuando colocamos un implante o mandamos hacer una corona controlamos la oclusión de manera mecánica, que es un método muy efectivo, pero nada nos dice, según esa mordida, cómo están respondiendo los músculos”.  Gracias a que el electromiógrafo proporciona mediciones precisas de la actividad muscular, permite a los dentistas personalizar el tratamiento para cada paciente. 

“La odontología cada año nos aporta descubrimientos nuevos que cambian la forma de trabajar en la consulta”

“Cada persona es un mundo”, afirma la Dra. Sessa. “Hay personas que aprietan más y menos,  otras que otras que utilizan más el músculo temporal o el masetero… Este dispositivo nos da toda esa información, lo que permite realizar un ajuste individual de cada tratamiento”, añade. 

Además, al poder identificar patrones anormales de actividad muscular en la boca, se pueden tomar medidas preventivas para evitar lesiones o agravamientos de trastornos existentes. “Gracias al electromiógrafo tenemos mucha confianza en que el tratamiento se ha hecho de forma perfecta, algo que luego también nos confirman los pacientes cuando vuelven a la consulta”, indica la experta. 

Recuerda que con el método tradicional mecánico “se marcaban los contactos malos, que los eliminamos, dejando los buenos. Pero la odontología cada año nos aporta descubrimientos nuevos que cambian la forma de trabajar en la consulta”, destaca la doctora. Entre las ventajas de este dispositivo, además de las ya mencionadas, añade la Dra. Sessa: la rapidez, que no es necesario anestesiar al paciente, no es nada invasivo, no duele y es muy sencillo e intuitivo. “Además gracias a este aparato tecnológico se puede generar un informe que el paciente se puede llevar a su casa para que pueda conocer cómo funciona su musculatura”, concluye.

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