A menudo los dentistas deben adoptar posturas en el ejercicio diario de su profesión que pueden llegar a provocar molestias o dolencias. Según los expertos, la aparición de alteraciones musculoesqueléticas está relacionada con la realización de movimientos repetitivos, aplicación de fuerzay posturas incómodas y mantenidas en el trabajo. Estas situaciones son frecuentes en las consultas dentales.
Los hábitos posturales pueden influir en la movilidad futura de los odontólogos. Pero Pablo Herrera, vicedecano del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid afirma en declaraciones a Dentalia que “la postura que los dentistas deben tener a la hora de realizar su labor profesional no es el origen de los problemas. El mayor problema es el tiempo que se mantenga cualquier postura”, desvela el experto.
“Los problemas se originan cuando una postura se mantiene durante más tiempo del que su musculatura está preparada para trabajar en esa postura”
Pese a que los dentistas pueden realizar gestos en posturas forzadas, “estas no se mantienen durante mucho tiempo”, apunta Herrera. “Los problemas se originan cuando una postura se mantiene durante más tiempo del que su musculatura está preparada para trabajar en esa postura”, añade.
El fisioterapeuta indica que en muchos casos puede producirse el efecto “nocebo” que, explica: “Se produce cuando algo piensas que te va a sentar mal y te acaba sentando mal. Por eso los mensajes de que determinadas posturas durante el ejercicio profesional de los odontólogos les va a producir dolor son mensajes fragilizadores, hacen pensar que te van a doler las articulaciones o los músculos porque no son capaces de trabajar en una postura correcta. Pero debemos saber que no hay posturas correctas”.
“Gracias a recursos ergonómicos como sillas o sillones se puede reducir la demanda de la actividad muscular”
El experto apunta que estos mensajes fragilizadores son “los que queremos evitar”. Herrera explica que un odontólogo no puede evitar determinadas posturas, como pueden ser inclinarse sobre un paciente, estar sentado de una determinada forma, etc. “Porque el dentista tiene que llegar al diente”, indica. “Gracias a recursos ergonómicos como sillas de odontólogos o sillones para los pacientes se puede reducir la demanda de la actividad muscular. También la forma en la que podemos agarrar el material también puede ayudar a conseguir este objetivo”, apunta.
El fisioterapeuta explica que dado que la demanda de actividad no se puede evitar: “lo que debemos hacer el preparar el cuerpo y la musculatura para realizar estos movimientos y posturas, mejorando así la capacidad del cuerpo para responder a esa demanda”, explica.
Entre los consejos de higiene postural, los expertos recomiendan ajustar la altura del sillón del paciente y de la silla del odontólogo para “evitar tener el tronco y el cuello muy flexionados hacia delante”. Aconsejan evitar rotar el tronco “cogiendo el instrumental con la mano más cercana”. Recomiendan utilizar los pies y las ruedas de la silla para girar sin rotar el tronco. Recomiendan mantener los codos lo más cerca posible del cuerpo y trata de evitar las posturas mantenidas de elevación de los brazos, con una flexión de hombros no superior a 45 gratos para manipular la boca del paciente ajustando la altura a la que se sitúan dentista y paciente. Además indican que se deben separar los miembros inferiores abriendo las caderas 110 grados, apoyando los pies en el suelo de forma que la cadera y las rodillas queden a 90 grados. Para no hacer sufrir la zona lumbar se debe mantener en posición neutra la pelvis e intenta que tu zona lumbar esté siempre reposada en el respaldo de la silla.
“Las dolencias más comunes entre dentistas afectan a la zona cervical, la cintura escapular o a las manos mediante dolores irradiados”
Entre pacientes, los fisioterapeutas recomiendan a los dentistas realizar 2 o 3 respiraciones abdominodiafragmáticas profundas y lentas. “Estas respiraciones ayudan a disminuir la tensión de la musculatura accesoria de la respiración”, indican.
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas ha elaborado, en colaboración con Fundación COEM, un documento en el que realiza recomendaciones a los dentistas con ejercicios para realizar en la consulta que comprenden extensión torácica para ayudar a la sobrecarga dorsal, ejercicios de musculatura estabilizadora cervical, ejercicios de musculatura estabilizadora abdomino-lumbopélvica para dar estabilidad dinámica a la zona lumbar, así como estiramientos de la musculatura acortada.
El fisioterapeuta apunta que los dolores o afecciones más frecuentes en odontólogos “suelen afectar a la zona cervical, la cintura escapular, dolores irradiados a las manos y en casos más extremos incluso cefaleas. En algunos casos pueden padecer algún problema en la zona lumbar”, revela Herrera. “Entrenar y calentar antes de hacer el ejercicio profesional es lo que recomendamos a los dentistas para evitar dolores o lesiones”, concluye.