La periodontitis sigue siendo una de las enfermedades más prevalentes a nivel mundial, afectando a casi la mitad de la población. Esta patología no sólo tiene un gran impacto en la salud bucal, sino que también se ha asociado a más de medio centenar de enfermedades sistémicas. Ahora, el Grupo de Investigación en Ciencias odontológicas del IDIS acaba de utilizar la nueva técnica de proteómica SWATH-MS para estudiar esta patología, algo inédito hasta la fecha. La investigación permitió descubrir nuevas proteínas con una excelente capacidad para detectar la periodontitis antes y después del tratamiento tanto en el líquido crevicular gingival como en la saliva presentando valores de precisión superiores al 90%.
Inmaculada Tomás Carmona, coordinadora del Grupo de Investigación Oral Sciences Research Group (OSRG) de la USC, perteneciente a la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (FIDIS), explica en declaraciones a Dentalia, que “SWATH-MS es una técnica proteómica desarrollada recientemente, que ha sido aplicada en diversas áreas clínicas demostrando resultados muy prometedores en el descubrimiento de nuevos biomarcadores, pero que, hasta el momento, no había sido usada para estudiar el perfil de proteínas asociado a la periodontitis, lo que se conoce como proteoma de la periodontitis”.
Este es el primer estudio que determina la precisión diagnóstica de estas proteínas mediante técnicas de aprendizaje automático
La catedrática apunta que “la principal ventaja de SWATH-MS es que presenta una gran capacidad para detectar y cuantificar prácticamente la totalidad de las proteínas presentes en las muestras analizadas. Esta característica hace que sea una técnica especialmente útil para identificar nuevos biomarcadores”.
“Hasta el momento, el mejor método de diagnóstico de la periodontitis consiste en que el odontólogo recoja una serie de medidas clínicas. Estas medidas reflejan los niveles de placa bacteriana, de hueso que rodea el diente y de sangrado, los cuales son registrados en una ficha clínica denominada periodontograma”, afirma la Dra. Tomás que reconoce que sin embargo, “este proceso presenta varias desventajas tanto para el paciente como para el profesional, ya que son incómodas, consumen mucho tiempo y, además, sólo permiten evaluar el estado periodontal en el presente, siendo incapaces de determinar su progresión futura y la actividad biológica de la enfermedad”.
La coordinadora del OSRG apunta que estos inconvenientes han motivado a la comunidad científica a buscar biomarcadores que permitan detectar la condición periodontal de forma rápida, precisa e indolora. “Sin embargo, hasta ahora, los biomarcadores encontrados no han trascendido a la actividad clínica, especialmente debido a la falta de más investigación”, añade.
El objetivo final de la investigación es contribuir al avance de la aplicación de tecnologías ómicas en el ámbito clínico, como paso clave en el futuro de la medicina personalizada y de precisión
“En nuestro caso, la aplicación de la técnica proteómica SWATH-MS, permitió descubrir nuevas proteínas con una excelente capacidad para detectar la periodontitis antes y después de un tratamiento periodontal básico tanto en líquido gingival crevicular que se encuentra en la encía como en saliva, presentando valores de precisión superiores al 90%. Entre estos biomarcadores, se incluyen la isoforma 2 de la cadena alfa-3 de la tropomiosina, la resistina, la beta-2-microglobulina, además de diversas queratinas, siendo este estudio el primero en determinar la fiabilidad diagnóstica de estas proteínas mediante técnicas de aprendizaje automático”, detalla la investigadora.
La Dra. Tomás explica que “inicialmente, la periodontitis comienza con la gingivitis, una inflamación de las encías que provoca que sangren especialmente durante el cepillado. Esta inflamación es debida al acúmulo de placa bacteriana, relacionada con una mala higiene dental. En este primer estadio, la afectación periodontal es reversible, sin embargo, si se mantiene en el tiempo, puede desarrollarse la periodontitis, la cual produce la pérdida del hueso de soporte, movilidad dentaria y, finalmente, la pérdida de los dientes”.
La periodontitis es una de las enfermedades más prevalentes que afecta a casi la mitad de la población mundial
Además del acúmulo de placa bacteriana, otro de los principales factores de riesgo de periodontitis es el hábito tabáquico prolongado, “hecho que desconocen muchos pacientes”, confiesa la catedrática.
La periodontitis es considerada una de las enfermedades más prevalentes en todo el mundo, afectando a casi el 50% de la población mundial, aumentando su frecuencia a partir de los 30 años. Sin embargo, advierte la experta “prácticamente toda la población presenta gingivitis en algún momento de su vida, por lo que resulta esencial realizar revisiones periódicas con el objeto de evitar su progresión hacia fases más avanzadas de la enfermedad periodontal”.
Esta patología, no sólo tiene un gran impacto en la salud oral, ya que durante los últimos años ha demostrado estar relacionada con más de 50 enfermedades sistémicas, tales como enfermedades cardiovasculares, diabetes, resultados adversos del embarazo o incluso la enfermedad de Alzheimer.
“La ausencia de sintomatología hace que los pacientes sólo acudan al dentista cuando ya es inevitable la pérdida de dientes”
Uno de los mayores hándicaps de la periodontitis es que, en general, cursa de forma silente hasta fases avanzadas. “Esta ausencia de sintomatología lleva a que los pacientes sólo acudan a la consulta odontológica cuando ya es inevitable la pérdida irreversible de algunas piezas dentarias. Por este motivo, es esencial prestar atención a los signos más precoces”, advierte la investigadora.
"Los biomarcadores molecularesdescubiertos podrían ser herramientas especialmente útiles para realizar un diagnóstico precoz y preciso de la periodontitis", afirma la Dra. Tomás. El hallazgo cobra aún más importancia si se tiene en cuenta que la periodontitis, además de ser una enfermedad crónica muy prevalente y con un carácter silente, lo que significa que no produce síntomas hasta fases muy avanzadas "en las que la pérdida de dientes ya es irremediable", concluye.