La evolución de la ortodoncia hacia tratamientos más personalizados y estéticos plantea nuevos retos y oportunidades para los profesionales. El dispositivo de ortodoncia Twin Block es uno de los aparatos funcionales más utilizados en el tratamiento de la maloclusión de Clase II en pacientes en crecimiento. Aunque su popularidad ha disminuido con el avance de las nuevas tecnologías, sigue siendo una herramienta valiosa en la práctica ortodóntica. "El diseño modular del Twin Block permitió a los ortodoncistas adaptar el aparato a las necesidades individuales de cada paciente", explica en una entrevista con Dentalia, Elara Fleitas Domínguez, especialista en Periodoncia por la Universidad Mississippi y en Ortodoncia por la Universidad Internacional de Cataluña.
Hoy en día, el Twin Block ha evolucionado y se utiliza no solo en tratamientos convencionales. “Ha habido un aumento en la investigación sobre la biomecánica del Twin Block, lo que ha permitido una comprensión más profunda de cómo optimizar su uso en diferentes tipos de maloclusiones y en combinación con otras modalidades de tratamiento”, apunta la Dra. Fleitas.
Pese a sus ventajas, el Twin Block tiene algunas limitaciones que han llevado a algunos profesionales a optar por otras alternativas. “La principal desventaja que nos encontramos los ortodoncistas en la clínica es que muchas veces dependemos de la cooperación del paciente. Esta dependencia hace que nuestro tratamiento sea perfecto, mediocre o malo en muchas ocasiones y debemos ser capaces de transmitir esto a los pacientes para que entiendan que somos como sus entrenadores, pero quienes tienen que hacer el ejercicio son ellos”, relata la especialista, lo que puede ser un desafío, especialmente en niños o adolescentes menos constantes.
“La principal desventaja que nos encontramos los ortodoncistas en la clínica es que muchas veces dependemos de la cooperación del paciente”
Otro inconveniente es la incomodidad inicial que sienten los pacientes, quienes suelen experimentar irritación o heridas en la boca durante las primeras semanas de uso, además de dificultades temporales para hablar y masticar hasta que se acostumbran al aparato. En términos de estética, la experta indica: “Se trata de un aparato removible y voluminoso que, aunque no es tan visible como otros, puede ser más perceptible que otras opciones modernas, como los alineadores transparentes. Esto puede ser una desventaja significativa para pacientes que buscan un tratamiento menos llamativo y cómodo para la vida social”.
El Twin Block requiere ajustes frecuentes para garantizar su correcto funcionamiento. "Es necesario realizar visitas regulares a la clínica, generalmente cada cuatro semanas, aunque en algunos casos los ajustes pueden ser semanales", señala la especialista. Por ser un aparato removible, también existe el riesgo de que se pierda o se dañe, especialmente en pacientes jóvenes, lo que puede retrasar el tratamiento y generar costos adicionales. Además, puede limitar la dieta de los pacientes, ya que deben evitar alimentos duros o pegajosos para no dañar el aparato. En algunos casos, esto puede generar frustración o dificultar el cumplimiento de las horas de uso necesarias.
“Los pacientes buscan soluciones que les permitan hablar bien, practicar deportes y mantener una vida social activa"
La Dra. Fleitas también advierte que el Twin Block no es adecuado para todos los casos. “Su éxito se limita a pacientes con una respuesta positiva al avance mandibular, y no es adecuado para pacientes que ya han completado su crecimiento esquelético. Además, en casos de maloclusión severa o combinada con otras anomalías dentofaciales, puede ser necesario un tratamiento adicional o diferente”, subraya la experta. Además, el tratamiento con Twin Block puede llevar más tiempo que otras alternativas, “especialmente si el paciente no usa el aparato de manera constante”, destaca la Dra. Fleitas.
El desarrollo de nuevos dispositivos y técnicas ha reducido el uso del Twin Block. Aparatos fijos como el Herbst o el Forsus, que no dependen de la cooperación del paciente, han “ganado terreno en la corrección de maloclusiones de Clase II”, apunta la ortodoncista. Además, los alineadores transparentes han transformado la ortodoncia por su comodidad, estética y eficacia. "La estética y la comodidad son ahora prioridades clave. Los pacientes buscan soluciones que les permitan hablar bien, practicar deportes y mantener una vida social activa", explica la Dra. Fleitas.
La ortodoncia digital ha permitido desarrollar tratamientos más personalizados. "Hoy en día, usamos dispositivos de avance mandibular en niños y adolescentes con alineadores que incluyen bloques de avance y que son menos invasivos, más cómodos y estéticos", destaca la especialista. A pesar de su disminución en popularidad, el Twin Block sigue siendo una herramienta eficaz en casos bien seleccionados. "Debemos adaptar los tratamientos a cada paciente y el Twin Block es útil en ciertos casos, pero debemos seleccionarlos cuidadosamente para garantizar resultados óptimos para el paciente, los padres y el ortodoncista", concluye la Dra. Fleitas.