Los “desórdenes orales potencialmente malignos” son tipos de lesiones que tienen la singularidad de que imprimen un riesgo de desarrollar cáncer de cavidad oral en el futuro a las personas que las padecen. Es la definición de consenso que un grupo internacional de expertos en cáncer oral ha propuesto con la intención de que este término sustituya a la expresión “lesiones precancerosas”. La motivación de este cambio es que el término “precanceroso” transmite la idea de que necesariamente se va a desarrollar un cáncer en el futuro, algo que no ocurre en todas las ocasiones. Para aportar una mayor precisión en la terminología se ha utilizado el concepto “potencialmente” para mostrar la no obligatoriedad biológica de desarrollar cáncer en el futuro y el término “desorden”, que se refiere a que es toda la cavidad oral la que tiene riesgo de desarrollo de cáncer y no solo el área donde está la lesión.
Así lo ha explicado en declaraciones a Dentalia, el catedrático de Medicina Oral de la Universidad de Granada Miguel Ángel González Moles, encargado de dirigir una jornada celebrada recientemente en Granada, a la que asistieron más de 160 profesionales y en la se expusieron las conclusiones del consenso de un grupo de 13 expertos internacionales. “Es muy importante comunicar estos resultados a tanto a los estudiantes de odontología, que son los futuros profesionales como a los dentistas que ejercen actualmente ya que son la primera línea de lucha contra el cáncer de cavidad oral a través del diagnóstico precoz”, explicó el Dr. González Moles.
“Es muy importante comunicar estos resultados a los profesionales que están en primera línea de lucha contra el cáncer de cavidad oral a través del diagnóstico precoz”
En el encuentro participaron Allexander Ross Kerr, catedrático de Medicina Bucal de la Universidad de Nueva York que habló sobre el tratamiento de los desórdenes orales potencialmente malignos; Edwar Odell, catedrático emérito del King’s College, que es experto en anatomía patológica de estos desórdenes orales potencialmente malignos, un aspecto controvertido y que informó de los acuerdos y avances en torno a esta cuestión; Saman Warnakulasuriya, director del centro colaborador con la OMS para el estudio del cáncer oral ubicado en el King’s College de Londres, que realizó un resumen global de los avances que se adquirieron en el consenso; José Manuel Aguirre Urizar, catedrático de Medicina Bucal de la Universidad del País Vasco habló de leucoplasia oral, un desorden oral con elevado potencial para evolucionar a cáncer oral; Pablo Ramos, profesor ayudante de la Universidad de Granada habló de la metodología científica que se empleó en el desarrollo del consenso; el Dr. González Moles que impartió una ponencia sobre liquen plano oral y leucoplasia verrucosa proliferativa; y Ángel Carracedo, catedrático de genética de la Universidad de Santiago de Compostela, quien fue el encargado de cerrar el consenso con una conferencia sobre genes y cáncer.
El origen de este consenso se sitúa “en el año 2020 cuando se celebró una reunión en Glasgow entre un grupo de expertos internacionales convocados por el catedrático emérito del King’s College de Londres Saman Warnakulasuriya, director responsable de ese centro colaborativo de la OMS, con el objetivo de revisar los conceptos y los conocimientos sobre los desórdenes potencialmente malignos”, explica el Dr. González Moles. Los resultados de consenso se han publicado en un volumen especial de la revista Oral Diseases, la revista más importante del mundo en medicina oral y que tiene un alto índice de impacto.
“La leucoplasia oral y el liquen plano oral son los más frecuentes y los que vemos prácticamente cada día en nuestras consultas”
Los desórdenes orales potencialmente malignos que se establecieron en el consenso son: leucoplasia oral, leucoplasia verrucosa proliferativa, eritroleucoplasia, liquen plano, la disqueratosis congénita, la fibrosis oral submucosa, la queilitis actínica y el lupus eritematoso oral.
- La leucoplasia oral implica la aparición de parches blancos en diferentes áreas de la mucosa oral.
- La leucoplasia verrucosa proliferativa es un placa blanca, verrucosa, exofítica, de crecimiento lento, que no se desprende al raspado y que tiende a comprometer diversos sitios de la mucosa oral.
- La eritroleucoplasia se manifiesta como una mancha anormal de tejido, roja y blanca, que aparece en las membranas mucosas de la boca, siendo el consumo de tabaco y alcohol el principal factor de riesgo para su desarrollo.
- El liquen plano es una enfermedad de etiología desconocida aunque de base autoinmune, muy relacionada con alteraciones del estado emocional, que afecta a diferentes zonas de la mucosa oral, y ocasionalmente también a la piel, uñas, cuero cabelludo y otras mucosas, entre las que destacan la mucosa genital fama niña.
- La disqueratosis congénita es un trastorno hereditario raro que afecta muchas partes del cuerpo entre ellas la boca donde se manifiesta a través de manchas blancas.
- La fibrosis oral submucosa es una lesión muy rara en España pero muy común en la India, relacionada con el hábito de masticar nuez de betel.
- La queilitis actínica es una lesión labial producida por el sol, común en agricultores y en labradores, y frecuente en España en relación con el elevado nivel de radiación solar que tenemos. Esta lesión es la responsable fundamental del desarrollo del cáncer de labio inferior.
- El lupus eritematoso oral también es un inductor del cáncer oral y se manifiesta como úlceras asociadas a estrías blancas, máculas eritematosas, erosión y placas descamativas o fisuras en los labios pudiendo coexistir diferentes tipos de estas lesiones en un paciente.
“La leucoplasia oral y el liquen plano oral son los desórdenes orales potencialmente malignos más frecuentes y los que vemos prácticamente cada día en nuestras consultas”, reconoce González Moles que apunta que “los dos desórdenes que más riesgo tienen de desarrollar cáncer son la eritroplasia, que son lesiones puramente rojas de la cavidad oral y la leucoplasia verrucosa proliferativa que es un trastorno más raro pero sobre el que se sabe que la mitad de los enfermos que la padecen van a desarrollar cáncer”.
La jornada celebrada en Granada compartió los acuerdos del consenso en cuanto a los conceptos de desórdenes orales potencialmente malignos, su riesgo de evolución a cáncer y los avances en su tratamiento. En esta reunión también se evaluó cómo este consenso ha influido en la investigación durante los últimos años, llegando a la conclusión de que “lo había hecho de forma considerable porque ha aumentado mucho la investigación en relación a estos desórdenes orales potencialmente malignos”, apunta González Moles.
“La investigación en relación a estos desórdenes orales potencialmente malignos ha aumentado significativamente en los últimos años”
Estos avances en la investigación en los últimos años han sido especialmente notables en el ámbito del liquen plano oral y la leucoplasia oral. “En la investigación sobre liquen plano uno de los responsables de ese avance importante creemos que ha sido nuestro grupo de investigación de la Universidad de Granada, ya que hemos publicado más de 40 trabajos internacionales sobre el liquen plano oral y su relación con el desarrollo de cáncer oral en los últimos años”. Entre los resultados más destacados de este grupo de investigadores se encuentra la comunicación de la prevalencia del liquen plano oral “ya que al menos el 1 por ciento de la población general mundial padece liquen plano oral, unos datos que son altísimos”, afirma González Moles. Además este grupo de investigación ha reportado en base a la evidencia cual es la tasa de transformación maligna de esta lesión: “Casi el 3 por ciento de los casos de liquen plano oral van a desarrollar cáncer, un dato muy elevado teniendo en cuenta que es una enfermedad muy frecuente”, reconoce el experto. Otro de los campos de la investigación “en los que se ha avanzado mucho tiene que ver con la relación del liquen plano con otras enfermedades autoinmunes”, confiesa el catedrático.
“En el campo de la leucoplasia se ha comunicado en base a la evidencia, que en torno a uno de cada diez casos de leucoplasia oral va a desarrollar un cáncer. Por lo tanto cuando un dentista o un médico de familia diagnostica una leucoplasia, sabe que su paciente tiene un diez por ciento de probabilidad de desarrollar un cáncer en el futuro y eso es mucho y obliga a actuar sobre estos pacientes”, sentencia el Dr. González Moles.