Cada año la Universidad de Standford elabora un ranking reconociendo a los científicos más relevantes del mundo y desde 2019 sitúa al Dr. Eduardo Anitua como el odontólogo español más influyente del mundo, ocupando en la actualidad la posición número 56 a nivel mundial.
Compagina la investigación científica como fundador y Director Científico de BTI Biotechnology Institute con la práctica clínica privada, además de dirigir el Instituto Universitario de Medicina Regenerativa e Implantología Oral de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y presidir la Fundación que lleva su nombre. Es conocido a nivel mundial por ser pionero en el desarrollo de técnicas en bioimplantología y regeneración de tejidos, así como por ser el autor de la tecnología de Plasma Rico en Factores de Crecimiento y su aplicación en diferentes áreas de la medicina, desde la cirugía oral y maxilofacial hasta la ortopedia, medicina deportiva, dermatología, medicina estética o, más recientemente, oftalmología, medicina reproductiva y cirugía general, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de miles de pacientes cada año.
En su haber tiene decenas de reconocimientos, 64 patentes internacionales y el gran premio de dedicarse a una profesión que le apasiona. ¿Desde cuándo quiso dedicarse a la odontología y a la investigación?
La vida está llena de anécdotas y de paradojas. Yo me iba a dedicar al deporte profesionalmente. Y cuando había que elegir una carrera, en una conversación familiar, fue cuando me decidí a ser médico. Y la verdad es que desde que empecé a estudiar medicina, ya durante los primeros años, vi claramente que iba a ser mi profesión y terminó siendo mi pasión.
Usted es una persona inquieta, a la que le gusta preguntarse cosas y fue a raíz de observar el proceso de cicatrización en personas distintas, lo que le hizo pensar… Y eso fue el origen de uno de los mayores logros de su carrera ¿verdad?
Sí. Fue estudiando lo que llamamos el alveolo post extracción. Cuando a un paciente se le extrae una pieza dentaria unos pacientes cicatrizan bien, y otros cicatrizan peor. A mí los que cicatrizan peor son los que más me importaban. Entonces empezamos a analizar cuáles son los mecanismos biológicos que están involucrados en la regeneración de los tejidos. Y empezamos a analizar biológicamente cuáles son los componentes que juegan un papel esencial y con esto fuimos dando con una concentración óptima de plaquetas, eliminando los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, hasta que conseguir, por así decir, el mejor medio de cultivo posible y la mejor matriz para permitir que un alveolo post extracción cicatrizara bien.
Esta técnica que al principio usó en el campo de la odontología ¿Cómo ha terminado implantándose en otras áreas de la medicina?
Su uso favorece a todas las cirugías, desde la cirugía oral y maxilofacial seguimos con la ortopedia, la dermatología, la oftalmología, la cirugía general, en estos momentos la cirugía reproductiva… Con todos los procesos o cultivos celulares, todo lo que está relacionado con desarrollar un medio de cultivo y la regeneración de los tejidos está muy favorecido su tratamiento usando factores de crecimiento.
¿Cómo cree que ha transformado la medicina regenerativa el campo de la odontología y cuáles son los beneficios para los pacientes?
Le respondo con el título de un libro que escribí ya hace igual quince años... Dando 'Un enfoque biológico a la implantología oral'. No sólo pensar de una manera mecanicista sino incorporando el análisis de la biología a nuestros tratamientos.
¿Cuáles son los proyectos actuales de investigación en los que trabajan en el BTI Biotechnology Institute?
Tenemos unas líneas de investigación ya muy consolidadas. Una es claramente todo lo que es la terapia regenerativa. Luego todo lo que tiene que ver con implantología oral donde cada día nos vamos consolidando también quizá como una de las empresas más innovadoras a nivel global. Luego otra línea que empezamos hace ya veinte años, pero es que el tiempo pasa muy rápido, es la que tiene que ver con el diagnóstico y tratamiento de trastornos del sueño, la apnea del sueño y otras patologías relacionadas con el mal dormir, podríamos decir. Estas son nuestras líneas esenciales y luego lógicamente se entrelazan unas especialidades con otras. Como mencionabas, soy una persona curiosa y tenemos que ver qué podemos aportar a esta sociedad, ya que somos unos privilegiados de trabajar en lo que nos divierte.
¿Cómo se incorporó a sus proyectos la investigación sobre la apnea del sueño y cuál es su relación con la odontología?
Todo esto no nació por casualidad. Nació por tener un amigo y una persona que se incorporó a nuestro equipo hace ya quince años que es el Dr. Joaquín Durán que era uno de los pioneros en este país en estudiar todo lo que tiene que ver con los trastornos respiratorios durante el sueño. Él montó aquí en Vitoria una de las unidades pioneras para el tratamiento de la apnea del sueño y cuando juntas dos mentes inquietas lógicamente aumentan las preguntas, y de ahí ha surgido una colaboración estrechísima. De hecho, hemos sido los primeros en publicar en la literatura internacional la relación que hay entre la apnea del sueño, el desgaste dentario, las fisuras dentarias, las fracturas de prótesis o dentarias. Al final somos un todo. Y cuando vas analizado muchos detalles, le vas dando una visión más a nuestra profesión.
"Estar mal oxigenado durante la noche lo que hace es empeorar enormemente la evolución post quirúrgica"
Hoy en día ya sabemos que si operamos en hiperoxigenación disminuye el número de infecciones pero también creo que nosotros hemos aportado que si ese paciente está bien oxigenado durante la noche mejora claramente la evolución post quirúrgica.
Tiene más de 200 patentes y sus investigaciones sitúan a España en el top de la investigación a nivel mundial. ¿Cómo defiende España este talento y las patentes creadas en nuestro país?
Se ignora. No tenemos un país que tenga ni tradición, ni educación innovadora. Hay grandes innovadores. Pero no el país. Le hemos dedicado mucha atención, con buen criterio al turismo, algunos temas de la agricultura, pero la innovación biomédica pues realmente no se le ha prestado ni mucho menos atención, y ninguna atención a la protección de esta innovación.
“Realmente el gobierno tendría que mirarse al espejo y ojalá que los próximos gestores entren en razón de que si no hay protección, no hay innovación”
Esto es así de claro, lo que es importante es que ,en contra de lo que piensan algunos, las investigaciones tienen que ser sostenibles. No solo hay que investigar a costa de los presupuestos del Estado o de los presupuestos de Europa o de donaciones que pueda hacer gente sino que hay un gran valor que podemos aportar, si las investigaciones consiguen sufragar sus gastos y al mismo tiempo invertir en seguir investigando. Nosotros creamos un laboratorio hace más de 30 años que anualmente durante todo ese tiempo ha invertido el 100% de sus recursos en continuar investigando y en desarrollo tecnológico tanto en nuevas áreas como en avanzar en las que ya estamos investigando. Y esto sin protección se hace complicado. Porque aunque nosotros hayamos patentado mucho, ya que en estos momento tendremos unas 60 patentes internacionales vivas, es muy lamentable que tu país no te proteja y permita, como el ‘top manta’ de los cantantes, algo parecido con las patentes.
"Cualquier desarrollo tiene un coste importante y si ese coste no consigues recuperarlo, lo importante es que se para la siguiente investigación"
Si tú no consigues industrializar tu innovación, la van a industrializar otros. Y si tú permites que otros pirateen, hasta en tu propio país, pues estás muerto. Cosa que no sucede en otros países como Estados Unidos o países que den importancia a su innovación.
Además de un enamorado de su profesión también lo es de su ciudad, Vitoria, que cada año visitan para acudir a las instalaciones de su laboratorio científicos muy relevantes de todo el mundo ¿verdad?
Recibimos a japoneses, franceses... Profesionales de todo el mundo que vienen a aprender a nuestras instalaciones porque aquí hay gran actividad. No hay mayor placer y al mismo tiempo responsabilidad que compartir todo lo que son los avances biomédicos con tus compañeros. No hay nada más, te diría, responsable, y hasta creo que es justo, que corresponder a esta sociedad trasladando toda esta investigación y toda esta innovación.
Usted es responsable del mayor avance en terapia regenerativa de los últimos 20 años ¿Hacía donde va en el futuro la terapia regenerativa?
El futuro va a cambiar drásticamente con todas las nuevas herramientas. Es incuestionable que todo lo que estamos hablando, de la inteligencia artificial, que es el nombre que le hemos puesto a acumular todos esos datos que antes analizábamos estadísticamente, y que hoy se analizan a la velocidad del rayo y lógicamente nos van marcando el camino. La incorporación de las nuevas tecnologías diagnósticas que están saliendo y desarrollándose con una gran precisión. La telemedicina a la hora de analizar datos, a la hora de tener monitorizados a nuestros pacientes. Todo esto va a ser un extraordinario avance. Porque al final lo que haces es juntar muchos datos, mucha experiencia y cuantos más datos tenemos, mejor intuición tenemos. Cuanta más información y cuanto más estudiamos mejor es nuestra intuición. Pues aquí va a pasar lo mismo. Las decisiones que vayamos tomando con datos pues lógicamente van a ser investigaciones mejor orientadas.
¿Siente que todos los avances que se han descubierto están siendo aprovechados por la Sanidad para beneficio del paciente actualmente? ¿Habría que trabajar más en ello?
Rotundamente sí a lo último y rotundamente no a lo primero. Tenemos una sanidad pública asistencial. Y lógicamente hace un extraordinario papel. Y lo hemos visto durante la pandemia. Pero no por las decisiones políticas que se han tomado, a nivel nacional, a nivel europeo, a nivel global, que no han podido ser más desafortunadas, en el sentido de que lo primero que hay que hacer cuando hay un problema es analizar las causas, y todavía estamos dudando de si ha salido de un laboratorio o tal… No se puede aceptar desde un punto de vista científico esta indefinición de los problemas.
"En la pandemia la sanidad pública hizo todo lo que pudo y más, porque nos costó la vida y la calidad de vida y la salud de cientos de sanitarios, que entregaron su vida por mejorar la calidad de vida de de todos los demás"
Por lo tanto desde aquí mi homenaje a todos los que entonces lo hicieron, lo siguen haciendo cada día y lo hacían antes también desde la sanidad pública. Porque asistencialmente muchos de ellos dan mucho más de lo que se le podría exigir a alguien. Dicho esto, claro que hay muchísimo por hacer. Hay algo que no han entendido algunos responsables políticos y de hecho algunos van por caminos erróneos. Tiene que haber un trabajo de unión de la sanidad público-privada. Esto es algo esencial y de hecho, las vacunas ¿De dónde vinieron? ¿De dónde han venido todos los grandes avances antibióticos? A ellos también hay que rendirles homenaje. Y debemos exigir que esta colaboración público privada sea eficaz. La investigación se puede impulsar desde laboratorios privados y desde laboratorios públicos. Hay muchas cosas que se pueden hacer a nivel de gestión, a nivel de que haya unidad. Otra cosa es que luego localmente cada hospital gestione su ámbito… pero tiene que haber un criterio unánime, no puede ser que en una comunidad autónoma se haga un tratamiento y en otra se haga otro. Pero no solo a nivel nacional, sino a nivel europeo. Pertenecemos a un club muy grande que se llama Europa donde todavía hay muchísimas cosas pendientes: hablamos de la protección de la innovación, de la gestión de toda esta innovación y de la implantación de toda esta innovación. Que se hacen grandes cosas. Pero está todo por hacer todavía.
En su carrera ha conseguido innumerables logros ¿Qué desearía conseguir en los próximos años?
Tener salud para seguir investigando y trabajando con la misma ilusión y al mismo tiempo la misma energía que he tenido estos últimos cuarenta y cuatro años al ejercer mi profesión. Ahora mismo estoy abriendo proyectos para los próximos 10 ó 15 años. Me gustaría tener salud aunque lógicamente estoy preparando a un equipo para que estos proyectos continúen y esto que nació de una forma un poco casual, en una ciudad pequeña como Vitoria, se siga consolidando como un proyecto referente en las áreas que estamos investigando y seguir avanzando en las líneas de investigación en las que estamos, como al principio del túnel y aunque vemos la luz al final, aún queda mucho túnel para seguir recorriendo.