Por primera vez los Juegos Olímpicos (JJOO) tendrán en su cita de París 2024 un Departamento de Salud Bucodental que velará por la salud oral de los atletas que compiten en esta cita deportiva. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha calificado como “importante e innovador” este cambio en lo que respecta al cuidado dental de los deportistas.
Este nuevo departamento de Salud Bucodental completo está presente en la capital francesa, ofreciendo servicios médicos precisos y personalizados, incluidos tratamientos de emergencia. El equipo de este departamento realizará exámenes para verificar y diagnosticar posibles problemas, ofrecerá tratamiento especializado cuando sea necesario y realizará radiografías y análisis para apoyar la prevención de problemas futuros.
“Cualquier lesión en un diente, caries, o alguna alteración en las encías pueden desencadenar procesos infecciosos en su fase aguda y es cuando puede luego incurrir en problemas que les pueden llegar incluso a limitar su actividad deportiva”, afirma en declaraciones de Dentalia el Dr. Alejandro de la Parte Serna, vocal de la Sociedad Española de Odontología del Deporte (SEOD).
“El uso de protectores bucales no sólo es recomendable sino obligatorio en algunas disciplinas”
Uno de los elementos fundamentales para salvaguardar la salud dental en deportistas de élite son los protectores bucales o férulas. “El uso de este elemento es obligatorio en disciplinas como el boxeo, el hockey hielo o el taekwondo y altamente recomendable en otros deportes de contacto como el baloncesto, el balonmano, el fútbol, el ciclismo, la gimnasia o el waterpolo”, apunta el Dr. de la Parte.
Los protectores bucales no sólo protegen los dientes, sino que también ayudan a prevenir fracturas, conmociones cerebrales y lesiones de tejidos blandos, al absorber los impactos derivados de caídas o del contacto con otro atleta. Desde el COI se recomienda su uso durante los entrenamientos y en las competiciones, especialmente en todos los deportes de combate y de alto impacto en los que puedan producirse lesiones dentales.
El Departamento de Salud Bucodental, consciente de la importancia de este dispositivo de protección para el rendimiento, ofrece un servicio de reposición a todos los atletas que pierdan su protector bucal durante los Juegos. Todos los dispositivos reemplazados serán idénticos a los originales, para que se mantenga el rendimiento de los deportistas al máximo en todo momento. Además, este departamento del Policlínico Olímpico dará prioridad a los tratamientos urgentes en París. Por ello se ha recomendado a los atletas llevar a la cita deportiva todos los registros dentales y oclusales con el fin de acelerar el proceso y garantizar que se recibe el tratamiento correcto.
"El mal estado de la salud bucodental impacta significativamente en el rendimiento deportivo”
En los deportistas de élite, mantener una buena salud oral puedemarcar la diferencia no solo entre ganar o perder. Según un informe de la SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración), "la relación entre el deporte y la salud bucodental es bidireccional: de igual forma que la práctica deportiva de forma regular es fundamental para conseguir unos hábitos y estilo de vida saludable, la salud oral es una parte integral y esencial que afecta diariamente a la calidad de vida y al bienestar individual".
"El mal estado de la salud bucodental impacta significativamente en el rendimiento deportivo. Las infecciones bucales y la inflamación crónica, además de causar dolor, distracción y fatiga, influyen de manera negativa tanto a la concentración como a la capacidad física”, afirma Jesús Hernández, entrenador de Blua de Sanitas. “Asimismo, las enfermedades periodontales y las caries generan mayor tendencia a las roturas musculares e inflamaciones sistémicas, disminuyendo la resistencia y el tiempo de recuperación. Por lo tanto, conservar una boca sana es primordial para garantizar un adecuado desempeño deportivo", añade.
Según datos del Consejo General de Dentistas de España, dentro de su campaña Salud Oral y Deporte, estudios realizados en anteriores Juegos Olímpicos concluyen que, aunque los deportistas exhiben altos niveles de entrenamiento, su salud dental a menudo se encontraba en el nivel medio de la población o, incluso, por debajo.