La boca puede ser una puerta de entrada para diversas infecciones, incluyendo enfermedades de transmisión sexual (ETS). Y es que, aunque pueda parecer poco frecuente, estas enfermedades en muchas ocasiones también son diagnosticadas en la clínica dental. Algunas infecciones se manifiestan en la cavidad bucal con síntomas como úlceras, verrugas, inflamación y dolor, alertando a los odontólogos.
En declaraciones a Dentalia, el odontólogo Iván Malagón, director de Iván Malagón Clinic, afirma: “Los dentistas que tenemos una visión global podemos detectar en la boca patologías que han sido transmitidas a través de la realización de sexo oral. Y esto no es algo extraño, y por suerte es muy frecuente en la consulta dental”.
Reconoce que a los pacientes les llama la atención que el dentista les detecte una ETS: “Los pacientes lo agradecen y aunque no les pones tratamiento de la enfermedad sí que le remites aún especialista para abordarla lo antes posible. “Notamos que valoran positivamente en estos casos que los odontólogos con una visión global detectemos estos problemas que van más allá de la boca”, explica el odontólogo.
“Al ser un territorio anaerobio, donde las bacterias que anidan retienen menos cantidad de oxígeno, se produce una mayor exposición a bacterias y hongos”
El sexo oral es una práctica común en las relaciones sexuales, pero a menudo se pasa por alto su impacto en la salud bucodental. “Las patologías más frecuentes derivadas de la realización de sexo oral son infecciones por hongos. Al ser un territorio anaerobio, donde las bacterias que anidan retienen menos cantidad de oxígeno, se produce esta exposición a una serie de bacterias y hongos”, indica el Dr. Malagón.
“Los dentistas vemos lesiones en la mucosa oral, en las mucosas yugales y en lalengua: se aprecian zonas blanquecinas más o menos irregulares; podemos encontrar también zonas irritadas, con puntitos rojos y muestras de irritación que son bastante frecuentes que han podido ser provocadas por la práctica de sexo oral”, explica el experto.
Esta conexión íntima conlleva ciertos riesgos que es importante conocer y gestionar adecuadamente, como indica el Dr. Malagón: “Las enfermedades de transmisión sexual son sexuales, pero también pueden ser orales. Puedes, por ejemplo, transmitir una clamidia por el hecho de haber tenido sexo oral”, sostiene y apunta que la única prevención posible es saber que la persona con la que estás teniendo sexo oral no tiene ningúna ETS.
“Las enfermedades de transmisión sexual son sexuales, pero también pueden ser orales”
El experto recuerda que una limpieza de la boca posterior a la práctica del sexo oral no eliminaría una infección en caso de haberla contraído, ya también se debe tener en ucenta “la exposición que se haya tenido, tanto en tiempo como en cantidad de virus que haya en ese cultivo”. Además, es importante evitar el sexo oral si se tienen heridas abiertas o llagas en la boca, ya que estas pueden aumentar el riesgo de transmisión de infecciones.
“El 95% de los dentistas probablemente no sabrían diagnosticar infecciones provocadas por el sexo oral. Algunos se limitan a examinar las zonas donde tiene dolor el paciente como puede ser una muela, y en algunos casos también existe falta de formación”, indica Malagón. Explica que entre los signos de alerta de posibles infecciones por ETS debemos identificar “zonas enrojecidas tanto en la lengua como en la mucosa de la boca” así como infecciones por hongos que provocan liquen plano o candidiasis que “crean lesiones blanquecinas, similar a una capa espesa y secundariamente con mal sabor y olor de boca, y que puede llegar a picar o escocer”.
Pero es que “con un simple beso se pueden llegar a transmitir bacterias que pueden llegar provocar una patología bucodental”, apunta Malagón. Las bacterias que se pueden transmitir a partir de un beso lo normal es que no sean graves, pero existen patologías como la mononucleosis infecciosa, conocida como la enfermedad del beso. “Se trata de una enfermedad vírica que puede llegar a ser muy grave y es extremadamente frecuente sobre todo en individuos adolescentes, que tienen quizás cierta promiscuidad”, concluye el experto.