Andorra, en Teruel, pierde población año a año. Y su caso no es aislado. Según el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico tres de cada cuatro municipios españoles han perdido población en la última década, lo que demuestra que el fenómeno de la despoblación es eminentemente rural, y afecta con mayor gravedad a los pequeños municipios. Ocho de cada diez municipios menores de 5.000 habitantes han perdido habitantes.
Blanca Gallego trabaja como dentista en la zona desde hace 37 años. Indica que la diferencia de trabajar en una ciudad grande y Andorra se encuentra “en el trato, la cercanía y el gran vínculo que se puede crear con alguien que viene a verte desde hace más de 30 años”. En el medio rural, tal y como indica la dentista, “hay mucha más fidelidad por parte de la paciente al no estar expuestos a todo el marketing de hoy en día y prefieren a su dentista de toda la vida”. La gente también tiende a sufrir menos estrés que en las grandes ciudades y eso se percibe en el día a día. Salvando esas diferencias, Blanca indica que “el trabajo es el mismo, de labios hacia adentro somos todos iguales sin importar de donde vengamos”.
En su clínica Martínez y Gallego, Blanca atiende a pacientes de las localidades cercanas. Pueblos que “desgraciadamente no tienen una red de transporte público adecuada que les permita desplazarse cómodamente a la consulta” por lo que apunta “algunas personas mayores necesitan que sus familiares o sus vecinos les acerquen con el coche”.
Una de las patologías con mayor prevalencia a día de hoy son las caries por la sobreexposición a los azúcares y otros cariogénicos que contiene la comida industrial
Desde que empezó a trabajar en la zona Blanca ha visto cambiar el perfil de paciente. “Cuando empecé a trabajar la media de edad de los pacientes que demandaban servicios odontológicos era en torno a los 50-60 años y generalmente necesitaban tratamientos correctivos como reconstruir dientes cariados o fracturados, reponer dientes ausentes, etc. Hoy en día la media de edad ha disminuido significativamente y vemos una mayor sensibilización de la población por su salud bucodental y por su estética desde edades muy tempranas así como una mayor concienciación de la importancia de la prevención”, apunta la odontóloga.
En cuanto a las patologías que atiende, las que tienen “mayor prevalencia a día de hoy son las caries y las enfermedades periodontales, cuya causa principal son los problemas de higiene y la sobreexposición a todo tipo de azúcares y otros productos cariogénicos que contiene la comida industrial que tanto abunda ahora. Desde hace unos años observamos también un incremento de casos de bruxismo muy influido por el estrés, tanto en la crisis de 2011 como tras la pandemia de la Covid-19”, apunta Gallego.
Sólo el 49% de la población visita al dentista anualmente, según datos de la Encuesta Europea de Salud en España
España es un país con baja tasa de asistencia dental, algo que no varía entre la población de las grandes urbes y la que vive en el medio rural. “Es muy importante nuestro papel a la hora de concienciar al paciente en la importancia de acudir al menos una vez al año para poder interceptar cualquier patología que comience a desarrollarse y tener así un mejor pronóstico en la curación de la misma”, apunta la doctora.
A las dificultades que presentan estas zonas de la España rural como la ausencia de una buena red de transporte público, restaurantes o establecimientos comerciales, se unen otras, que dificultan el trabajo de los profesionales dentales: “nuestros protésicos están en ciudades más grandes y eso hace aumentar los tiempos de espera para recibir los trabajos. Los comerciales de productos dentales nos visitan con menor frecuencia y algunos directamente no vienen porque dicen que no les sale rentable el viaje. Si necesitamos una interconsulta con otro especialista, una prueba radiológica concreta o un análisis histopatológico los tiempos aumentan considerablemente. Esta falta de servicios, en general, hace que la gente se marche, creando así un circulo vicioso que condena a la despoblación a zonas maravillosas de nuestro país”, sentencia la Dr. Gallego.