Con una trayectoria de más de 25 años vinculada al Colegio de Dentistas de Bizkaia, Agurtzane Meruelo Conde es actualmente la Presidenta de su Junta de Gobierno, además de vicepresidenta del Consejo Vasco de Dentistas y secretaria del Comité Ejecutivo del Consejo General de Dentistas de España. Su labor incansable y su visión para el futuro de la profesión la han posicionado como una referente nacional en el campo de la odontología.
En una entrevista concedida a Dentalia, Agurtzane Meruelo aborda los principales retos que enfrenta la odontología en Bizkaia, desde el envejecimiento de la población hasta la incorporación de nuevas tecnologías en las clínicas dentales, así como la creciente demanda de formación continua entre los profesionales y el esfuerzo del Colegio por mantenerse a la vanguardia de los avances tecnológicos. Además, reflexiona sobre la transformación del modelo de clínica dental y las dificultades que las pequeñas clínicas enfrentan en un entorno cada vez más regulado y competitivo.
Durante su etapa al frente del Colegio ¿Cuál diría que han sido los logros conseguidos?
Mi vinculación con el Colegio se inició hace unos 25 años y ya en el 2002 formé parte de su Junta de Gobierno. Esta larga trayectoria me ha permitido participar en su gran evolución; en este tiempo el número de colegiados casi se ha duplicado, ha cambiado su ubicación a un sede más amplia y moderna, su actividad tanto científica como a la vista de servicios que presta se ha incrementado de manera notable e incluso la profesión se puede decir que es otra; el protagonismo de la mujer es patente, ya que ahora somos el 67 % de los profesionales colegiados, así como su digitalización ha cambiado los modelos de trabajo tradicionales.
Asumí la presidencia en el año 2018, siendo la primera mujer en la historia colegial en hacerlo, casi de modo natural y en esa legislatura y media que llevo ya de andadura hemos vivido muchos acontecimientos y cambios.
“El protagonismo de la mujer en la profesión es patente: ya somos el 67 % de los profesionales colegiados”
Entre ellos destaca una pandemia que ha supuesto una prueba de fuego para todos, tanto frente a la población de cuya salud dental nos ocupamos, como de las necesidades y retos que los colegiados nos plantearon, además de colaborar con el Gobierno Vasco tanto en el proceso de vacunación de los profesionales, los ERTES, como en garantizar un servicio esencial en un momento con muchas restricciones.
Además, desde diciembre del año 2018 entré a formar parte del Comité Ejecutivo del Consejo General de Dentistas, al principio como vocal y a partir del 2022 ya en el cargo de Secretaria general.
¿Qué retos enfrenta actualmente la profesión odontológica en Bizkaia y cómo está el Colegio abordándolos?
En la actualidad, el envejecimiento de la población, la plétora profesional, la incorporación de nuevas tecnologías en la actividad diaria, el modelo de clínica dental, etc. son algunas de las cuestiones que nos preocupan.
Desde mi posición tanto en el Colegio como en el Consejo General la visión de la profesión es amplia y como corporaciones de derecho público que somos tenemos una vertiente pública que nos lleva a colaborar desde un punto de vista constructiva con las administraciones tanto central como autonómicas para que las políticas sanitarias se adecuen a la realidad de la salud dental de la población, así como a los avances científicos y profesionales.
Respecto a nuestros colegiados consideramos como labores imprescindibles, tener una formación profesional continuada de calidad, informarles sobre la actualidad tanto legal como profesional, ayudarles en su día a día para hacer frente a los problemas de diversas índoles que surgen en una clínica dental, etc.También merece una atención especial cuidar la Deontología de la profesión.
¿Cuáles son las principales demandas y preocupaciones de los dentistas en Bizkaia hoy en día?
Dejando a un lado los retos profesionales y mirando la actividad diaria de los dentistas, vemos que la gestión de una clínica dental como centro sanitario que es se está complicando muchísimo: hay una “vorágine legislativa” que supone mucho esfuerzo asumirla y gestionarla.
Como consecuencia, el modelo de clínica está cambiando hacia clínicas más grandes, de modo que la gestión se profesionaliza con sus aspectos positivos y negativos que estas alteraciones suponen. Las clínicas dentales pequeñas y tradicionales son las más damnificadas.
¿Cuáles son los problemas que con más frecuencia plantean los colegiados al Colegio para su solución? ¿Y cuáles son los servicios más demandados o valorados por los colegiados?
Los colegiados solicitan ayuda para resolver cuestiones de toda índole; legales, profesionales, laborales, fiscales, contratación de personal (tenemos una bolsa de trabajo muy activa), etc. También les facilitamos las recetas, seguros de responsabilidad civil, certificados diversos, etc. Hay que tener en cuenta que cada clínica es una pequeña empresa y sólo en Bizkaia hay más de 600, cada una con sus peculiaridades propias.
“Ahora hay mucha transmisión de clínicas debido a que la generación del ‘baby boom’ está jubilándose”
En estos años también hay mucha transmisión de clínicas debido a que la generación del ‘baby boom’ está jubilándose, para lo cual organizamos charlas al respecto, publicamos anuncios en el Colegio, ayudamos a través de la asesoría jurídica, etc.
En general, la atención personalizada y directa es lo que más valoran. El hecho de que recurran al Colegio y tengan una respuesta concreta y directa es muy valorado en un mundo en el que la interlocución a través de centralitas virtuales, call centers impersonales… se están imponiendo desgraciadamente.
¿Cómo se abordan desde el Colegio los rápidos avances tecnológicos que están transformando la profesión?
El Colegio es un punto de unión de la industria con los profesionales y en nuestras instalaciones se unen ambos mundos a través de cursos prácticos, formación continuada, talleres demostrativos, etc. actividades en las que se exponen y se practica con los productos y técnicas en vanguardia.
“En nuestra profesión, la formación científica continuada es indispensable”
Estamos en una profesión que se renueva de modo constante y por ello, una formación científica continuada es indispensable. También, solemos acudir a ferias que las empresas del sector organizan cada año en las que se exhiben estos avances, por lo que creo que somos bastante permeables a este tipo de cambios.
¿Cómo está el Colegio de Dentistas de Bizkaia promoviendo la formación continua y el desarrollo profesional entre sus miembros?
En el 2007 cambiamos de sede y habilitamos espacios con todo lo necesario para poder realizar formación y prácticas incluso sobre pacientes, con un coste reducido. Gracias a ello nuestra actividad formativa es intensa, atraemos a todo tipo de profesionales y contamos con patrocinios de las empresas del sector.
Para conocer cuales son los intereses formativos recogemos encuestas a través de las que pulsamos la opinión de nuestros colegiados. Por último, procuramos contar con ponentes de prestigio que despierten el interés de nuestros colegiados.
¿Qué acciones lleva a cabo el Colegio para mejorar la salud bucodental de la población en Bizkaia?
En primer lugar y por ser más conocido se encuentra nuestro trabajo en el Plan de Atención Bucodental de Euskadi (PADI), que es un plan preventivo para niños desde los 7 hasta los 15 años, atendido en un 98 % por los dentistas privados concertados. Respecto a la Administración sanitaria avisamos por aquellas circunstancias que puedan afectar a la salud dental de la población.
“La profesión cambia y se adapta al mismo tiempo que lo hace la población, sus hábitos o su calidad de vida”
Además, con regularidad y con apoyo del Consejo General realizamos campañas también preventivas sobre Odontología sostenible, Uso adecuado de Antibióticos, Salud oral y discapacidad, Salud oral y embarazo, etc. En esta línea, en noviembre celebraremos una Campaña sobre Cáncer Oral. Por último, recientemente nos adherimos a la iniciativa Promosalud, cuyo objetivo es promover la salud general y favorecer la detección precoz de la diabetes y la hipertensión arterial desde la consulta dental.
¿Cuáles son los retos que tienen actualmente los profesionales de la odontología?
La profesión cambia y se adapta al mismo tiempo que lo hace la población, sus hábitos, su calidad de vida, etc. Siempre serán necesarios los profesionales de la salud en general y de la salud dental en particular. El cuidado de la salud dental de la población en general es propio de sociedades y no me cabe duda que la nuestra lo es.
De hecho, hemos avanzado mucho en las últimas décadas y en la actualidad campos como la ortodoncia, prevención, estética, etc. preponderan frente a épocas más intervencionistas. Los jóvenes actuales, parten de una situación muy buena pero deben cuidar su salud dental y seguimos recomendando al menos dos visitas anuales; su futuro y su salud general lo agradecerán.
¿Cuál es su relación con la Consejería de Sanidad y cuáles son las demandas que realizan a las autoridades sanitarias?
Tenemos un Consejero nuevo y ya hemos mantenido algunas reuniones con él, así como estamos involucrados en el Pacto de Salud. Dado que este nombramiento es reciente preferimos dar un tiempo de cortesía antes de realizar cualquier valoración.
Sólo señalaremos que consideramos muy positivo que haya iniciado su andadura con un proceso de escucha que nos ha permitido trasladarle nuestras preocupaciones y recomendaciones.
Desde el ámbito de la odontología se reclama la creación de especialidades ¿Cuál es su opinión sobre esta demanda y qué supondría?
Somos favorables a esta aspiración desde hace mucho tiempo. Supondría alinearnos con la mayoría de los países europeos. Es conocido por todos que la mayoría de los países de Europa tienen las especialidades reconocidas, entre ellas la de “cirugía oral” y “ortodoncia”. Ahora, sin las especialidades, nuestros colegiados están en inferioridad de condiciones con respecto a los dentistas europeos que sí las tienen reconocidas. En España nos referimos a los dentistas que se dedican en “exclusiva” a un ámbito determinado, si bien no se pueden denominar “especialistas”.