El miedo y la ansiedad puede ser una de las causas que esté detrás de la baja asistencia a las consultas dentales de los españoles. Según el Libro Blanco de la Salud bucodental en España de este 2023 indican que solo el 52% de la población había visitado al dentista en el último año.
Los avances en la odontología durante los últimos años están permitiendo realizar intervenciones mucho menos invasivas así como tratamientos con resultados más predecibles y recuperaciones mucho más breves para el paciente. Entre estos avances se encuentra el uso del óxido nitroso como técnica de sedación “utilizada en odontología para reducir la ansiedad y el dolor en pacientes durante procedimientos dentales”, según explica en declaraciones a Dentalia, la Dra. Cristina Moreno, odontóloga especializada en el tratamiento del dolor dental en el Centro Odontológico MC2.
Este sistema de sedación reduce la ansiedad y alivia la respuesta corporal ante el estrés
“Este método ha ganado notoriedad por su seguridad y eficacia, siendo fundamental en nuestro método de atención a los pacientes". El objetivo de este sistema de sedación es mejorar la experiencia del paciente ya que al reducir la ansiedad se alivia la respuesta corporal ante el estrés.
“El óxido nitroso es un gas incoloro e inodoro que cuando se inhala produce un estado de relajación y bienestar en el paciente”, explica la Dra. Moreno. “En odontología se mezcla con oxígeno y se administra mediante una máscara nasal, permitiendo que el paciente permanezca consciente pero relajado durante el procedimiento. La proporción de la mezcla se ajusta según las necesidades del paciente, y siempre contamos con personal titulado al cuidado de todo el proceso”.
Con la aplicación de esta técnica de sedación, “los pacientes suelen experimentar una sensación de ligereza, euforia y relajación, reduciendo la percepción del dolor y la ansiedad. Algunos pueden experimentar una leve sensación de hormigueo o adormecimiento en manos y pies”, detalla la directora del Centro Odontológico MC2. “Salvo rarísimas excepciones el procedimiento es realmente agradable”, añade.
“La principal ventaja de este tipo de sedación es la rapidez de su efecto y su fácil reversibilidad”
La sedación con óxido nitroso está especialmente recomendada para pacientes con alto nivel de ansiedad o fobia dental, niños, personas con discapacidades o con necesidades especiales y en procedimientos largos o incómodos. “También es útil para pacientes con reflejo nauseoso exagerado. Pero francamente, el resultado es tan excelente que podríamos decir que es para todo el mundo”, apunta la odontóloga.
La especialista en el tratamiento del dolor dental recuerda que “algunas personas con enfermedades respiratorias crónicas y graves, embarazadas, personas con afecciones de la cavidad nasal o sinusitis severa, y aquellos con historia de abuso de sustancias deberían tener cautela en el uso de este tratamiento, pero no tanto porque la sustancia tenga un efecto físico sino por la propia patología previa y, en el caso de las embarazadas, por simple precaución”.
“La principal ventaja de este tipo de sedación es la rapidez de su efecto y su fácil reversibilidad, permitiendo a los pacientes recuperarse rápidamente después del procedimiento. También ofrece un control preciso del nivel de sedación, permite mantener al paciente consciente y cooperativo y no requiere ayuno previo”, afirma la Dra. Moreno”. “Además, el óxido nitroso tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias que contribuyen al confort del paciente”, añade.
“La sedación con óxido nitroso aporta un beneficio claro en el tratamiento dental al paciente”
El uso del óxido nitroso “es seguro”, afirma la doctora. Aunque no está exento de efectos secundarios como “náuseas, vómitos, dolor de cabeza, o sudoración en casos puntuales”, pero destaca la odontóloga que su “correcta administración y monitorización minimizan estos riesgos”.
La sedación con óxido nitroso en odontología aporta “un beneficio claro en el tratamiento dental al paciente”, según la Dra. Moreno. “El método Mc2 que seguimos en la clínica minimiza la ansiedad, cambia la percepción del tratamiento dental, y provoca que el paciente acuda relajado a futuras intervenciones. Además, promueve de esta manera que las personas se sientan cómodas con el equipo de profesionales que la tratan al no sufrir por los estímulos asociados al dolor”, concluye.