El cuidado de nuestra salud bucodental debe adaptarse a salud cada etapa de nuestra vida. Durante los primeros meses de vida del bebé los expertos recomiendan limpiarle la boca después de darle el pecho o el biberón, para retirar los restos de leche y evitar su fermentación. Como mínimo se debe hacer una vez al día, preferentemente por la noche, introduciendo tu dedo índice limpio, y recorriendo con movimientos suaves y circulares la superficie de las encías, sus caras laterales, el interior de las mejillas, el paladar y la lengua. También es posible poner el dedo en una gasa, previamente humedecida para no erosionar sus mucosas.
Miguel Hernández, profesor de Odontoestomatología de la Universidad de Barcelona y presidente electo de la Sociedad Española de Odontopediatría recomienda introducir el cepillado a partir de los seis o siete meses, cuando hacen erupción los primeros dientes temporales.
La principal medida de prevención es la higiene diaria con pasta fluorada ya que la fluorización, bajo control del odontopediatra, es uno de los remedios más eficaces para luchar contra la caries dental. Según la OMS, reduce la incidencia de caries hasta en un 50%.
Las investigaciones indican que solamente los dentífricos con concentraciones de 1000 partes por millón (ppm) de flúor o más, han probado ser eficaces en la reducción de caries. Se usa un cepillo de cabezal pequeño y cerdas suaves, y debe realizarse dos veces al día, como mínimo, poniendo pasta dental del tamaño de un grano de arroz.
Existe evidencia que sugiere que la acción preventiva del cepillado dental puede maximizarse si se siguen los siguientes puntos:
1. Comenzar el cepillado tan pronto como el primer diente temporal aparezca.
2. Cepillar los dientes, como mínimo, dos veces al día. Uno de los dos cepillados diarios que sea por la noche pues es el más importante de todos.
3. Dedicar unos dos minutos al cepillado, cada vez que se haga. En bebés no se recomienda tanto tiempo, sino que el cepillado sea efectivo para eliminar la placa bacteriana sin tener en cuenta el tiempo ni la técnica empleada.
4. Después del cepillado escupir los restos de pasta dental pero no enjuagar con agua ni con otros líquidos.
5. De 0 a 3 años, utilizar una cantidad de pasta tamaño mancha o grano de arroz. Utilizar pasta dental con una concentración de 1000 ppm de flúor. No se ha demostrado que las pastas dentales con menor concentración de flúor aporten una prevención adecuada.
6. No se debe permitir a los niños comer o chuparpasta del tubo.
7. A partir de los 3 años, utilizar una cantidad de pasta tamaño guisante. Utilizar pasta dental con una concentración de 1000 ppm de flúor para niños de 3 a 6 años y de 1450 ppm de ión flúor para mayores de 6 años. No se ha demostrado que las pastas dentales con menor concentración de flúor aporten una prevención adecuada.
8. Supervisar el cepillado de los hijos, por lo menos hasta los ocho años, que es la edad en la que se considera que un niño ya tiene la habilidad motora suficiente para cepillarse correctamente.
9. Recordar que se han de cepillar todas las caras de los dientes
10. Siempre que se pueda, utilizar una pasta dental con Arginina al 1.5% y Zinc.
Los expertos recuerdan que el bebé no ha de dormir con el biberón con líquidos que contengan azúcar, únicamente con agua. Tampoco se le debe dar el chupete untado en miel ni azúcar, ni zumos azucarados como sustitutos del agua.