El reto de detectar los trastornos temporomandibulares en niños: "La sospecha es siempre clínica"

Los expertos reconocen que el diagnóstico de los DTM en niños y adolescentes es complejo, ya que muchas veces los síntomas pueden confundirse con el crecimiento normal

Dra. Cristina Maza Muela, especialista en cirugía oral y maxilofacial del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Montaje Consalud)
Dra. Cristina Maza Muela, especialista en cirugía oral y maxilofacial del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Montaje Consalud)
Diego Domingo
3 abril 2025 | 12:05 h
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Los trastornos temporomandibulares (DTM) representan un desafío en la práctica odontológica, especialmente en pacientes en crecimiento. Estos trastornos pueden manifestarse de diversas maneras, afectando la función mandibular y generando dolor o disfunción en la articulación temporomandibular (ATM). La detección temprana y el seguimiento adecuado pueden prevenir complicaciones a largo plazo. 

Así lo expresa, en una entrevista concedida a Dentalia, la Dra. Cristina Maza Muela, especialista en cirugía oral y maxilofacial del Hospital General Universitario Gregorio Marañón: "La sospecha es siempre clínica, la exploración minuciosa de las estructuras faciales nos tiene que poner en alerta". Los expertos reconocen que el diagnóstico de los DTM en niños y adolescentes es complejo, ya que muchas veces los síntomas pueden confundirse con el crecimiento normal. Sin embargo, advierte que "muchas veces una exploración puntual no es suficiente y tenemos que evaluar al paciente evolutivamente para comprobar si las alteraciones detectadas progresan en el tiempo".

Para ello, la ortopantomografía se presenta como la prueba inicial más sencilla y efectiva. "Nos aporta mucha información y, además, podemos seriarlas para ver cambios evolutivos", explica la especialista. Esta prueba permite observar la estructura ósea de la mandíbula y el maxilar, identificando posibles alteraciones en el desarrollo mandibular.

“La ortopantomografía nos aporta mucha información y, además, podemos seriarlas para ver cambios evolutivos"

Cuando se requiere un análisis más detallado de las estructuras anatómicas, la tomografía computarizada (TC) es una opción válida. "Si queremos visualizar las estructuras intraarticulares con su movimiento, vamos a decantarnos por realizar una resonancia magnética dinámica de articulaciones temporomandibulares (ATMs)", explica la Dra. Maza Muela. 

En los casos en los que se sospechan alteraciones del crecimiento, la Dra. Maza Muela recomienda un SPECT óseo, "que nos da información del funcionamiento de los centros de crecimiento condilares". Esta prueba es fundamental para evaluar el crecimiento del cóndilo mandibular y detectar posibles alteraciones en su desarrollo, permitiendo diferenciar entre patologías activas y condiciones estabilizadas.

RECOMENDACIONES PARA LA DETECCIÓN TEMPRANA

La prevención de los DTM en niños y adolescentes requiere de una atenta observación de sus hábitos y factores de riesgo. "Debemos educar a los pacientes en una adecuada alimentación, higiene postural y gestión del estrés", enfatiza la experta. La alimentación juega un papel crucial en el desarrollo muscular y óseo, por lo que es importante fomentar una dieta equilibrada y variada.

"Las revisiones con el odontopediatra son clave para detección de asimetrías y alteraciones oclusales"

Además, resalta la importancia de las revisiones odontopediátricas, pues "son clave para la detección de asimetrías y alteraciones oclusales". La Dra. Maza reconoce que identificar posibles anomalías en el crecimiento puede ser complicado. "En la etapa de crecimiento es compleja la detección de alteraciones, ya que muchas veces no sabemos qué es lo normal", advierte la experta quien recomienda que “si pensamos que puede haber una asimetría lo mejor es hacer fotos cada 2-3 meses en la misma posición para objetivar los cambios”.

Entre los signos de alerta, la especialista también destaca que "los sonidos aislados en las articulaciones pueden formar parte del desarrollo normal, por lo que debemos preocuparnos si además se acompañan de dolor y/o limitación de movimientos". Así, el dolor en la ATM, la dificultad para abrir o cerrar la boca y los chasquidos articulares persistentes pueden ser indicativos de una disfunción.

El bruxismo, frecuente en pacientes en crecimiento, también puede generar preocupación entre los padres. No obstante, Maza Muela aclara que "en muchos casos es fisiológico y no debemos agobiarnos si a nuestros hijos les pasa. Hay que observarlos y estar atentos a signos de dolor o disfunción". La experta subraya la importancia de la consulta especializada ante cualquier señal de alarma. "Ante cualquier situación en la que el paciente en crecimiento deja de realizar su vida normal u observamos alteraciones anatómicas, hay que consultar con el especialista", concluye.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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