En el cuidado de la salud oral de personas con discapacidad o en situación de dependencia, los cuidadores son figuras esenciales cuya formación en higiene bucodental es vital para garantizar la calidad de vida de los pacientes. La odontóloga Victoria Martínez, especialista en pacientes especiales y autora del libro "Su boca en tus manos", en una entrevista concedida a Dentalia, subraya el papel fundamental de los dentistas en capacitar a estos cuidadores para que puedan realizar una higiene oral efectiva.
“Ellos son los que realmente tienen la responsabilidad de cuidar la boca de la otra persona”, explica la Dra. Martínez, quien se encuentra con dos barreras desafiantes: “Primero, que los propios cuidadores no saben cuidarse su propia boca bien. Y segundo, cuando no saben, hacerlo en otra persona parece fácil, pero las posturas, cómo meter el cepillo, cómo hacer los movimientos, es difícil”.
Por ello, la formación debe ser bidireccional: los cuidadores aprenden a mantener su propia salud oral y, con esa misma información, adquieren las habilidades necesarias para cuidar a la persona a su cargo. Esto se vuelve especialmente complejo en pacientes que “conservan cierta autonomía y rechazan la ayuda externa porque creen estar realizando una higiene adecuada, aunque no siempre sea así”, apunta la experta.
“Los cuidadores son los que realmente tienen la responsabilidad de cuidar la boca de la otra persona”
La falta de formación y seguimiento puede tener consecuencias graves e irreversibles para los pacientes. Martínez advierte que, en algunos casos, las opciones de rehabilitación son limitadas o inexistentes: “Cuando se pierden los dientes hay casos en los que no se pueden volver a poner, ni con implantes ni con nada, porque para colocar esos implantes tal vez necesiten un TAC y, si van en silla de ruedas o no se pueden sedar, no se les puede hacer”. Por ello, la prevención cobra un valor crítico: “Con los pacientes sin discapacidad la prevención es importante, pero con ellos todavía cobra más importancia”.
El trabajo de los dentistas no solo consiste en enseñar las técnicas adecuadas, sino también en proporcionar herramientas adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente. “Nosotros tenemos material que hemos ido adaptando para que el paciente no cierre la boca. Hay abrebocas que modificamos para tener un mayor control y evitar que se los saquen con la lengua ", señala la Dra. Martínez.
Este material es esencial para facilitar el cepillado y minimizar los riesgos, pero de poco sirve si los cuidadores no saben utilizarlo correctamente. De ahí la importancia de que los dentistas dediquen tiempo a instruir a los familiares y profesionales en su uso.
LA SALUD BUCODENTAL, UN RETO MÁS DEL CUIDADOR
La Dra. Martínez también reconoce que la salud oral no siempre está en el centro de las prioridades de los cuidadores, que lidian con múltiples frentes a diario: “Estos pacientes no solo tienen que atender a la salud bucodental, la mayoría tienen muchas cosas más: tienen que ir al psiquiatra, al logopeda, algunos tienen problemas hasta para ir a cortarse el pelo”, comenta.
“Estos pacientes no sólo tienen que atender a la salud bucodental sino que tienen otras responsabilidades como el psiquiatra o el logopeda”
Sin embargo, esta realidad no debe ser excusa para descuidar la higiene bucal, ya que las consecuencias de su descuido pueden ser devastadoras. La clave está en la concienciación de los cuidadores para comprender la importancia de su papel, podrán marcar una diferencia significativa en la salud y bienestar de las personas que dependen de ellos.
Para ayudar a los cuidadores en esta importante labor, la Dra. Martinez ha publicado el libro “Su boca en tus manos” en el que aborda la importancia del cuidado de los dientes y cómo erupcionan; cómo cuidar los dientes, dónde, cuándo y qué utilizar; cuáles son las enfermedades que afectan a la boca, cómo prevenirlas y ante qué situaciones visitar de forma urgente al especialista; las circunstancias especiales en estos pacientes como babeo, bruxismo, autolesiones, etc.; o cuáles son los límites actuales de los tratamientos en personas dependientes. En definitiva, una guía para afrontar situaciones que “si no se conoce como manejarlas, antes o después van a afectar la calidad de vida de esas personas”, concluye.