Es habitual que en los baños, el inodoro se encuentre cerca del lavabo donde nos cepillamos los dientes para cuidar nuestra salud bucodental. Una investigación de la Universidad de Colorado (CU) en Boulder publicada en Scientific Reports advierte de un peligro que es posible que haya pasado inadvertido y que puede afectar a la salud de nuestra boca.
Usando láseres de color verde brillante y una cámara especial, un equipo de ingenieros de CU Boulder realizó un experimento para revelar cómo pequeñas gotas de agua, invisibles a simple vista, son expulsadas rápidamente al aire cuando se tira de la cadena en un inodoro sin que la tapa esté cerrada. Se trata del primer estudio que visualiza directamente la columna de aerosol que aparece cuando se tira de la cadena y que además mide la velocidad y la propagación de las partículas.
En la mayoría de los casos los cepillos de dientes se guardan sobre la encimera del lavabo situado cerca del inodoro. Estas partículas en aerosol transportan patógenos y podrían representar un riesgo para los elementos que utilizamos para la higiene bucodental, como el cepillo de dientes. Estas gotas microscópicas que podrían contener partículas cargadas de bacterias, virus y otros patógenos podrían llegar a permanecer en las superficies varias horas.
Se recomienza mantener el cepillo de dientes alejado del inodoro y cambiarlo con una frecuencia de en torno a 12 semanas
Este estudio ha intentado comprender las trayectorias y velocidades de estas partículas, que pueden transportar patógenos como E. coli, C. difficile, norovirus y adenovirus, es importante para mitigar el riesgo de exposición a través de estrategias de desinfección y ventilación, o un mejor diseño de inodoros y descargas.
Como medida de prevención, en primer lugar, debemos cerrar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena y en segundo lugar intentar alejar nuestro cepillo de dientes lo máximo posible del inodoro.
En línea con la investigación de la Universidad de Colorado, la Asociación Dental Americana (ADA) ha demostrado que los cepillos de dientes albergan bacterias, incluidas las bacterias coliformes fecales que se liberan en el aire cuando se descarga el inodoro o pueden propagarse al cepillo de dientes cuando el propietario toca una superficie contaminada antes de manipular su cepillo.
Desde ADA recuerdan que los cepillos no se deben compartir. También recomiendan enjuagarlo bien después de cada uso para eliminar cualquier resto de pasta o residuo, y guardarlo en posición vertical después de emplearlo así como dejarlo secar al aire.
El presidente del Consejo General de dentistas, el Dr. Óscar Castro Reino, recuerda que los cepillos deben cambiarse cada 3-4 meses, siempre que detectemos que se ha deteriorado o cuando hayamos pasado por un proceso infeccioso de tipo respiratorio o digestivo: “Los cepillos de dientes son esenciales para el correcto cuidado de la salud bucodental. Sin embargo, debemos tomar las máximas precauciones, para evitar que puedan convertirse en un elemento de contaminación cruzada”, asegura el presidente de la Organización Colegial.