Durante los últimos años se ha producido un aumento de la popularidad de los alineadores dentales invisibles, promocionados en redes sociales como una alternativa rápida y económica para corregir problemas de alineación dental. Pero en muchos casos, como hemos conocido recientemente cientos de personas han denunciado graves daños por la falta de supervisión profesional en algunos tratamientos detrás de los que está la Inteligencia Artificial (IA).
“Se están vendiendo alineadores por encargo, por Internet, sin la supervisión de profesionales, ni diseñados por ortodoncistas y basados por los parámetros que se generan con IA”, explica el odontólogo Iván Malagón. El experto en ortodoncia invisible, ortopedia maxilar y cirugía ortognática explica que a partir de un “kit” que el cliente recibe en su casa, el potencial paciente se toma las medidas de su boca con unas siliconas que se envían una sede física que escanea sus datos, creando un registro digital, que es el que utiliza la inteligencia artificial para alinear los dientes.
“Un ortodoncista no sólo se fija en los registros dentarios para alinear la boca de un paciente: se tienen en cuenta muchas más variables”
Este proceso no es recomendable ya que, apunta el Dr. Malagón: “Un ortodoncista jamás se fija únicamente en los registros dentarios para alinear la boca de un paciente. Se tienen en cuenta muchas más variables claves. Variables que no son sólo faciales, sino también esqueléticas (lo que se llama todo el aparato estomatoganático, todo el macizo cráneo maxilofacial). Son parámetros que están contenidos dentro de cefalometrias. Éstos son puntos o referencias a través de las cuales los odontólogos planificamos la posición de cada diente, su situación, la inclinación que tiene que tener, cómo se tienen que relacionar entre ellos, etc”.
El experto recuerda que estos tratamiento no buscan únicamente alinear cada diente, “sino también deben estar coordinas las arcadas dentarias (maxilar y mandibular) de manera que funcionen adecuadamente”. Esto, recuerda Malagón es muy importante, “ya que no sólo deben funcionar en una oclusión estática, si no en una oclusión dinámica”.
“A día de hoy toda planificación de una ortodoncia debe ser supervisada por un profesional que controle la inteligencia artificial”
El ser humano al realizar la labor de masticación, sus dientes entran en contacto, pero lo hacen, indica Malagón, teniendo en cuenta unas guías: “Las guías caninas (cuando masticamos) y las guías protrusivas (cuando cortamos) y ambas tienen que tener una buena relación. Si esas guías no son correctas, se dañan mucho las articulaciones tempomandibulares, lo que crea acufenos en el oído, dolores de cuello y otros problemas, aparte del riesgo de perder los dientes prematuramente”, detalla el odontólogo.
“Todas estas referencias no las tiene, por lo menos de momento, la Inteligencia Artificial”, advierte el experto que apunta: “En un futuro a medio/largo plazo, puede que sí, pero de momento no. A día de hoy toda planificación de una ortodoncia debe ser supervisada por un profesional que controle esta inteligencia artificial”.
“La salud de nuestros dientes y encías es invaluable y no debe ser comprometida por prácticas irresponsables”
Los dentistas recuerdan que es esencial que el público en general sea consciente de los riesgos asociados con la adquisición de alineadores dentales invisibles a través de Internet o de empresas no autorizadas. La búsqueda de una sonrisa perfecta no debe comprometer la salud bucal, ni poner en peligro el bienestar de las personas.
“Ante esta situación, debemos incidir en intentar evitar la compra de tratamientos ortodóncicos online. Es clave buscar siempre la orientación y supervisión de profesionales cualificados en odontología. La salud de nuestros dientes y encías es invaluable y no debe ser comprometida por prácticas irresponsables”, concluye Malagón.