El Atlas de Salud Bucodental 2022 estima que en España hay 5,5 millones de pacientes diabéticos, lo que nos sitúa como el segundo país de Europa con más personas con diabetes. La salud general y la bucodental están estrechamente relacionadas, tanto que enfermedades como la diabetes pueden tener repercusiones en nuestra salud si no se toman las medidas necesarias. Los dentistas en el Día Mundial de la Diabetes que se celebra este 14 de noviembre recuerdan la importancia de que estos pacientes sean conscientes del mayor riesgo que corren de padecer enfermedades periodontales.
Varios estudios científicos han demostrado que una diabetes mal controlada está asociada a una mayor prevalencia y gravedad de la enfermedad periodontal. Y a su vez, algunas patologías crónicas, como la propia enfermedad periodontal, pueden aumentar el riesgo de padecer diabetes y comprometer el control de la glucosa en las personas que ya la padecen.
“Los altos niveles de azúcar en sangre pueden debilitar los glóbulos blancos que son los encargados de luchar contra las infecciones orales”
“Los altos niveles de azúcar en sangre pueden debilitar los glóbulos blancos que son los encargados de luchar contra las infecciones orales”, explica Paula Moreno, higienista dental de la Clínica dental Santa Clara, en declaraciones a Dentalia. “Estos mismos azúcares también se encuentran en la saliva, y si tenemos en cuenta que las bacterias causantes de la placa dental se alimentan de azúcar, el resultado será una mayor incidencia de caries, enfermedades gingivales y por lo tanto periodontales”, alerta.
“Los pacientes diabéticos son mucho más propensos a padecer cualquier enfermedad. Dentro de las enfermedades bucodentales, las más frecuentes son las caries ya que estos pacientes producen menos saliva y tienen la boca más seca; la gingivitis puesto que las encías se inflaman y sangran; y por último periodontitis en caso de que la gingivitis no se trate y siga avanzando”, alerta Moreno.
Al igual que la diabetes, la enfermedad periodontal, que consiste en la alteración de los tejidos que rodean y soportan al diente, como son las encías y el hueso, es una enfermedad común y crónica. Y entre ambas enfermedades se ha demostrado una relación clara y evidente.
Otra de las enfermedades bucodentales más frecuentes en el paciente diabético es la candidiasis oral, una infección por hongos causada por un crecimiento excesivo de la levadura Candida albicans, que vive en la boca. La sequedad bucal causada por la diabetes puede estimular el crecimiento excesivo de estos hongos y provocar esta patología. Los dentistas pueden tratar esta afección mediante medicamentos antimicóticos. En algunos pacientes diabéticos, sobre todo cuando los niveles de glucosa no están controlados, pueden aparecer también lesiones en la boca como úlceras, aftas, o lesiones en la comisura de los labios.
“Con la diabetes el sistema inmunológico está debilitado, por lo tanto, los tiempos de cicatrización siempre será mucho mayores”
Además, las personas con diabetes mal controlada tienen una mayor susceptibilidad de sufrir complicaciones en los tratamientos odontológicos, sobre todo los quirúrgicos. En concreto, están abocados a un mayor riesgo de infección y a un retraso en la cicatrización en las intervenciones bucales. “Con la diabetes el sistema inmunológico está debilitado, por lo tanto, los tiempos de cicatrización siempre será mucho mayores”, indica Moreno.
Los expertos recomiendan en pacientes con diabetes, incluso en ausencia de sintomatología, la importancia de asumir un programa de revisiones periódicas durante toda su vida. Y abogan por un control especialmente riguroso a quienes presenten algún factor de riesgo, como sería la propia enfermedad periodontal. “Lo primero de todo es que el paciente esté correctamente diagnosticado y tenga la enfermedad controlada con la mediación pautada por su médico. Como medidas preventivas dentro de la consulta dental, recomendamos acudir a revisiones periódicas cada seis meses o un año, realizarse limpiezas para tener la placa controlada y así evitar la aparición de enfermedades”, recomienda Moreno.
“Es fundamental que exista una buena comunicación entre el paciente y su odontólogo”
Como medidas preventivas en el día a día, la higienista dental recomienda a las personas con diabetes “cepillarse los dientes después de cada comida con una pasta fluorada, uso de hilo dental, dejar de fumar y mantener la boca hidratada para evitar la caries”.
Además, Moreno recuerda que “es fundamental que exista una buena comunicación entre el paciente y su odontólogo, para así poder tener un diagnóstico precoz y certero, tomar las precauciones necesarias y en caso de que exista algún problema tratarlo a medida teniendo en cuenta su enfermedad”, concluye.
LA SEdO ADVIERTE QUE LA DIABETES TAMBIÉN PUEDE AFECTAR A LOS TRATAMIENTOS DE ORTODONCIA
La Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEdO) recuerda que la diabetes puede tener un impacto negativo tanto en la salud oral como en los tratamientos de ortodoncia, debido a un mayor riesgo de problemas dentales, la importancia de las encías y los dientes en el proceso de corrección ortodóntica y la posibilidad de retrasos en la curación. No obstante, recalca el presidente de la SEdO, el Dr. Juan Carlos Pérez Varela, “con una atención y comunicación adecuadas entre el paciente y el ortodoncista, es posible abordar estos desafíos y lograr resultados exitosos en el tratamiento ortodóncico, incluso en pacientes con diabetes”.
Los ortodoncistas desempeñan un papel crucial en la detección temprana de la diabetes y en la educación de los pacientes sobre la importancia de mantener una buena salud bucal. Durante las consultas, los odontólogos pueden identificar signos de enfermedad periodontal y otros problemas orales que podrían indicar un mayor riesgo de diabetes. Esto permite una derivación oportuna para una evaluación y diagnóstico adecuados.
En este sentido, desde la SEdO recomiendan a las personas con factores de riesgo para la diabetes, como antecedentes familiares, obesidad o síntomas persistentes, que se sometan a pruebas regulares de detección.