El albinismo, una condición genética generalmente vinculada a alteraciones en la piel y la visión, también puede repercutir en la salud bucodental de quienes lo padecen. Por ello, los profesionales de la odontología deben tener en cuenta algunas particularidades a la hora de atender a estos pacientes: alteraciones en el crecimiento de los dientes o un mayor riesgo de padecer determinadas enfermedades orales son algunas de ellas.
En declaraciones a Dentalia, Concepción Mercedes León Martínez, presidenta del Colegio Oficial de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife, afirma que “las personas con albinismo son más propensas a desarrollar enfermedades como la gingivitis y presentan una mayor susceptibilidad a alteraciones en las glándulas salivales menores, lo que puede derivar en ulceraciones de la mucosa oral”. Asimismo, indica que “el crecimiento dental puede ser más lento en algunos casos, aunque esta característica no necesariamente afecta la funcionalidad de la dentadura”.
Uno de los factores determinantes es la ausencia de melanina, que desempeña un papel protector en los tejidos periodontales. La Dra. León Martínez destaca que esta carencia podría generar una inflamación más pronunciada en las encías, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades periodontales. Además, sostiene: “En el caso de albinismos asociados con algunos trastornos autosómicos recesivos que a la vez presentan problemas de coagulación, se hace necesario un diagnóstico precoz y adoptar precauciones previas para cirugías y tratamientos invasivos”. En casos de pacientes con inmunodeficiencia la experta apunta a un reto añadido, ya que su capacidad de respuesta inmunológica es menor, lo que también incrementa la predisposición a complicaciones periodontales.
“La ausencia de melanina en los tejidos periodontales podría presentar mayor inflamación en ellos generando una mayor predisposición a padecer enfermedad periodontal”
Por otro lado, las alteraciones en las glándulas salivales menores pueden agravar cuadros como la queilitis glandular, especialmente debido a la secreción de saliva espesa. Además, estas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar queratosis actínica. “En la Queratosis actínica, entre los factores de riesgo para padecerla, se encuentran trastornos genéticos como el albinismo, ya que la melanina juega el rol más importante en la protección de los rayos ultravioletas”, detalla la Dra. León Martínez.
La estructura del esmalte dental también puede verse afectada. En algunos casos, los pacientes presentan hipoplasia, una mineralización deficiente que hace que el esmalte sea más delgado y menos resistente. “Se han remitido casos de hipoplasia del esmalte (desarrollo incorrecto del esmalte por una mineralización deficiente, tanto en dentición primaria como permanente), lo que podría hacer que los dientes sean más vulnerables a caries y desgastes”. Además, apunta la especialista, que esta menor densidad en el esmalte también puede provocar una mayor sensibilidad dental.
“Las personas con albinismo pueden tener dientes de un tono ligeramente más claro, debido a la menor presencia de melanina en el esmalte. Sin embargo, esta diferencia no siempre es evidente”, explica la experta. El cuidado bucodental en estos pacientes requiere un enfoque adaptado. Las encías claras y sensibles pueden inflamarse con mayor facilidad al exponerse a ciertos irritantes, pero esta sensibilidad también permite identificar problemas como la gingivitis en sus primeras etapas. Por otra parte, la fotofobia característica del albinismo hace necesario proteger los ojos durante las consultas odontológicas, ya que las luces pueden resultar especialmente molestas.
Las personas con albinismo puede presentar menor densidad de esmalte lo que puede provocar más caries y una mayor sensibilidad dental
En cuanto a la higiene bucal, es fundamental mantener hábitos adecuados para prevenir la acumulación de placa y minimizar el riesgo de caries. “Hay que tener en cuenta que la piel y las encías claras pueden ser más propensas a inflamarse con ciertos irritantes o productos químicos, por lo que se deberían evitar en estos pacientes”, advierte la experta. Y reconoce que “al ser más propensas también a enrojecerse, facilita identificar problemas como la gingivitis en sus primeras etapas”.
El uso de pastas dentales fluoradas o específicas para dientes sensibles puede ser beneficioso en casos de esmalte debilitado. Asimismo, las visitas regulares al dentista son esenciales para identificar y tratar a tiempo posibles problemas en el esmalte y las encías.
A pesar de estas consideraciones, León Martínez subraya que la literatura científica sobre el impacto del albinismo en la salud bucodental es limitada. "La atención dental en personas con albinismo no presenta necesidades muy diferentes a las de la población general, pero algunas adaptaciones y precauciones pueden mejorar significativamente su bienestar", concluye.