Cada 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del SIDA, una conmemoración que desde 1988 busca apoyar los esfuerzos globales para prevenir nuevas infecciones por el VIH, ampliar la concienciación y los conocimientos sobre este virus con el que conviven cerca de 38,4 millones de personas en el mundo. Las personas con VIH tienen más probabilidades de desarrollar problemas de salud bucodental por el debilitamiento del sistema inmunitario.
La calidad de vida del paciente depende tanto del tratamiento farmacológico para lograr una carga viral indetectable y un seguimiento de los órganos más afectados, como de un adecuado estado nutricional y emocional. En este último aspecto resulta de gran importancia el papel del dentista, que debe encargarse de rehabilitar la función y la estética de la cavidad oral, y prevenir la aparición de infecciones como la enfermedad periodontal y la caries.
El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) y su Fundación (FCOEM) aprovechan este día para reivindicar este papel del odontólogo en relación con el diagnóstico, manejo y progresión de la enfermedad. “Las lesiones orales pueden ayudar en la detección de las infecciones por VIH en casos no diagnosticados previamente, además de ayudar a predecir la progresión de la enfermedad”, explica el Dr. Tomás Hernán Pérez de la Ossa, odontólogo y vocal de la Junta de Gobierno del COEM.
El dentista es fundamental para prevenir la aparición de infecciones como la enfermedad periodontal y la caries
En declaraciones a Dentalia, el Dr. Hernán indica que algunas de las acciones directas de la terapia en la cavidad oral son la aparición de lesiones en la mucosa oral, en concreto úlceras orales, que en ocasiones comprometen la nutrición y la comunicación del paciente. Otra de las afecciones es la xerostomía, consistente en una disminución de secreción salival, lo que condiciona una acidificación del medio bucal, variando la microflora y bacterias, con un aumento del índice de caries y de colonización por Cándida que origina queilitis comisural y glositis entre otras. “El gusto se altera adquiriendo un sabor metálico y la sensación subjetiva de la boca se modifica creando problemas para deglutir ciertos alimentos, originándose un cambio selectivo en el patrón nutricional de los pacientes con xerostomía, que prefieren alimentos con gran contenido en azúcar y agua”, afirma el doctor.
El facultativo también explica que estos pacientes pueden padecer trastornos gastrointestinales, comunes con casi todos los fármacos antirretrovirales y que ocurren especialmente en las fases iniciales del tratamiento. La náusea, síntoma común con los esquemas que contienen Zidovudina, puede entorpecer o impedir el correcto cepillado dental, lo que condiciona una higiene oral deficiente que constituye un factor de riesgo para la aparición de caries y el inicio o agravamiento de la enfermedad periodontal. Otro efecto adverso gastrointestinal es el vómito, que además de interferir con el cepillado dental, disminuye el pH bucal aumentando así la predisposición a padecer caries dental y una mayor formación de placa.
La terapia contra la infección por VIH también produce alteraciones del sistema nervioso central, tales como ansiedad, mareos, insomnio y pesadillas, cambios de humor o depresión. Las personas con problemas de conducta y emocionales pueden alterar muchas veces sus rutinas diarias, descuidando la higiene oral y modificando su dieta, lo que pueden conllevar una mayor prevalencia de patologías orales.
Los pacientes infectados por VIH sufren alergias de manera más frecuente que la población general, lo que puede afectar a la cavidad oral
El Dr. Hernán señala que “entre el 5 y el 10 % de los pacientes que reciben zidovudina desarrollan anemia y de manera menos frecuente neutropenia, dos condiciones que pueden producir alteraciones en la cavidad oral”.
Los pacientes infectados por VIH sufren alergias de manera más frecuente que en la población general. Esto, según el Dr. Hernán, tiene consecuencias en la cavidad oral ya que muchos de los procesos patológicos de la mucosa oral están supeditados a la alergia como factor de riesgo.
El experto también destaca que “los individuos infectados por el VIH tienen una densidad ósea menor que los individuos no infectados y consecuencia de ello suelen padecer osteopenia u osteoporosis en ocasiones, que por lo general son asintomáticas. En la cavidad oral la implicación de ambas patologías es notable ya que los dientes se encuentran alojados en maxilar y mandíbula, la enfermedad periodontal podría verse agravada y de igual modo la cicatrización ante un proceso quirúrgico”.
“El dentista juega un papel fundamental en el tratamiento multidisciplinar del VIH”
Para prevenir estas patologías en pacientes con VIH, el doctor recomienda realizar revisiones periódicas con el dentista, llevar a cabo una adecuada rutina de higiene dental mediante el uso de cepillo dental y elementos de higiene interproximal, seguir la pauta indicada de la medicación contra el VIH así como informar al médico de cualquier síntoma bucal provocado por el tratamiento.
“El dentista juega un papel fundamental en el tratamiento multidisciplinar del VIH”, afirma el Dr. Hernán, ya que la presencia de lesiones en la cavidad oral, puede:
- Indicar infección por VIH en casos no diagnosticados previamente
- Predecir la progresión de la enfermedad del VIH
- Representan características clínicas tempranas del SIDA clínico (por ejemplo, sarcoma de Kaposi oral)
- Formar determinantes tradicionales de entrada o salida de la terapia antirretroviral
- Ser determinantes de la terapia contra infecciones oportunistas
- Ser utilizado en la estadificación y clasificación de enfermedades
- Actúan como marcadores de otros estados de inmunodeficiencia mucosa más sutiles que a menudo pasan desapercibidos en el examen clínico
- Llevar a los pacientes a buscar tratamiento debido a dolor/malestar o razones estéticas
- Se correlacionan individualmente con los niveles de CD4 en pacientes gravemente inmunodeprimidos
- Se correlacionan con los niveles de CD4 cuando se agrupan (para recuentos de CD4 <200 × 106/l)
- Actúan como cofactores que afectan la tasa de progresión de la enfermedad del VIH.
“Además de ello, no olvidemos que para poder gozar de una buena salud general es indispensable gozar de una buena salud oral”, indica el doctor. Esto contribuye, añade, “a mejorar la evolución del paciente, su adherencia al tratamiento o autoestima”.
El dentista puede jugar un papel fundamental en la detección de VIH ya que, explica el doctor, “la boca puede ser la primera parte del cuerpo afectada cuando se infecta con el VIH”. Debido a que la infección por VIH debilita el sistema inmunológico, el paciente será más susceptible a padecer infecciones u otros problemas. En la boca, esto puede causar dolor y pérdida de dientes.
Las personas con VIH pueden experimentar problemas bucales como candidiasis oral, leucoplasia vellosa, enfermedad periodontal, gingivitis o periodontitis ulcerqtiva-necrosante, boca seca por descenso del flujo salival, brotes del virus del herpes simple o verrugas orales (Virus del Papiloma Humano) entre otros.
“La presencia o complicación de lesiones orales asociadas a la infección, una vez que ha comenzado la terapia puede ser un indicador que la misma es inadecuada”
“La evidencia clínica ha demostrado que, con las terapias utilizadas para tratar la infección por VIH, las lesiones orales que se le asocian normalmente disminuyen su incidencia al comenzar el tratamiento”, indica el Dr. Hernán.
La presencia o complicación de lesiones orales asociadas a la infección, una vez que ha comenzado la terapia “puede ser un indicador que la misma es inadecuada”, apunta el doctor. “Esto puede traducirse como una resistencia viral o una incorrecta adherencia terapéutica. Estas lesiones pueden ser utilizadas como predictor no solo de avance de la enfermedad, sino como fallo de la terapia y aumento de la carga viral del paciente”, añade.
Los nuevos fármacos empleados como Profilaxis preexposición (PrEP) han permitido reducir la infectividad de este virus desde el año 2016 en España. A pesar de esto, sus efectos adversos orales como la xerostomía, el aumento de concentración de calcio salival, la disgeusia (dificultad para tragar), la alteración en la reparación la mucosa oral y el aumento de la proliferación epitelial, aún son poco estudiados y pueden tener nuevas implicaciones en la prevención y tratamiento de los pacientes. “Durante las 4 primeras semanas se pueden producir molestias gastrointestinales, con peor tolerabilidad digestiva respecto al placebo, sobre todo náuseas o vómitos, que desaparecen con posterioridad; pero que deben ser tenidas en cuenta ya que afectan a la salud bucodental del paciente”, afirma el Dr. Hernán.
Respecto a los protocolos actuales de PrEP, señala el experto, “han demostrado tener un perfil de seguridad favorable, aunque hay que considerar que la mayoría de los participantes en los estudios sobre PrEP han sido hombres jóvenes, con pocas comorbilidades y que ya habían utilizado PrEP en cortos periodos de tiempo”.
Los odontólogos son fundamentales en la detección de la enfermedad antes de su diagnóstico, predecir la progresión de la enfermedad, además de mejorar la calidad de vida de estos pacientes buscando los mejores tratamientos de cara a dolor, malestar, e incluso, por razones estéticas. “En el tratamiento multidisciplinar del paciente con VIH es fundamental el papel del dentista; ya que las lesiones en la cavidad bucal actúan como marcadores de otros estados de inmunodeficiencia mucosa más sutiles que a menudo pasan desapercibido en el examen clínico y se correlacionan individualmente con los niveles de CD4 en pacientes gravemente inmunodeprimidos”, concluye el Dr. Hernán.