La relación del deporte y la salud oral es directa y bidireccional. Los expertos advierten que una deficiente salud bucodental puede tener implicaciones en el rendimiento deportivo de los deportistas, pero también alertan de que la práctica de algunas actividades físicas puede tener consecuencias en nuestros dientes.
Entre estas actividades se encuentra el buceo. Su práctica continua puede tener efectos en la salud bucodental debido a varios factores relacionados con la presión a la que están expuestos los buceadores y las condiciones en las que se realizan las inmersiones. Según explica a Dentalia la Dra. Cristina Moreno, odontóloga y directora del Centro Odontológico MC2, “la presión a la que están sometidos los buceadores puede tener efectos significativos en los dientes y en las estructuras orales”.
“Los cambios de presión pueden causar dolor en los dientes e incluso fracturas de empastes o prótesis dentales”
La presión del agua que aumenta a medida que se desciende a profundidades considerables “puede tener como resultado cambios en los espacios llenos de aire en la boca, como los senos paranasales y las cavidades de los dientes”, afirma la doctora quien añade que, “por tanto, los cambios de presión pueden causar dolor en los dientes y, en casos extremos, llevar a la fractura de empastes o prótesis dentales”. Además recuerda que los buceadores están expuestos “a otros factores que pueden afectar a su salud bucodental” como por ejemplo el uso frecuente de reguladores y boquillas que puede “causar irritación en los tejidos orales, como las encías y los labios”.
Otro de los factores a los que están expuestos los buceadores es la inhalación de aire seco y frío a través del regulador lo que, según la odontóloga, “puede contribuir a la sequedad de la boca lo que aumenta el riesgo de caries y enfermedades de las encías”. La Dra. Moreno explica cuáles son las cuatro enfermedades bucodentales más comunes entre quienes practican el buceo:
- La barodontalgia es un término utilizado para describir el dolor dental debido a cambios en la presión ambiental. Cuando son cambios rápidos pueden causar dolor agudo en los dientes.
- El barotrauma dental ocurre cuando la presión del agua comprime el aire atrapado en las cavidades de los dientes lo que puede dar lugar a la fractura de los mismos o de las obturaciones o empastes existentes.
- La xerostomía se produce dado que la inhalación de aire seco y frío durante las inmersiones puede causar sequedad en la boca. Esto disminuye la producción de saliva, lo que aumenta el riesgo de caries dental y enfermedades de las encías.
- Las infecciones orales: El contacto con el agua del mar durante las inmersiones puede introducir microorganismos patógenos en la boca, lo que aumenta el riesgo de infecciones orales como la gingivitis y la periodontitis.
Los expertos recomiendan someterse a un reconocimiento odontológico antes de practicar este tipo de actividades, ya que “existen algunas enfermedades bucodentales con las que no se recomienda la práctica del buceo”, indica la Dra. Moreno, que advierte: “Si una persona tiene caries dentales no tratadas o enfermedades periodontales avanzadas el cambio de presión durante la inmersión puede agravar los síntomas y causar un malestar significativo”. La experta también desaconseja la práctica del buceo “en casos de infecciones orales activas, como abscesos dentales”, ya que la presión puede "aumentar la propagación de la infección".
“El cambio de presión durante la inmersión puede agravar los síntomas de algunas enfermedades periodontales”
La higiene bucodental es importante para todas las personas pero más si se van a realizar este tipo de actividades deportivas. La doctora recuerda que mantener una buena salud bucodental incluye el “cepillado y el uso de hilo dental de manera regular”.
Para evitar perjuicios en nuestra salud oral la mejor prevención son las “revisiones y limpiezas dentales periódicas” por parte de un profesional que mediante la observación del estado de la dentadura puede “valorar si la exposición a la inmersión va a ocasionar algún problema dental u oral”, apunta la Dra. Moreno.
La experta aconseja mantener una buena higiene bucodental diaria para eliminar la placa y los restos de alimentos entre los dientes, evitar comer o beber alimentos y bebidas ácidas, azucaradas o carbonatadas poco antes de bucear ya que estos alimentos pueden aumentar el riesgo de erosión dental y caries, hidratarse adecuadamente antes de las inmersiones para mantener una adecuada producción de saliva así como controlar la sequedad bucal. Además también recuerda que “es interesante considerar la opción de utilizar protectores bucales personalizados que pueden ayudar a prevenir lesiones dentales causadas por la presión o impactos durante las inmersiones”.
La oxigenoterapia hiperbárica puede ayudar a aliviar los problemas bucales que pueden darse tras inmersiones prolongadas
Una terapia que ayuda a aliviar los problemas bucales que pueden darse tras inmersiones prolongadas es la oxigenoterapia hiperbárica. “En nuestro centro disponemos de una cámara hiperbárica para realizar este tratamiento y para favorecer la curación de enfermedades neurológicas, heridas crónicas y una amplia variedad de condiciones médicas”. La doctora apunta que “este tipo de oxígeno no solo acelera la curación de heridas en la boca, sino que también tiene efectos antiinflamatorios y antibacterianos. En el primer caso es relevante ya que la inflamación crónica de las encías es un problema común y puede derivar en problemas periodontales y con la oxigenoterapia hiperbárica se reduce la inflamación y se facilita la recuperación tras procedimientos dentales como extracciones e implantes”.
“La acción antibacteriana de esta terapia es clave ya que el ambiente oral es un caldo de cultivo para las bacterias y combatir las infecciones puede ser un desafío, pero con el uso de la cámara hiperbárica se eliminan las bacterias dañinas y se mejora la salud de las encías y de los dientes”, concluye.