Ya sea a causa de una enfermedad o un traumatismo, se estima que al 7% de la población adulta mundial le falta al menos un diente completo, según la Organización Mundial de la Salud. Además de ser funcionalmente limitante, también puede conllevar un estigma social para las personas edéntulas. En España, se colocan entre 1,2 y 1,4 millones de implantes dentales al año. Ante la pérdida dentaria, la implantología oral tiene como objetivo recuperar la funcionalidad de la cavidad bucodental a través de implantes dentales, generalmente compuestos de titanio o zirconio, que simulan la raíz del diente perdido y se introducen en el tejido óseo.
Ante un tratamiento de implante dental, muchas personas se preguntan si los fumadores pueden optar a esta opción restauradora. El Dr. Fernando Soria, experto en odontología reconstructiva, periodoncia e implantología, afirma que estos pacientes sí son candidatos a recibir este tipo de tratamiento pero recuerda que se “debe tener en cuenta que la capacidad de defensa de los tejidos que rodean a los implantes dentales, es inferior a la de las propias piezas dentales, y en el paciente fumador aún más”.
“A veces es difícil hacer comprender la gravedad de la enfermedad ya que los pacientes no tienen o no sufren de dolor”
En esta línea, recuerda que en pacientes fumadores, la calidad de su higiene debe ser eficaz para remover de manera efectiva las bacterias de su boca: “Ya que si no hay bacterias (en gran cantidad) no habrá enfermedad de las encías, ni en la encía que rodea los dientes como tampoco la encía que rodea los implantes dentales”, puntualiza el doctor.
Soria reitera que el aspecto de las encías de los pacientes fumadores suele tener un aspecto saludable, que generalmente no suele sangrar y no sienten dolor. "Por ello, si no acuden al dentista a sus revisiones periódicas, y solo lo hacen cuando notan o sienten algunos indicios de la enfermedad como movilidad dental, separación de sus dientes, apiñamiento dental o abscesos dentales, en este momento suele ser demasiado tarde”, explica.
“Las visitas periódicas de control de los pacientes fumadores al dentista deben darse con mayor frecuencia que en pacientes no fumadores”
Recalca que este tipo de pacientes deben ser diagnosticados por el Odontólogo general y éste a su vez, debe derivarlo al especialista en encías, el Periodoncista, que será el responsable del diagnóstico, tratamiento y de lo más imperante en estos pacientes, el mantenimiento a largo plazo. “Sabemos que son pacientes difíciles de hacer comprender la gravedad de la enfermedad, porque como comentamos, no tienen o no sufren de dolor. Debido a esto, es difícil para los pacientes iniciar y realizar un tratamiento cuando no sienten dolor”.
El experto apunta que la clave estará en la experiencia y pericia del especialista, el Periodoncista, para hacer entender al paciente, en base a un diagnóstico correcto clínico y radiográfico, sobre el estado de salud de sus encías. “Es bien sabido en medicina que la prevención es clave. Esto quiere decir que las visitas periódicas de control de los pacientes fumadores al dentista deben ser con mayor frecuencia que el paciente no fumador”, concluye.