Según una investigación publicada en BMC Salud Bucal, una bacteria periodontal llamada Porphyromonas gingivalis (P. gingivalis) sería un factor significativo en la promoción de células espumosas y el inicio de la aterosclerosis.
La Porphyromonas gingivalis es una bacteria periodontopatógena muy prevalente en patologías periodontales en la edad adulta (80-90%). Sin embargo, rara vez se encuentra en un periodonto sano o en jóvenes con enfermedad periodontal (10- 25%). Además, existe una relación directa entre la profundidad de las bolsas periodontales y la presencia de esta especie bacteriana.
La aterosclerosis es una enfermedad cardiovascular crónica que resulta en la acumulación de placas de grasa y colesterol en las paredes arteriales, lo que puede llevar a la obstrucción del flujo sanguíneo y causar eventos cardiovasculares graves, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. En los últimos años, se ha reconocido la importancia de las células espumosas en el inicio de este proceso patológico. Estas células, que se forman a partir de macrófagos cargados de lípidos, son fundamentales en la formación de un núcleo necrótico en las placas ateroscleróticas.
Esta investigación ha identificado que la bacteria P. gingivalis es un factor significativo en la promoción de células espumosas y el inicio de la aterosclerosis
El objetivo de esta revisión sistemática fue examinar detalladamente las vías por las cuales P. gingivalis induce la formación de células espumosas y, por ende, el proceso de aterosclerosis. Según los resultados mostraron que P. gingivalis puede promover de manera efectiva la formación de células espumosas mediante diversos elementos patógenos, y esta especie bacteriana puede afectar la tasa de expresión de varios genes y la función de receptores específicos en las membranas celulares y lisosomales. Sin embargo, debido al nivel moderado a alto de riesgo de sesgo entre los estudios, se necesitan más investigaciones en este sentido.
El descubrimiento de la asociación entre la infección por P. gingivalis y la formación de células espumosas abre nuevas perspectivas en la investigación de los mecanismos subyacentes de la aterosclerosis. Estos hallazgos pueden ser valiosos para el desarrollo de estrategias preventivas y terapéuticas más efectivas para abordar la aterosclerosis y sus consecuencias cardiovasculares. A medida que se realizan más investigaciones para dilucidar los detalles de estas vías moleculares y los factores implicados, será posible diseñar intervenciones más precisas y personalizadas para aquellos pacientes con riesgo de aterosclerosis.