Un tercio de los españoles sufren sensibilidad dental según el estudio 'Global Healthy Thinking Report 2021'. Se trata de dolores muy agudos al consumir bebidas muy calientes o al ingerir helados o bebidas con hielo. Esto les provoca problemas a la hora de someterse a determinados tratamientos dentales como un blanqueamiento. Una buena calidad del esmalte es fundamental para evitar la sensibilidad dental. La odontóloga, Eugenia Cervantes, indica “es importante saber que el esmalte está conformado en un 97% de hidroxiapatita, siendo el mineral más duro del cuerpo humano. Este mineral tiene la propiedad de ser fluorescente y su presencia hace más luminoso el diente, más natural”.
Cuando se daña el esmalte de nuestros dientes la dentina queda expuesta y puede provocar sensibilidad dental
El Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, explica que la sensibilidad dental es un signo de aviso de un problema subyacente de pérdida de esmalte o de retracción de encías que expone la dentina al medio bucal: “Cuando la dentina pierde su protección de esmalte o de cemento (en la raíz), se produce una irritación de los nervios de la dentina, lo cual provoca dolor al ingerir alimentos muy fríos, calientes o ácidos”.
La dentina, que se encuentra protegida por el esmalte dental, se compone de una serie de pequeños canales a los que se denomina túbulos que quedan expuestos cuando se produce un deterioro en el esmalte. A través de estos canales, el calor, el frío y otros elementos externos, encuentran un acceso hasta los nervios y las células interiores del diente lo que provoca una sensación de dolor por hipersensibilidad.
Un estudio realizado por la Universidad de Illinois (EEUU) demuestra que los azúcares contenidos en bebidas energéticas las hace especialmente dañinas por su gran nivel de acidez (incluso en las sugar free), produciendo lo que se denomina una erosión del esmalte la cual debilita la capa más dura del diente incrementando la sensibilidad dentaria y el riesgo de padecer caries. El auge del consumo de estas bebidas, especialmente entre deportistas y adolescentes, según el Consejo General de Dentistas, es muy preocupante. Como medidas preventivas se aconseja reducir al mínimo su consumo, enjuagarse bien con agua después de tomarlas, masticar chicle sin azúcar (para estimular la formación de saliva) y sobre todo no cepillarse los dientes hasta 30-45 minutos después de su ingesta para evitar dañar aún más al esmalte.
LA HIDROXIAPATITA, FUNDAMENTAL PARA EL BLANQUEAMIENTO DENTAL
Antes de realizar tratamientos como un blanqueamiento dental la Dra. Eugenia Cervantes indica que es recomendable realizar “un proceso preventivo de remineralización del diente basado en la hidroxiapatita que repara y fortalece el esmalte dental”.
Los tratamientos de hidroxiapatita producen una capa protectora en la superficie dental y mejoran la remineralización
La hidroxiapatita se aplica a través de unas esponjas que contienen la Hidroxiapatita en nanopartículas (nano-hidroxiapatita), que pueden penetrar en las porosidades del esmalte y producir una capa protectora en la superficie dental. Proporciona iones de calcio y fosfato para reducir la desmineralización de los dientes y mejorar la remineralización.
El tiempo de este tratamiento preventivo dependerá del grado de sensibilidad de cada paciente. Para ello es fundamental una valoración previa con el especialista como indica la Dra. Cervantes: “En casos leves se puede aplicar una semana antes del blanqueamiento, acompañándolo de pasta y colutorio con hidroxiapatita. En casos más severos de hipersensibilidad, además aplicamos un gel con alta concentración de hidroxiapatita sobre los dientes, junto a la luz fría para acelerar el proceso durante 40 minutos. El objetivo es dejar los dientes sanos, fuertes y luminosos y con menos sensibilidad dental. Una superficie del diente más lisa, luminosa y con posibilidades de recibir un recordatorio de blanqueamiento sin molestias”.
La hidroxiapatita en los tejidos mineralizados reviste una gran importancia ya que se ha demostrado que es un material biocompatible, con aplicación biomédica en Odontología, Ortopedia y Cirugía Máxilofacial.