El desgaste dental es un problema común que afecta tanto la salud bucal como la calidad de vida de los pacientes. Este fenómeno puede tener diversas causas, siendo el bruxismo una de las principales, y sus consecuencias pueden ser tanto estéticas como funcionales. La identificación clínica es clave para un diagnóstico temprano, y tanto las causas como las consecuencias deben abordarse de manera integral para mejorar la salud oral del paciente.
En declaraciones a Dentalia, el Dr. Manuel de Castro, ortodoncista y socio de la clínica Odontología Avanzada Martínez & De Castro, explica que para determinar clínicamente el desgaste dental “se buscan señales de desgaste en la parte de los dientes que contactan con la arcada antagonista. Este desgaste puede ser pequeño, afectando solamente al esmalte, o puede ser muy agresivo pudiendo llegar a la cámara pulpar”.
Aunque herramientas como las radiografías o impresiones digitales o analógicas pueden ayudar a detectar este problema, "el método más recomendable es la observación clínica", aclara el Dr. de Castro, ya que permite un estudio más detallado de las pequeñas alteraciones de color en la superficie del diente, y su relación con el diente antagonista. “Lesiones de abfracción o fisuras en el esmalte son igualmente señales de desgaste dental y están más relacionados con el bruxismo céntrico”, añade.
"El bruxismo excéntrico, o el hábito de frotar los dientes de un lado a otro, es el principal causante del desgaste dental"
Aunque funciones normales de la boca como la masticación o el habla no provocan desgaste significativo, la principal causa identificada por el Dr. de Castro es el bruxismo, especialmente el excéntrico. "El bruxismo excéntrico, o el hábito de frotar los dientes de un lado a otro, es el principal causante del desgaste dental", señala.
Este tipo de bruxismo suele ser nocturno, lo que dificulta que los pacientes se den cuenta del problema. "Hay personas que también lo hacen de día, pero la mayoría lo realiza mientras duermen", apunta el experto. Además, añade: “Dietas muy ácidas, con mucho potencial cariogénico, o trastornos como la bulimia, también contribuyen para una mayor fragilidad del diente y, como consecuencia, es más fácil que se desgaste”.
El desgaste dental no solo afecta a los dientes, sino que también puede tener repercusiones musculares y articulares. "A nivel dental, puede provocar sensibilidad, alteraciones morfológicas y de color, e interferencias en la función masticatoria", afirma el Dr. de Castro. “A medida que el desgaste dentario va aumentando, se va produciendo disminución de la dimensión vertical. Todas estas alteraciones tienen consecuencias, tanto estéticas como funcionales”, advierte.
“Todas estas alteraciones tienen consecuencias, tanto estéticas como funcionales”
En cuanto a las consecuencias musculares, el especialista explica que "el exceso de función que implica el bruxismo provoca contracturas musculares, dolor y disminución de la amplitud de movimiento". Otra señal habitual es el cansancio al masticar. "El paciente no aguanta mucho tiempo con la boca abierta y tiene dificultades para tolerar tratamientos prolongados", explica.
Tratar la consecuencia del desgaste dentario tiene como objetivo devolver la anatomía perdida. “Se hace recurriendo a la prótesis: desde empastes, coronas inyectadas, carillas, coronas sobre dientes naturales, prótesis fija sobre implantes o prótesis removible”, enumera el especialista. Además recuerda que se debe de tener en cuenta que todo tratamiento que se realice tendrá que llevarse a cabo en todos los dientes “para distribuir la carga, recuperando la DVO (dimensión vertical de oclusión) y eliminando en el proceso cualquier tipo de prematuridad”, advierte.
Las consecuencias del bruximo son cada vez más frecuentes entre los pacientes que visitan las clínicas dentales. Según el 'Libro Blanco 2023 de la salud bucodental en España', éste es uno de los problemas que más ha aumentado en los últimos años, que antes del año 2019 apenas sufría el 6% de los españoles y que en la actualidad confiensan padecerlo el 23% de la población. Con estos datos, el bruxismo se ha convertido en uno de los tres principales problemas de salud oral en España junto con la sensibilidad dentaria y el sangrado gingival.