El tabaquismo y el virus del papiloma humano (VPH) son dos factores de riesgo bien conocidos del cáncer de cabeza y cuello, pero existen numerosas pruebas que demuestran que pueden interactuar para aumentar aún más el riesgo de contraer la enfermedad, según un estudio realizado por científicos de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, y de la Universidad de Chile.
Los cánceres de cabeza y cuello (CCC) representan un problema de salud mundial que afectó a 830.000 sujetos en 2020 en todo el mundo, causando la muerte de más del 50% de ellos. Se originan en diferentes localizaciones anatómicas, como la orofaringe, la laringe, la hipofaringe, la boca, los labios, el paladar y las amígdalas.
El diagnóstico tardío es un problema común acompañado de metástasis regionales y distales que empeoran el pronóstico del paciente
Los factores de riesgo asociados son el tabaquismo, el consumo frecuente de alcohol y la infección por el virus del papiloma humano de alto riesgo (VPH-AR). Las oncoproteínas E6 y E7 del VPH-AR pueden inducir la degradación de los supresores tumorales p53 y pRb, respectivamente, contribuyendo a la inmortalización y transformación celular.
Los resultados del estudio que han estudiado la relación del consumo de tabaco y el VPH aclaran aspectos de los mecanismos moleculares implicados allanando el camino para estrategias de prevención y tratamiento, u otras intervenciones que podrían beneficiar a los pacientes.
Tanto el tabaquismo como el VPH se asocian a un mayor estrés oxidativo y daño del ADN, que son factores del cáncer
Según investigaciones anteriores, pueden regular la superóxido dismutasa 2 [SOD2], un biomarcador putativo de malignidad del cáncer oral y otras enfermedades asociadas al VPH. Los investigadores realizaron primero experimentos in vitro para analizar células orales que expresaban las oncoproteínas HPV16 E6 y E7 [que muestran la infección por el VPH] y que estaban expuestas al condensado del humo del cigarrillo. Se observó que los niveles de SOD2 y de daños en el ADN aumentaban significativamente en comparación con los controles, lo que apunta a una interacción perjudicial.
Las células de control expresaban menos SOD2 que las células que expresaban E6 y E7 o las células expuestas al humo del cigarrillo, mientras que las células que expresaban las oncoproteínas y estaban expuestas al humo del cigarrillo expresaban más SOD2 que cualquiera de las dos, lo que indica una interacción entre la presencia de genes del VPH y el humo del cigarrillo.
Ambos factores carcinogénicos se asocian a un aumento del estrés oxidativo (SO) y de los daños en el ADN
La segunda fase del proyecto consistió en un análisis de los datos genómicos de 613 muestras de The Cancer Genome Atlas (TCGA), un repositorio público que contiene las mutaciones genéticas responsables del cáncer (derivadas de la secuenciación del genoma y la bioinformática). Los investigadores se centraron en el análisis de las transcripciones de SOD2 para confirmar los hallazgos.
El siguiente paso sería aumentar la complejidad del modelo utilizado, analizando la cuestión funcional en el contexto de la expresión normal de proteínas víricas, donde el promotor del VPH regula de hecho la expresión de E6 y E7.