Un estudio pionero alerta sobre pacientes con TDAH: “Su ambiente oral dificulta la salud bucodental”

El ambiente oral de los niños que dificulta su salud bucodental y la salud bucodental: un estudio revela nuevas claves sobre su relación

Lucía Fernández Arce, profesora del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo y una de las autoras del estudio (Foto cedida a ConSalud)
Lucía Fernández Arce, profesora del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo y una de las autoras del estudio (Foto cedida a ConSalud)
Diego Domingo
7 abril 2025 | 12:00 h
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Un estudio pionero realizado por investigadores de la Universidad de Oviedo ha demostrado que los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir problemas de salud bucodental, incluso cuando mantienen buenos hábitos de higiene y una dieta equilibrada. Los hallazgos, publicados en la prestigiosa revista Caries Research, sugieren que el ambiente oral de estos niños podría estar afectado por factores biológicos relacionados con el propio trastorno y su tratamiento.

"La mayoría de los estudios previos sobre este tema se habían realizado en poblaciones pequeñas y en países distintos, lo que limitaba su aplicabilidad", explica Lucía Fernández Arce, profesora del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo y una de las autoras del estudio en declaraciones a Dentalia. "Nosotros quisimos analizar si esta relación se mantenía en una muestra representativa de la población española".

“Los niños y niñas con TDAH tenían el doble de riesgo de presentar caries y también una mayor incidencia de sangrado de encías, empastes y extracciones”

Para ello, los investigadores utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2020, lo que les permitió trabajar con una muestra de 3.402 niños entre 6 y 14 años. De ellos, 461 tenían un diagnóstico de TDAH o una sintomatología compatible. "El tamaño de nuestra muestra y su representatividad nos permiten extraer conclusiones sólidas", afirma Fernández Arce.

EL DOBLE DE RIESGO DE CARIES Y PROBLEMAS GINGIVALES

Los resultados fueron contundentes: "Comprobamos que los niños y niñas con TDAH tenían el doble de riesgo de presentar caries y también una mayor incidencia de sangrado de encías, empastes y extracciones", explica la investigadora. 

El estudio también reveló que estos problemas de salud bucodental no se debían exclusivamente a malos hábitos de higiene o a un mayor consumo de azúcar, como se había pensado hasta ahora. "Analizamos subgrupos con el mismo nivel socioeconómico, el mismo consumo de azúcares y los mismos hábitos de higiene oral y aun así encontramos diferencias significativas", destaca Fernández Arce.

Según los investigadores, estas diferencias podrían deberse a características físicas propias de los niños con TDAH. "Hay algo en su ambiente oral que dificulta su salud bucodental, ya sea la composición de la saliva, la estructura de sus encías o la presencia de microorganismos", señala Fernández Arce.

"Podría ser beneficioso ofrecer consultas más cortas y periódicas, con menos estímulos sensoriales y estrategias de manejo conductual"

Además, el estudio tomó en cuenta el efecto de los fármacos utilizados para tratar el TDAH, algunos de los cuales pueden afectar la producción de saliva y aumentar el riesgo de caries. "Para evitar que esta variable alterara los resultados, incluimos en el estudio a niños con síntomas de TDAH pero sin diagnóstico ni tratamiento farmacológico", aclara la investigadora.

CAMBIO EN EL ABORDAJE ODONTOLÓGICO

Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones directas para la práctica odontológica. "Es fundamental que los protocolos de atención a niños con TDAH no se centren únicamente en la higiene y la dieta", enfatiza Fernández Arce que explica que no se puede seguir culpabilizando a las familias cuando puede haber factores biológicos fuera de su control.

Por ello, los expertos recomiendan que los niños con TDAH reciban un seguimiento odontológico más frecuente y adaptado a sus necesidades. "Podría ser beneficioso ofrecer consultas más cortas y periódicas, con menos estímulos sensoriales y estrategias de manejo conductual", propone la investigadora.

A pesar de los avances logrados con este estudio, aún quedan muchas preguntas por responder. "Hemos descartado muchas de las explicaciones tradicionales, pero todavía no conocemos con exactitud la causa de estos problemas", reconoce Fernández Arce. "El siguiente paso debería ser realizar estudios clínicos en odontología y medicina para identificar los agentes biológicos que están influyendo en la salud oral de estos niños", concluye la experta. Los resultados de este estudio señalan que comprender mejor estos factores no solo ayudará a mejorar la salud bucodental de los niños con TDAH, sino también a aliviar la carga de sus familias y a cambiar la manera en que los profesionales de la salud oral abordan el desafío de atender a este sector de la población.

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