En los últimos años, el bruxismo, una condición caracterizada por rechinar o apretar involuntariamente los dientes, ha experimentado un preocupante aumento en su prevalencia. El estrés de la vida moderna, las tensiones cotidianas y el estilo de vida acelerado parecen estar desencadenando este fenómeno, afectando a personas de todas las edades.
Según el 'Libro Blanco 2023', en el que se analiza la salud bucodental en España, uno de los problemas que más ha aumentado en los últimos años son los casos de bruxismo que antes de 2019 apenas representaban el 6% y que en la actualidad lo padece el 23% de los españoles. También aumentaron, aunque en menor medida, un 2% los problemas relacionados con la articulación temporomandibular.
El bruxismo es uno de los tres principales problemas de salud oral en España junto con la sensibilidad dentaria y el sangrado gingival. A largo plazo, el bruxismo puede provocar daños que pueden ser significativos y llevar a la necesidad de tratamientos más extensos, como la colocación de coronas dentales o incluso procedimientos de reconstrucción dental.
Los casos de bruxismo en España han aumentado un 17% en los últimos cuatro años
Durante la pandemia, de forma empírica, los profesionales ya manifestaron su preocupación por el aumento de casos de bruxismo detectados en sus pacientes, situación que achacaban a un mayor grado de estrés derivado de la situación sociosanitaria. El informe confirma que “esa sensación subjetiva se ve confirmada por los datos”. Es especialmente relevante el hecho de que estos problemas percibidos son mayores cuanto menor es la edad del entrevistado.
El análisis de la evolución de la percepción de estos problemas entre el periodo prepandémico (2019) y la actualidad muestra un gran aumento del bruxismo que ha aumentado un 17% y de problemas relacionados con el dolor de la articulación temporomandibular. En este último caso, las cifras han aumentado un 2 por ciento.
Tanto el bruxismo como los demás problemas temporomandibulares guardan estrecha relación con los niveles de estrés y ansiedad de los pacientes. Trastornos del sueño como la apnea del sueño también pueden contribuir al bruxismo. Las irregularidades en la alineación de los dientes o en la mordida pueden llegar a desencadenar el bruxismo al intentar corregir la posición de la mandíbula durante el sueño. Los expertos también apuntan como origen de esta patología a factores psicológicos como la ira, la frustración o la tensión emocional no resuelta.
Estrés, ansiedad, trastornos del sueño o factores psicológicos pueden ser las causas del bruxismo
Los dentistas indican que el bruxismo puede tener varias causas por lo que un adecuado diagnóstico es fundamental para determinar su etiología. El diagnóstico incluye una adecuada historia clínica con preguntas sobre salud dental general, medicación actual, hábitos de sueño, entre otros campos de interés. Esto “debe complementarse con una exploración bucodental, buscando signos de desgaste dentario así como una exploración extraoral en la que se evalúa la posible presencia de dolor en la musculatura mandibular, chasquidos o ruidos en la articulación temporomandibular”, afirman desde el Consejo de Dentistas.
En determinadas situaciones en las que el estrés y/o la ansiedad están en el origen del bruxismo, el tratamiento debe complementarse con la ayuda de un psicólogo. El tratamiento más común para el bruxismo es el uso de una férula de descarga. Este dispositivo se usa para dormir y tiene como objetivo reposicionar los cóndilos y relajar los músculos de manera progresiva. Al mismo tiempo, disminuye la tendencia a apretar los dientes e impide que se desgasten.
EL TIPO DE ESTRÉS ESTÁ RELACIONADO CON DISTINTOS TIPOS DE BRUXISMO
Un estudio liderado por la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) antes, durante y después de la pandemia de COVID-19 indica que el bruxismo del sueño (nocturno) está más relacionado con el estrés pasivo y de indefensión mientras que el de vigilia (diurno) se asocia al estrés activo de la vida cotidiana
La investigación, publicada en International Journal of Environmental Research and Public Health, detecta que el bruxismo nocturno es mayor en el grupo pandémico que en el pre y post pandémico. En el bruxismo diurno, la situación se revierte y es menor en el grupo pandémico que en los otros dos.
“El bruxismo es una conducta muy prevalente en la población que está estrechamente relacionada con deterioro dental”
“A falta de futuras investigaciones que lo terminen de confirmar, nuestra propuesta es que el bruxismo de vigilia tiene que ver con un estrés más activo fruto de las exigencias de la vida cotidiana, mientras que el diurno tiene que ver con un estrés más pasivo, de preocupación e indefensión”, señala Laura Jiménez Ortega, investigadora del Departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la UCM.
El bruxismo de sueño y vigilia son entidades distintas e independientes que pueden estar presentes por separado o de forma conjunta en una persona. Sin embargo, no se conoce en detalle el papel de la ansiedad en ambos tipos de bruxismo y que determina la aparición del uno o del otro.
“El bruxismo es una conducta muy prevalente en la población que está estrechamente relacionada con deterioro dental, trastornos temporomandibulares, dolor de cabeza o migraña. Conocer en profundidad las causas y la etiología del mismo nos sirve para prevenirlo”, concluye Jiménez Ortega.